La digitalización, clave para la reindustrialización y la competitividad de las empresas

La digitalización se ha convertido en un potente agente tractor para el fortalecimiento de los procesos de reindustrialización, principal reto del tejido productivo español, y para la competitividad de las empresas, facilitando avances significativos en aspectos como la sostenibilidad, la innovación y la creación de nuevos negocios.

Ésta es la principal conclusión de un encuentro informativo organizado por la Agencia Ical en el que intervinieron la directora general de Telefónica en el Territorio Centro, Beatriz Herranz; la secretaria general de CEOE Castilla y León, Teresa Cetulio; el director de Ingeniería e Innovación de ACOR, Félix Martín, y la directora de Facyl Clúster de Automoción y Movilidad, Ana Núñez Nava. Todos reclamaron a las administraciones un cambio normativo en la regulación de internet y una transformación del modelo educativo con una clara apuesta por la Formación Profesional (FP) Dual, para paliar el déficit de técnicos.

Además de ser un factor de diferenciación, y más en el actual proceso de internacionalización, la digitalización, para Beatriz Herranz, es sinónimo de mejora de productividad y sostenibilidad, ya que reduce los costes, lleva aparejada una reducción del consumo energético y alarga la vida útil de los equipos. Herranz, quien argumentó que este proceso de innovación debe estar acompañado por un cambio cultural, destacó que existe una base robusta de dotaciones para afrontar la digitalización, partiendo de la conectividad, “donde Telefónica es líder” pero también mediante plataformas, tecnologías y otras soluciones, “en las que la compañía es un referente” como las infraestructuras ‘cloud’ o las tecnologías de la ciberseguridad que son una palanca fundamental para el reto de la reindustrialización. Además, puntualizó que ya hay un trinomio de tecnologías que están siendo claves en la digitalización: Internet de las cosas (IoT), Big Data e Inteligencia Artificial (IA), es decir, aquellas tecnologías relacionadas con la inteligencia del dato, además del ‘blockchain’.

Por su parte, Teresa Cetulio también hizo referencia a un cierto cambio cultural en el sector empresarial que vincule la competitividad y la digitalización, si bien en el caso de las pymes y micropymes se deben salvar barreras como el alto coste de la inversión y, en muchos casos, la falta de tiempo. En este sentido, explicó que es necesario dimensionar, no solamente ese tamaño de la empresa, sino también qué inversiones se pueden hacer y en cuánto tiempo, dado que son procesos largos y, en muchos casos, “no escalables”. Así, recomendó que en el caso de las pequeñas empresas lo mejor es ir paso a paso y viendo el retorno.

Félix Martín coincidió en que la digitalización es un medio para mejorar la competitividad y puso ejemplos prácticos en la planta de ACOR, como el nuevo sistema de secado solar natural de la pulpa, a partir de los datos de estaciones meteorológicas propias, que ha permitido reducir las emisiones de CO2 en un 44 por ciento y cuya inversión se ha podido amortizar en una sola campaña. Otro proyecto innovador que puso sobre la mesa es la vigilancia mediante inteligencia artificial de la fase de cristalización del azúcar, lo que permite acortar el tiempo y actuar inmediatamente en el proceso para garantizar la calidad del producto.

Siguiendo con los ejemplos, Herranz destacó las soluciones de Telefónica en el ámbito de la agroindustria con soluciones como la Agricultura de Precisión, Solar 360 o Smart Water, que permiten ahorros en la gestión del ciclo del agua o eficiencias en el consumo de energía o las etiquetas digitales, que con Blockchain permiten certificar productos desde su origen. Asimismo, recordó algunos ejemplos de colaboración en el ámbito de la automoción como la red privada de 4/5G en la fábrica de Motores de Renault de Valladolid, los distintos niveles de robotización de fábricas, como ASTI, o los gemelos digitales, modelos virtuales para realizar simulaciones.

En este sentido, Félix Martín también argumentó que el campo no es ajeno a esta revolución tecnológica y recuerda que desde hace años, cuando muy pocos turismos montaban GPS, todos los tractores incorporaban este sistema de navegación. Aunque reconoce que los cambios cuestan en el campo, explicó que desde ACOR se apuesta por desarrollar proyectos pilotos para “convencer con el ejemplo”.

