Gerardo Dueñas anima a la industria agroalimentaria a pedir las ayudas a la inversión abiertas hasta finales de agosto

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, animó hoy a la industria agroalimentaria de Castilla y León a presentar sus proyectos a la línea de ayudas de 67,08 millones a la inversión productiva para la transformación o comercialización de productos agrarios, silvícolas y de la alimentación, que está abierta hasta el 31 de agosto.

Según informó la Junta en un comunicado, Dueñas se reunió este miércoles 15 de junio con los representantes de todos los subsectores de la industria agroalimentaria de la Comunidad con el objetivo de escuchar sus necesidades, analizar los distintos aspectos que afectan a la industria agroalimentaria de la Comunidad y ampliar las líneas de colaboración.

En la reunión se analizó el estado en que se encuentra la última convocatoria de ayudas, que fue convocada por 67,08 millones de euros. El importe de la subvención que se contempla es el máximo que permite la Unión Europea para cada tipo de empresa en función de la inversión sectorial que planteen.

Gerardo Dueñas también abordó con los representantes del sector su intención, planteada en la comparecencia de legislatura, de elaborar, en su primer año de mandato, un Plan de Agroindustria. El consejero señaló que se contará con la colaboración del sector agroalimentario, por lo que les invitó a que manifiesten sus necesidades para, en la medida de lo posible, incorporarlas.

Por otra parte, el consejero defendió la necesidad de celebrar este tipo de encuentros para que las empresas conozcan los servicios del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) y para poder adaptar los recursos disponibles a sus necesidades.

Como organismo de investigación, el Itacyl trabaja en todo tipo de proyectos de I+D+i, siendo socio tecnológico para las empresas en todos los tipos de subvenciones para la colaboración público-privada.

Finalmente, la Consejería indicó que “trabaja velando siempre por la seguridad alimentaria y primando la calidad, el sabor y la búsqueda del mayor valor añadido de los productos y su repercusión a lo largo de toda la cadena de valor, con el objetivo de hacer más competitivo al sector agroalimentario”. También, añadió, se suscriben contratos de servicio o asistencia técnica con las empresas.