La labor poco visible pero esencial de los técnicos de imagen para el diagnóstico

Esta semana se ha celebrado en Segovia y por vez primera fuera de Madrid el Día Internacional de a Radiología Médica, como reconocimiento al Complejo Asistencial segoviano y su Servicio de Radiología por un interesante y útil proyecto llevado a cabo en pandemia y que consistió en dotar a una ambulancia de un equipo de Rayos X portátil para, de esta forma, lograr que este vehículo pudiera usarse también para hacer radiografías.

Una jornada esta que servía para dar visibilidad al colectivo sanitario de los radiólogos, en general, y de los Técnicos Superiores en Imagen para el diagnóstico y medicina nuclear, en particular. cuya labor es esencial en la salud actual por la demanda de pruebas existente y el cada vez mayor protagonismo que tienen en el día a día de la Sanidad y, en definitiva, en la calidad asistencial que recibe el paciente.

De hecho, en la actualidad en España se realizan cada año más de 40 millones de pruebas de imagen. La mayoría de ellas, el 45 por ciento, son radiografías y, el resto, se reparten entre ecografías y tomografías computerizadas (TAC o TC) que acaparan ambas el 18 por ciento del total de pruebas; las resonancias magnéticas, que suponen el 9 por ciento; las mamografías, que son un 5 por ciento; y, finalmente, otro tipo de imágenes que representan un 5 por ciento del total.

“Somos los que hacemos cada día estas pruebas diagnósticas y los que atendemos al paciente que acude a realizarse estas radiografías, quien preparamos, guiamos e informamos para tranquilizarle”, señala a LA RAZÓN, Paqui Sánchez, técnico de imagen para el diagnóstico en el Complejo Asistencia de Segovia, quien reivindica la importancia de su profesión en el sistema sanitario y advierte de que, pese a ello, hay escasez de profesionales para poder atender a la demanda existente de pruebas diagnósticas.

De hecho, se calcula que serían necesarios en estos momentos entre un 15 y un 20 por ciento de profesionales más para que las plantillas de los servicios de Radiología fueran las adecuadas, según se ponía de manifiesto durante el acto celebrado el pasado martes en Segovia con motivo del Día de la Radiología, en el que, además de dar visibilidad al colectivo, se daba un toque de atención sobre la falta de radiólogos y técnicos de imagen en la Sanidad y sobre las perspectivas de futuro “nada halagüeñas” por la “masiva” jubilación de profesionales de esta rama que se avecina.

Finalmente, en este encuentro se hacía también hincapié en una vieja demanda del colectivo, que no es otra que el tema formativo, en un mundo, además, que no para de avanzar. Lo dejaba claro la presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), Asunción Torregrosa, cuando advertía de que los tres meses de práctica del grado superior son insuficientes para, por ejemplo, realizar un TAC, debido a la complejidad de esta tecnología. Por ello, defendía la creación de un Grado Universitario que sustituya al actual ciclo formativo superior de dos años que Torregrosa considera “insuficiente”

Otras funciones

Y es que la misión de los técnicos de imagen para el diagnóstico es cada vez más importante, puesto que, aparte de tratar al paciente y realizar las pruebas, se encargan de gestionar y organizar el área de trabajo y la unidad de radiodiagnóstico y medicina nuclear según los procedimientos estandarizados, así como de aplicar técnicas de almacenamiento y control de materiales.

Igualmente, entre sus funciones se encuentra la de proceder al registro y archivo de las pruebas diagnósticas además de verificar el correcto funcionamiento de los equipos aplicando procesos de calidad y seguridad y ser capaz de coordinar un equipo de trabajo en el caso de ser necesario