Cultura

La catedral a medio hacer que pudo ser la más grande del mundo

La falta de recursos la dejó en su momento en un 45 por ciento de lo que estaba proyectada y nunca más se volvió a retomar su proyecto

Vista de la Catedral de Valladolid
Vista de la Catedral de ValladolidIcal

Las catedrales han sido y siguen siendo los puntos neurálgicos de muchas localidades europeas. Un lugar de reclamo para turistas en la actualidad, pero en sus tiempos, cuando empezaron a levantarse había una lucha entre reyes y nobleza por levantar el mayor monumento de culto de estas características.

La tres catedrales más grandes de España, con mayor superficie, se encuentran en Sevilla, Toledo y Palencia. Pero había proyectada una que que pretendía convertirse en el templo más grandioso de la Cristiandad, pero la falta de recursos durante su construcción hizo que se quedara a la mitad. En el proyecto ideado en el siglo XVI se ve que falta más del 55 por ciento de lo ideado, Casi nada. Es por ello que este edificio, ubicado en pleno centro de Valladolid, también reciba el nombre, aunque desconocido para muchos vallisoletanos de la "Inconclusa".

Planos originales de la Catedral de Valladolid
Planos originales de la Catedral de ValladolidCatedral de Valladolid

Una construcción que fue una sucesión de proyectos frustrados que nunca llegó a su fin ya que el proyecto original era muy ambicioso. El problema, como no podía ser de otra forma, vino de la falta de los dineros de entonces y de graves problemas de cimentación del edificio.

Los inicios de la construcción de la catedral se remontan al siglo XI, cuando el Conde Ansúrez fundara la ciudad y construyó la iglesia de Santa María la Antigua y una Colegiata, que siglos más tarde, en el reinado de Fernando III El Santo, se levantaría una segunda, para llegar al año 1527 cuando se erige la tercera obra de Diego de Riaño y que posteriormente recoge Rodrigo Gil de Hontañón, pero que no consigue avanzar.

Fachada de la catedral de Valladolid
Fachada de la catedral de ValladolidPhotographer:Carlos Saez

Aparece en escena entonces Juan de Herrera, el arquitecto de la Corona, con un ambicioso trazado, y la idea de levantar un gran templo de tres naves, la central con casi 140 metros de largo y la nave del crucero de 80 metros, con capillas entre los contrafuertes, cuatro torres y un amplio crucero en su altar. Llamativo resulta que el propio Juan de Herrera jamás estuvo a pie de obra en la catedral de Valladolid.

En 1594 se preparan los cimientos, pero de inmediato de paralizan por la escasez de fondos a pesar de que en el año 1595, Felipe II consigue de Roma que Valladolid sea sede episcopal. Durante el siglo XVII se siguió trabajando y en 1662 se cerraba la nave central y por fin en 1668, con la catedral a medio hacer, se inauguraba de manera oficial.

En el siglo XVIII se levantó otra torre y se terminaron dos capillas y en el siglo XIX la única torre construida hasta la fecha tuvo que demolerse tras verse afectada por el terremoto de Lisboa de 1841 y en 1880 se comenzaba a construir una nueva torre, pero que nunca llegó a tener la altura prevista en los planos. Ya en el siglo XX se hizo alguna que otra reforma y aunque hubo muchas aspiraciones por retomar el proyecto, todo quedó en nada.

Maqueta sobre la idea original de la catedral de Valladolid
Maqueta sobre la idea original de la catedral de ValladolidLa Razón

La catedral vallisoletana es sobria y altiva y entre los escasos elementos decorativos que posee destacan los retablos de Juan de Juni, realizado para la Iglesia de Santa María la Antigua, y albergó en su día una elegante reja del Coro que se puede contemplar, por esas cosas del expolio en el Museo Metropolitan de Nueva York.

Y si quiere uno disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, un ascensor panorámico nos eleva a más de 60 metros de altura, donde se puede ver por dentro el campanario y la maquinaria del reloj. Además se puede visitar el Museo Diocesano y Catedralicio en los restos de la catedral antigua donde se pueden ver esculturas, pinturas y obras de orfebrería.