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Alanís advierte de la fuga de empresas familiares por el "exceso de fiscalización"

El presidente de Global Exchange coge las riendas de Empresa Familiar Castilla y León con el reto de reducir la "maraña" de normas y trabas administrativas, favorecer empresas de mayor tamaño además de captar y retener talento

Alanís junto a Carlos Pollán, Pedro Palomo y Eduardo Estévez
Alanís junto a Carlos Pollán, Pedro Palomo y Eduardo EstévezEduardo MargaretoIcal

Isidoro J. Alanís, presidente de la empresa salmantina Global Exchange, ha cogido este jueves las riendas de Empresa Familiar Castilla y León, cargo en el que sustituye a Pedro Palomo y en el que estará durante los dos próximos años.

El empresario ha sido elegido hoy durante la Asamblea Extraordinaria de Socios que tuvo lugar esta mañana antes de que arrancara el décimo Congreso Regional de la Empresa Familiar que la entidad celebra en el Monasterio de Valbuena hasta este viernes bajo el lema “La fuerza de las personas”.

Durante su intervención, Alanís dejaba meridianamente claros cuales son los objetivos que se ha marcado, y que pasan principalmente por la defensa de la empresa familiar como pilar del Estado de Bienestar, pero también advertía de la situación actual y de la mala imagen que tienen los empresarios en España.

"El empresario está viviendo tiempos muy difíciles ya que está siendo acusado por parte de sectores políticos de ser una parte de la sociedad que no contribuye”, denunciaba, al tiempo que llamaba a dar la cara y estar siempre presentes en la sociedad defendiendo los valores y principios de la empresa familiar frente al estigma que se ha creado.

“No podemos admitir que se nos trate como empresas que estamos siempre al margen de la ley, porque no es así”, decía, mientras llamaba la atención de la “obsesión” de “ciertas” instituciones de “mirar” con lupa a las empresas familiares. Un "exceso de fiscalización" que, en su opinión, puede provocar que muchas de estas empresas familiares se vayan a otras comunidades, como por ejemplo la de Madrid, donde este tipo de temas son más “manejables”.

En este sentido, el nuevo presidente de Empresa Familia en Castilla y León, que representa el 90 por ciento del tejido empresarial de la Comunidad, se quejaba de que sufren demasiadas inspecciones de Hacienda y Trabajo -una media de cinco a siete al año, según decía- para cumplir con todo tipo de requisitos administrativos que se han convertido en una “lacra”.

Por todo ello, reclamaba un trato igualitario con el resto del sector privado. “No por ser empresas familiares con un tamaño medio o grande, tenemos que sufrir inspecciones continuas por parte de las administraciones”, insistía.

Continuar con las 50 medidas presentadas a la Junta de desburocratización administrativa, para reducir la "maraña" de normas y trabas administrativas existentes, y que esta simplificación se traslade también a los principales ayuntamientos de la región; favorecer que las empresas familiares ganen tamaño para ser más competitivas; y captar y retener talento, son las prioridades que se ha marcado para estos dos años de mandato.

Respecto al tamaño de las empresas, Alanís avanzaba nuevas actuaciones para favorecer la internacionalización de sus asociados y el establecimiento de relaciones empresariales y comerciales entre los propios socios, mientras que para captar y mantener talento, aseguraba que los esfuerzos que se hagan irán encaminados a poner las bases para trabajar con las administraciones y buscar soluciones. Entre ellas citaba la promoción de becas postgrado en las cuatro universidades públicas; ayudas al alquiler para trabajadores de empresas familiares del ámbito rural; bonificaciones fiscales a esas compañías; y mantener el buen trabajo que se está haciendo desde la Fundación EFCL para promover la Formación Profesional.