Sanidad

El diagnóstico en autismo se reenfoca en mujeres, jóvenes y adultas, y hombres mayores

Por el programa BB Miradas realizado en Burgos, han pasado más de 600 bebés desde que arrancase en 2017

Programa de intervención y detección temprana de autismo, BB Miradas, creado por Autismo Burgos
Programa de intervención y detección temprana de autismo, BB Miradas, creado por Autismo Burgos BB MiradasAgencia ICAL

Mujeres jóvenes y de mediana edad con buena capacidad intelectual que han sabido “camuflarse” y hombre adultos que no han pasado por cribados constituyen el principal grupo de diagnóstico en TEA (trastorno del espectro autista) en Burgos, provincia pionera en la detección precoz gracias al programa BB Miradas, por el que han pasado más de 600 bebés desde que arrancase en 2017.

Javier Arnáiz, director técnico de Autismo Burgos, ha explicado a EFE con motivo del cuarenta aniversario de la asociación que a través del BB Miradas tienen controlada prácticamente toda la población infantil, con niveles de diagnóstico muy altos entre 0 y 12 años, lo que ha permitido avanzar en intervención temprana.

“En Burgos, que es una situación súper especial y buena, cuando aparece un niño de más de tres años con diagnóstico de autismo o síntomas o sospechas, lo primero que vemos es dónde ha fallado el sistema de detección. Afortunadamente, casi siempre son niños que han venido de fuera o que han estado siempre en la red sanitaria privada”, ha indicado.

Y junto a los niños, los mayores niveles de detección de nuevos casos se centran en Burgos en otros dos grupos: hombres mayores que nunca antes habían pasado por un cribado y mujeres, tanto jóvenes como de mediana edad, que al disponer de buena capacidad intelectual han sabido “camuflarse”, pasar desapercibidas en la sociedad.

Son personas con TEA pero sin discapacidad asociada (puesto que los que sí la tienen ya están atendidos), que se identifican ahora porque “se diagnostica mejor”, ha afirmado Arnáiz, lo que permite atender a personas que si bien aparentan llevar una vida normal tienen muchas dificultades, dependen del entorno, se aíslan y suelen acabar con problemas mentales.

Asociar autismo a discapacidad ha llevado a muchos diagnósticos erróneos, que ahora se empiezan a revertir. El director técnico de Autismo Burgos pone como ejemplo los equipos de Psiquiatría, que están empezando a contemplar el TEA como respuesta a casos de pacientes resistentes a la medicación, que no mejoran con el tratamiento.

En la asociación atienden a padres que se dan cuenta de que conviven con una persona con TEA (el otro progenitor, un familiar) cuando su hijo es diagnosticado y detectan muchas similitudes en patrones de conducta. Además, gracias a internet, hay gente que investiga, busca explicaciones a lo que siente y vive, y acude pidiendo ayuda.

El diagnóstico diferencial en mujeres

Javier Arnáiz ha explicado que lo que también ha dificultado la detección del autismo es que falla el diagnóstico diferencial en mujeres, pues el trastorno del espectro autista no se manifiesta del mismo modo en hombres y mujeres, y hasta ahora se había estudiado solo desde la perspectiva masculina.

Las niñas con autismo tienen más habilidades sociales que los niños, más intención comunicativa, y si a eso se le añade una buena capacidad intelectual pasan desapercibidas. Y siguen pasando desapercibidas cuando son adolescentes, jóvenes y adultas, pues aprenden a disimular, aunque cuando se les realizan las preguntas oportunas cumplen con criterios de diagnóstico.

A modo de ejemplo de cómo los instrumentos de diagnóstico han estado enfocados a la masculinidad Arnáiz ha explicado que, cuando se habla temas de interés u obsesivos, los manuales señalan los dinosaurios, los medios de transporte o las alcantarillas, pero no hablan de marcas de cosméticos o moda, que puede llegar a constituir una alteración grave.

Así que en Burgos, en estos momentos, están aumentando los diagnósticos en mujeres, tanto adolescentes como de mediana edad, que cumplen con criterios de diagnóstico pero habían pasado desapercibidas. También en jóvenes a las que se las detecta un TEA cuando tienen algún trastorno de alimentación, mental u obsesivo vinculado.

Aumenta la prevalencia: 1 persona por cada 100

En los cuarenta años de trayectoria de Autismo Burgos, además de avanzar en el diagnóstico y en los programas de intervención, ha cambiado mucho la prevalencia de los trastornos del espectro autista, pasando de 1 caso por cada 10.000 personas a 1 por cada 100. Y varias son las causas.

En primer lugar, que si se ha mejorado el diagnóstico, se detecta a edades más tempranas y a un espectro más amplio, la prevalencia aumenta, ha reconocido Javeir Arnáiz. Ahora ya no se diagnostica solo a la persona con TEA y discapacidad asociada, sino también a esos casos que pasaban desapercibidos o con diagnóstico erróneo.

Sin embargo, también aumentan los casos de niños con autismo con discapacidad asociada, y ahí entra en juego tanto un factor genético como la edad de los progenitores. En el programa BB Miradas son prioritarios los niños que tienen un familiar con autismo, porque el riesgo es mayor. Y se ha detectado que a mayor edad del padre, y no solo de la madre, el niño puede sufrir más trastornos mentales y de otro tipo.

Un problema de la sociedad

Por todo ello, Autismo Burgos lleva años reclamando que se vea el trastorno del espectro autista como un problema a abordar por toda la sociedad, pues requiere de recursos especializados sanitarios, educativos y asistenciales, flexibilidad en los procedimientos, programas de integración e inserción y mucha financiación, que no se puede cubrir solo con dependencia, servicios concertados y convenios.