Cooperación transfronteriza

Castilla y León hace piña con el centro de Portugal por el Corredor Atlántico

Mañueco asume la presidencia del Cencyl con el reto de avanzar en la cooperación transfronteriza en todos los ámbitos

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la presidenta de la región centro de Portugal, Isabel Damasceno, firman la Declaración de Aveiro 2024, durante el VI Consejo Plenario CENCYL, Comunidad de Trabajo Castilla y León-Centro de Portugal.
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y la presidenta de la región centro de Portugal, Isabel Damasceno, firman la Declaración de Aveiro 2024, durante el VI Consejo Plenario CENCYL, Comunidad de Trabajo Castilla y León-Centro de Portugal.Rubén CachoIcal

Castilla y León y la Región Centro de Portugal inician una nueva e ilusionante etapa de colaboración, con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al frente del Cencyl, la Comunidad de Trabajo conjunta de ambos territorios.

El jefe del Ejecutivo autonómico firmaba este mediodía con Isabel Damasceno, su homóloga de la región centro de nuestro país vecino, la Declaración de Aveiro, en la que, entre otras cosas, reafirman su compromiso en el desarrollo y la cooperación transfronteriza así como en seguir tendiendo puentes.

Un acuerdo con el que instan también a los Gobiernos español y portugués a dar un impulso al transporte ferroviario del Corredor Atlántico mediante nuevas inversiones, la conexión entre puertos y centros logísticos o apoyando a empresas y productores para llegar a más mercados.

Y es que, según Mañueco, el Corredor Atlántico tendrá un impacto económico en Castilla y León y en la Región Centro de Portugal de más de 3.600 millones de euros cuando esté terminado.

El líder popular, que antes de esta firma había visitado en el municipio luso de Sosa las instalaciones de Plafesa, del Grupo Network Steel, ponía a esta compañía como ejemplo de los beneficios que supondría el impulso del Corredor por la ubicación de sus principales plantas de producción en localidades estratégicas como León, Aranda de Duero o Aveiro, y a su elevada producción.

«El desarrollo de esta infraestructura permitiría una mejora de la logística y de la capacidad de transporte que resultaría vital para las empresas», decía Mañueco, convencido de que se traduciría en más competitividad, menos costes y más calidad en sus servicios, y que, por ende, generaría más actividad económica y empleo.

«Creo firmemente en la colaboración entre España y Portugal y espero estar a la altura como nuevo presidente del Cencyl», señalaba durante el acto arropado por los consejeros Fernández Carriedo, González Gago, González Corral y Suárez-Quiñones.

Damasceno, por su parte, ponía en valor el «potencial transformador» del Corredor Atlántico y reivindicaba más infraestructuras para un futuro más próspero.

Agenda exterior

Antes, durante la jornada del Consejo Plenario del Cencyl, el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, destacaba que la relación con Portugal será prioritaria en la futura Agenda de Acción Exterior de la Comunidad hasta 2027 que se aprobará en breve.

También destacaba que la Junta seguirá avanzando en la implantación de centros de innovación social en La Bañeza, Puebla de Sanabria y Ciudad Rodrigo, dentro del plan de cooperación de la La Raya de la mano de ayuntamientos y diputaciones.

Y, finalmente, Gago avanzaba más acciones de cooperación con Portugal en otros ámbitos más allá del transporte o las comunicaciones, como por ejemplo en los recursos hídricos, el patrimonio histórico o natural, la investigación y la cultura.

Fernández Carriedo, por su parte, ponía en valor la cooperación establecida por la Comunidad con la Región Centro de Portugal como forma de aprovechar “todas las capacidades” del Corredor Atlántico en estos dos territorios para así “superar la dispersión territorial y estar situados en el ámbito de la periferia de la Unión Europea.

Además, el consejero defendía que ambas regiones tienen “elementos muy positivos” desde el ámbito de la competitividad en el mercado mundial, como contar con una economía “diversificada” y trabajadores “muy bien cualificados, con un alto nivel formativo”, que hace que tengan “bases sólidas para que nuestros productos tengan presencia en los mercados”.

Y llamaba a reforzar no solo las conexiones más allá de los Pirineos, sino las internas "para completar la cadena de valor logrando una mayor competitividad al abaratar costes”. Algo para lo que, según decía, se puede aprovechar el "trabajo común” entre la Región Centro de Portugal y Castilla y León.