Dueñas defiende un marco estable y equilibrado para la cadena alimentaria

El incremento de los costes de producción, de la cadena de suministros y de los costes logísticos, lo que se está traduciendo en una escalada de precios que se refleja en la inflación, está poniendo en jaque también a la cadena alimentaria, a pesar de su fortaleza.

Y lo está haciendo debido a la “inestabilidad” a la que están sometidos los productos agroalimentarios por unos mercados cada vez más globalizados, pero también por los cambios derivados del cambio climático que produce intensas sequías, heladas tardías, e incluso inundaciones que hacen variar de forma muy acusada las producciones obtenidas y ponen de manifiesto la dificultad de los productores para programar adecuadamente las campañas.

Ante esta situación, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, apuesta por retomar la ‘Declaración de compromiso para un marco estable y equilibrado de la cadena alimentaria de Castilla y León’, que se estaba negociando en diciembre de 2021 y que quedó aparcada por la convocatoria electoral del pasado mes de febrero.

El consejeroes partidario de retomar ese acuerdo y llegar a unos puntos comunes que den estabilidad a la cadena de valor y puedan ser asumidos y firmados por los representantes de los productores, de la industria y de la propia distribución.

Tras destacar que el sector agroalimentario de Castilla y León es uno de los pilares de la actividad económica, tanto desde el punto de vista del empleo como de su generación de renta y de su balanza comercial, el consejero ve necesario un marco estable y equilibrado para la cadena alimentaria. “Estamos hablando de un sector estratégico para la economía de la Comunidad y que es vital para la supervivencia de muchas zonas rurales en las que se lleva a cabo la fase de la producción agrícola y ganadera, gran parte de la transformación industrial e incluso parte de la distribución”, señala.

En su afán por la mejora de la competitividad, Dueñas apela también a la unidad de acción y al compromiso de todas las partes, incluida la Administración, respetando siempre el libre mercado y el derecho de la competencia.

“El objetivo final es que productores, industriales y distribuidores, así como el resto de operadores de la cadena alimentaria, obtengan valor añadido y consigan estabilidad a corto, medio y largo plazo”, apunta.

El consejero se expresaba así tras reunirse con representantes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), la Asociación Española de Empresas de la Distribución (ACES) y la Asociación de Empresarios de Supermercados de Castilla y León (Asucyl), las más destacadas compañías de la distribución minorista en diversos sectores, entre ellos el de la alimentación.