Burgos saca pecho de su fortaleza industrial pero pide inversiones para mantenerla

Burgos ha celebrado este martes los 60 años de la puesta en marcha del Polo de Desarrollo Industrial de la ciudad, con un llamamiento de las empresas a las administraciones a dar un impulso inversor de la mano también de algunas de las infraestructuras que los burgaleses demandan, como es la puesta en marcha del parque tecnológico, la reapertura del tren directo y la logística, para atraer nuevas empresas pues la inercia industrial de la capital se está acabando.

"La ciudad está en una situación inmejorable pero necesita nuevas inversiones para seguir creciendo", decía en este sentido el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de la Cámara de Comercio e Industria, en declaraciones recogidas por Efe durante el acto, celebrado en el Ayuntamiento de Burgos, mientras recordaba que el Polo de Desarrollo en Burgos en 1964 fue una decisión política y que por ello han de ser los políticos quienes actúen para concluir las obras del parque tecnológico, reabrir el tren directo y, con la ampliación del centro de transporte y logística, la ciudad se convierta en un nudo logístico.

Fernando de Santiago, presidente del Polígono Burgos Este, llamaba, por su parte, a no desfallecer mientras que Silvia Pereda, presidenta del Polígono de Villalonquéjar, apelaba a la necesidad de atraer nuevas inversiones para dar un impulso a este polo cuya inercia "se está acabando". Por su parte, el presidente de FAE Burgos, Miguel Ángel Benavente, pedía también "un enfoque distinto" y potenciar la innovación, la tecnología y la logística para poder competir en un mundo cada vez más globalizado.

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, también participaba en este acto donde reafirmaba el compromiso institucional del Consistorio con las empresas y la industria, pero pedía a la Junta de Castilla y León y al Gobierno central que concluyan las inversiones pendientes en la ciudad.

Al respecto, aseguraba que el parque tecnológico, que lleva décadas de retraso, es una "ocasión de oro" para recuperar el empuje del Polo de Desarrollo, y debe orientarse hacia la energía limpia y la digitalización.

El acto institucional se ha celebrado este martes en el Salón de Jueces del Ayuntamiento de Burgos, con la lectura de un manifiesto por parte de Carlos Gil Carcedo, uno de los pioneros del Polo de Desarrollo, quien ha recordado que aquel 30 de enero de 1964 supuso un antes y un después en la historia de la ciudad.

En su intervención, ponía en valor que el hecho de designar a Burgos como enclave de promoción industrial supuso que, solo en la primera década, se crearan más de 15.000 empleos y se instalaran 100 empresas; 60 años después, la ciudad es una locomotora empresarial, económica y social, con una gran calidad de vida y bienestar social.

"La inercia del polo sobrevive pero da síntomas de agotamiento", decía Gil Carcedo, que reconocía que aunque las empresas han seguido creciendo, faltan nuevas inversiones, y aseguraba que el futuro de Burgos "sigue pasando por la industria, como en los últimos 60 años".