Las hermanas agustinas del Convento de la Pasión de San Felices de los Gallegos está celebrando con gran alegría la elección del cardenal Robert Francis Prevost como papa. Cuatro religiosas de la comunidad actual le conocieron como superior general de la Orden de San Agustín, en un encuentro celebrado en El Escorial durante Jornada Mundial de la Juventud en 2011.

Entre ellas estaba Sor Fátima, quien recuerda ese momento con gran emoción: “Lo hemos abrazado… y ahora es papa”. Fue un instante muy especial para estas hermanas, “en aquel momento solo pensábamos que estábamos con nuestro padre general. Nadie se imagina que esa persona llegará a ser papa”, afirma.

Para esta comunidad religiosa la noticia ha tenido un significado muy especial, explican en un comunicado, en referencia al momento en que algunas de ellas conocieron y saludaron personalmente al ahora pontífice durante un encuentro con jóvenes religiosas que se celebró los días 18-19 de agosto de 2011 en El Monasterio de El Escorial en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud.

Cinco religiosas de esta comunidad de la Diócesis de Ciudad Rodrigo participaron en aquel encuentro con jóvenes consagradas, donde compartieron una comida con él. Con tono alegre añade que “nosotras tuvimos la suerte de poder asistir a este encuentro de religiosas. Y, al mismo tiempo que fuimos al encuentro con el papa Benedicto XVI, coincidimos con nuestro padre general”.

De aquel instante conservan una fotografía, que hasta ahora guardaban como un bonito recuerdo. “Siempre que tomamos fotografías así, las guardamos. Y ahora que ha salido esta sorpresa, pues todo el mundo busca la foto para ver dónde la encontraba, y sí, la teníamos ahí”, comenta ilusionada.

Esa imagen, tomada durante la comida compartida en El Escorial, recoge a las cinco religiosas que participaron en aquel encuentro junto al ahora papa León XIV, de las cuáles actualmente cuatro viven en la comunidad de San Felices: Sor Inmaculada (de Kenia), Sor Fátima (Guatemala), Sor Escolástica y la actual superiora del convento, Madre Rita.

Ese fue el único momento que compartieron con el P. Prevost, pero lo recuerdan con especial gratitud: “Pudimos estar con él en la comida y saludarle”, y aunque breve, ese instante les dejó una huella especial: “Nos pareció una persona muy sencilla, cercana. Además, cuando es una persona así, un general, no cualquiera se acerca o puede estar con él. Y en ese tiempo nosotras tuvimos esa oportunidad y nos produjo mucha alegría”.

El nombramiento del sucesor del papa Francisco ha sido motivo de agradecimiento para la Orden de San Agustín, y especialmente para esta comunidad de San Felices donde estas hermanas pudieron conocerlo personalmente: “Ha sido una gran alegría que un agustino, un hermano nuestro, un padre, haya llegado al papado”, afirma emocionada Sor Fátima, convencida de que el Espíritu Santo ha guiado este momento. “Cuando llegan ahí, pues no piensa quién será. Pero esta vez, se ve que el Espíritu, andaba por ahí…. Y le tocó a él. Y ahora lo tenemos como santo padre”.

Desde esta pequeña comunidad monástica el júbilo por el nuevo papa se transforma también en oración por el ministerio que ahora asume el nuevo sucesor de Pedro: “Nos alegra mucho que haya llegado a donde está. Y lo único que podemos decir de él, es que ha sido un buen padre”, señala sor Fátima refiriéndose a su etapa como superior general de la orden. “Deseamos que, con la gracia de Dios y nuestras oraciones, pueda llevar a cabo el papado. No debe ser fácil, me imagino, pero con la ayuda de Dios todo se puede”.