Arqueología
Cueva Fantasma, la zona de Atapuerca ocupada por el Homo neandertal
La coordinadora del Yacimiento, Ana Isabel Ortega, mantiene la "esperanza" de hallar nuevos restos fósiles en la sierra burgalesa de esta especie extinta que apareció en el Pleistoceno medio
Los investigadores que trabajan en Cueva Fantasma, uno de los yacimientos más recientes que se excavan en la burgalesa sierra de Atapuerca garantizan el hallazgo de nuevos fósiles de Homo neandertal ya que las evidencias antrópicas descubiertas avanzan una ocupación humana "importante".
La entrada a Cueva Fantasma es la que ofrece esas evidencias de presencia humana, principalmente en forma de marcas de corte en huesos de animales, destaca la coordinadora del yacimiento, Ana Isabel Ortega, en declaraciones recogidas por Efe.
Desde que se iniciara la excavación del yacimiento, en 2016, se han localizado muestras de industria lítica, pero no solo los útiles que los moradores utilizaban para procesar la carne que consumían.
También se han encontrado las esquirlas generadas cuando tallaban esos útiles, lo que unido a los restos de animales con las marcas de cortes indica "una ocupación importante", ha aseverado Ortega.
"Estamos en época de neandertales", explica, mientras recuerda que en el primer año del proyecto, durante las labores de limpieza, se halló un parietal de Homo neandertal.
Por ese motivo, la investigadora afirma que "siempre esperan" hallar nuevos fósiles humanos de esta especie, que también se ha localizado en otros yacimientos de la sierra de Atapuerca.
Sobre si será este año, durante la campaña de excavaciones que acabará a finales de julio, Ana Isabel Ortega asegura, contundente, que "si no es este será otro", pero el hallazgo parece garantizado.
Presencia de hienas
Por su parte, el equipo de investigación continúa excavando en Cueva Fantasma, un yacimiento de más de treinta metros cuadrados, dividido en dos áreas de trabajo. A la entrada, de doce metros cuadrados de extensión, se le une la gran sala, de unos 25 metros cuadrados, en la que de momento no han aparecido evidencias antrópicas. En la sala los investigadores han hallado gran variedad de restos de fauna, huesos fosilizados con marcas de carnívoros y muchas evidencias de comunidades de hienas.
"Los huesos animales presentan, sobre todo, marcas de procesado de hienas", señala Ortega, aunque explica que también las hay de otros carnívoros como león, lobo o algún felino pequeño. Las intervenciones arqueológicas en Cueva Fantasma, al margen de la aparición de restos humanos, dan buena información sobre la cronología del yacimientos.
Al respecto, apunta que en la zona de la entrada, se manejan fechas de 70.000 y 60.000 años, con restos más superficiales de 50.000 o 40.000 años. Mientras, en la zona de la sala las dataciones son más antiguas, de 1.000.000 a 800.000 años.
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