Patrimonio

Sagides (Soria) recupera su iglesia, amenazada por una plaga de termitas

El templo del siglo XVII se encontraba amenazado por una plaga de termitas que ya había carcomido el suelo de madera

Juan Antonio Velez en la iglesia de Sagides que sufre una plaga de termitas
Juan Antonio Velez en la iglesia de Sagides que sufre una plaga de termitasConcha OrtegaAgencia ICAL

La localidad soriana de Sagides, pedanía perteneciente a Arcos de Jalón, vuelve a poder abrir al culto su iglesia en honor a la Virgen de los Desamparado (siglo XVII), gracias al trabajo de su alcalde pedáneo, Juan Antonio Vélez y el arciprestre de la diócesis de Almazán-Medinaceli, José María Cordero.

Ambos vieron hace años como una plaga de termitas amenazaba de forma severa la integridad del templo, punto de reunión para los escasos feligreses que habitan en este pequeño municipio. La pandemia provocó que se actuara pero este año, gracias a los donativos de los vecinos y las manos de Vélez se ha podido parar el avance de las termitas y retirar el suelo de madera, que se encontraba totalmente carcomido.

Iglesia de Sagides que sufre una plaga de termitas
Iglesia de Sagides que sufre una plaga de termitasConcha OrtegaAgencia ICAL

La plaga provocó la caída de una columna y amenaza al retablo mayor. Además estos desperfectos se suman a las humedades del templo por el estado en ruinas de la vivienda colindantes.

Vélez pidió ayuda a las instituciones para intentar que la iglesia no se viniera abajo, sin embargo, su solicitud cayó en saco roto. El Ayuntamiento de Arcos de Jalón determinó que no podía hacerse cargo de las iglesias de las doce pedanías que conforman su término municipal y del resto se obtuvo silencio administrativo.

Por ello, los vecinos de la localidad tomaron la iniciativa para salvar su Iglesia, recaudando fondos en el año 2021 y en este año 2022, con donativos durante la fiesta del segundo domingo de mayo y la misa de agosto.

Pero no era suficiente para toda la inversión necesaria. La Iglesia pertenece a la parroquia de Medinaceli con la que ya tiene una deuda pendiente de 400 euros por una intervención anterior. Solo terminar con la plaga de termitas ronda los 7.000 euros. Por todo ello, Juan Antonio Vélez, residente en Zaragoza pero vecino del pueblo, decidió echar una mano para evitar un deterioro todavía mayor.

Vélez  contó con la complicidad del párroco y el visto bueno de la Diócesis de Osma-Soria. Durante el Puente de Todos los Santos, y bajo las enseñanzas de su padre carpintero retiró el suelo de madera del templo con una sierra eléctrica. “El Ayuntamiento sí mandó a varios operarios para retirar los restos del suelo de madera”, precisa para insistir que lo importante es que la iglesia no se venga abajo.

La siguiente tarea pasa por quitar los escombros, a pico y pala, y ya la llamada a un albañil para que ponga el suelo nuevo, en este caso de terrazo, así como por quitar los altares, también afectados. “Se ha dejado el suelo original y se puede celebrar las misas. Estamos pendientes de contar con más donativos para poder poner el suelo nuevo”, indica para precisar que el altar mayor está inclinado y los retablos laterales están dañados, es más, uno de ellos está deshecho.

Vélez trabaja en Zaragoza aunque hace las veces de alcalde pedáneo de la localidad, por lo que es frecuente que se recorra los 150 kilómetros para los asuntos que afectan a su pueblo. Su objetivo pasa por tener el templo a punto para el día de la fiesta, la Virgen de los Desamparados, el segundo domingo de mayo, por ello espera con los brazos abiertos a todo aquel que quiera colaborar en la restauración de su Iglesia.

En esta localidad tan sólo viven diez vecinos durante todo el año, pero en verano pueden llegar a alcanzar hasta los 40 residentes. Este problema no sólo afecta a esta pequeña localidad del sur de Soria, ya que la despoblación cada vez es más galopante y se ven abocados a restaurar con sus propios medios los templos para que no se vengan abajo.