Catástrofe natural

“El fuego de Zamora se comportó como nunca antes se había visto”

Así lo asegura un brigadista forestal que ha estado en primera línea luchando contra las llamas: “Da igual que tengas todos los medios del mundo que no puedes hacer nada”

El bombero forestal de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) Jesús Alonso, ha reconocido que el fuego de Zamora tuvo ?un comportamiento nunca visto antes en España
El bombero forestal de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) Jesús Alonso, ha reconocido que el fuego de Zamora tuvo ?un comportamiento nunca visto antes en EspañaMariam A. MontesinosAgencia EFE

El incendio forestal de la zamorana Sierra de la Culebra, que ha calcinado más de 30.000 hectáreas y se ha convertido en el mayor de España de este siglo, ha sido algo fuera de lo normal para los que están acostumbrados a luchar contras las llamas en primera línea. Un incendio de una enorme magnitud pero que, sobre todo, tuvo un comportamiento inédito.

Al menos así lo cree un brigadista forestal que ha estado peleando contra las llamas que se iniciaron el pasado miércoles debido a un rayo y que se ha conseguido estabilizar y apagar el domingo, aunque aún se sigue refrescando la zona para evitar que resucite.

“El fuego se comportó de una forma que nunca se había visto hasta ahora en España”, asegura, contundente, Jesús Alonso, bombero forestal de la BRIF de Tabuyo del Monte (León), en declaraciones recogidas por Efe.

Este técnico señala que las condiciones climáticas eran muy complicadas y reconoce que no esperaban la magnitud que llegó a adquirir el fuego. Tampoco que llegara a quemar casi 15.000 hectáreas en una sola noche. “Eso es una barbaridad”, apunta, mientras explica que con las condiciones atmosféricas podían esperar que se quemaran 4.000 o 5.000 hectáreas en una noche pero 14.000 “nadie se lo esperaba” y quien diga lo contrario “miente”, insiste.

Este bombero dice tener claro también que ante un fuego de estas características, “da igual que tengas todos los medios del mundo que no vas a poder absolutamente nada”. Al respecto, afirma que es necesario esperar “las ventanas de actuación” para atajar el fuego cuando el comportamiento del incendio te permite trabajar.

El bombero forestal de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) Jesús Alonso (d) habla con varios compañeros, este miércoles en Otero de Bodas, Zamora
El bombero forestal de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) Jesús Alonso (d) habla con varios compañeros, este miércoles en Otero de Bodas, ZamoraMariam A. MontesinosAgencia EFE

Jesús Alonso no ha querido entrar en si hubo o no suficientes medios los primeros días porque su visión era parcial y “a toro pasado se pueden decir muchas cosas, pero se pudo haber hecho lo que se ha hecho, ni más ni menos”.

Si bien, admite también que Castilla y León podría mejorar en tener más patrullas contratadas todo el año y no sólo en verano para que hagan labores de limpieza del monte, aunque deja claro también que en el caso del incendio de la Sierra de la Culebra “poco se podría haber hecho porque esta zona tiene muchas pistas y muchos cortafuegos bien mantenidos pero con estos comportamientos da igual la prevención que hagas, en otros sitios sí”.

También explica que cuando se llevan 20.000 hectáreas quemadas los medios son pocos porque es cuando se centran en la protección de los pueblos y hay que dejar de lado la propagación del incendio.

Y en lo personal, confiesa el cansancio de estos días y que aunque siempre se ha imaginado un incendio de estas características, ahora que ha pasado se estremece y ve que es una catástrofe.

Estas declaraciones del brigadista llegan en un día en el que ha habido sesión en las Cortes, donde el fuego ha estado muy presente, y que ha estado protagonizada también por la protesta de un grupo de trabajadores forestales que se han manifestado a las puertas del Parlamento para pedir la dimisión del consejero Suárez-Quiñones por la gestión del fuego, cargar contra la política forestal de la Junta de Castilla y León y reclamar que el plan de incendios dure todo el año.

Trabajadores del operativo contra incendios forestales de Castilla y León durante una protesta ante las Cortes por la gestión del fuego de la Sierra de la Culebra, y por el hecho de que no se haya elevado el nivel de alerta para incrementar el número de medios materiales y humanos disponibles para su extinción
Trabajadores del operativo contra incendios forestales de Castilla y León durante una protesta ante las Cortes por la gestión del fuego de la Sierra de la Culebra, y por el hecho de que no se haya elevado el nivel de alerta para incrementar el número de medios materiales y humanos disponibles para su extinciónNACHO GALLEGOAgencia EFE

Ataviados con sus trajes contra el fuego, hacían sonar sus palas, guardaban un minuto de silencio por lo sucedido en Zamora estos días y mostraban la cornamenta de un ciervo para denunciar el daño provocado por las llamas en la Sierra de la Culebra.

Además, este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que declarará Zona Gravemente Afectada por una Emergencia de Protección Civil, lo que se conoce como zona catastrófica, a lugares afectados en las últimas semanas por incendios de seis Comunidades Autónomas, entre ellos el de Zamora, y ha anunciado una primera partida de urgencia de 2 millones para recuperar la sierra de La Culebra.

El incendio puede haber afectado, de acuerdo con el análisis preliminar de SEO/BirdLife, a una veintena de hábitats de alto valor ecológico protegidos por la normativa de la Unión Europea (lagos, brezales, encinares, bosques de galería y estepas agrarias, entre otros), y a más de 60 especies de vertebrados, incluyendo aves amenazadas como el alimoche común, el aguilucho cenizo o el sisón común, y taxones tan emblemáticos como el lobo ibérico, el topillo de Cabrera o la nutria.

La sierra de la Culebra está declarada como Zona Especial de Conservación de la Red Natura 2000. Entre los valores que, con esta protección, se pretenden conservar destaca una amplia variedad de hábitats considerados prioritarios por las autoridades comunitarias.

Lagos eutróficos naturales, estanques temporales mediterráneos, brezales, matorrales termo-mediterráneos, zonas de estepas de gramíneas, prados, depresiones sobre sustratos de turba, roquedos, bosques de ribera, robledades, estepas agrarias o encinares.