Por su parte, Ana Núñez Nava destacó el enorme transformación digital del sector de automoción con ejemplos como los procesos de robotización pero puso énfasis en que el proceso traído consigo la aceleración de los procesos de descarbonización de la economía y la creación de puestos de trabajo de gran cualificación que permiten mejorar la calidad de vida y la salud de las personas.

A pesar de esta revolución, la directora de Facyl Clúster de Automoción y Movilidad advirtió de que uno los graves problemas es la falta de personal formado para afrontar los procesos de digitalización. “No se trata de culpabilizar al sistema educativo, pero este debería estar más en comunión con lo que las empresas estamos demandando. Ahora mismo este reto es fundamental en cualquier empresa que se dedica a la automoción, pero es extensible a otras áreas del conocimiento en ingeniería”, afirmó. En este sentido criticó que la educación no puede ir por un lado y el mundo de la empresa por otro. “Necesitamos más diálogo. Sentarnos y mostrar qué es lo que ofrecemos y qué es lo que necesitamos”.

En términos similares se pronunció Beatriz Herranz, quien pidió a las administraciones públicas que impulsen una transformación en la educación para atajar el problema de la falta de profesionales en TIC. Así, planteó la inclusión de una asignatura sobre desarrollo software en los institutos y reclamó una apuesta eficaz por la FP Dual porque “no todo el mundo tiene que ser universitario”. En este sentido, comentó que mientras en el ámbito nacional la profesión más demandada es la de desarrolladores de software, en el caso de la provincia de Valladolid es la de profesionales TIC. La directiva de Telefónica señaló que su compañía, consciente del problema, impulsó actuaciones desde diversos ámbitos: los programas de formación como Conecta Empleo de Fundación Telefónica, lanzaderas de empleo, el convenio con la Junta Líderes Digitales, para la formación en los colegios o la Red de Cátedras Telefónica, con 26 universidades, entre las que se encuentra la de Salamanca.

Desde CEOE, Teresa Cetulio explicó que cada vez más el tejido productivo de Castilla y León necesita perfiles formados en ingeniería, matemáticas y física, por lo que planteó medidas para hacer más atractivas estas enseñanzas, en especial, las matemáticas entre los alumnos de Secundaria. “Es la forma de generar vocaciones”. Además destacó la importancia de poner en valor la formación en el seno de las empresas, tanto en aspectos tecnológicos, como en el ámbito del marketing lateral y creatividad y subrayó que “hace falta una revolución y ver que el mundo que estamos viendo fuera es distinto al que muchas veces se ven en las universidades y en los institutos. La colaboración entre la empresa y las áreas de formación es fundamental”.

Los intervinientes en el debate coincidieron también en el papel de las administraciones fundamental para impulsar esta transformación. Teresa Cetulio argumentó que el camino es la colaboración público-privada, a la vez que reclamó ayudas fiscales para las empresas que apuestan por la digitalización, tanto las pymes como las de mayor tamaño, pero también planteó una reducción de la burocracia y trámites más sencillos.

A su vez, reconoció que, a pesar de la ser una realidad, para muchas empresas los efectos de la digitalización les puede puede parecer “ciencia ficción”. Por este motivo, la CEOE está teniendo un “efecto tractor” como organización a través de una comisión de digitalización, que además de acercar al tejido empresarial las ayudas convocadas desde la administración, también intenta influir en la administración indicándola las actuaciones que tienen que hacer llegar a las empresas que más lo necesitan.

En términos similares se pronunció Núñez Nava, que reclamó más facilidades a la administración. “Deben entender que el desarrollo de nuestros productos son costosos, tanto en tiempo como en dinero. Necesitamos, por tanto, que no entorpezcan la labor de quienes están construyendo una sociedad mejor”, sentenció.

Por último, Beatriz Herranz planteó a las administraciones la necesidad de establecer un nuevo marco regulatorio que se adapte a la evolución que ha experimentado internet en los últimos años. “Hay que definir una nueva soberanía digital en Europa y unas nuevas reglas de juego en la regulación de las redes. Todo ha cambiado y ya no valen las normas actuales”, sentenció.

Por otra parte, la directora general de Telefónica en el Territorio Centro también puso el acento en la ciberseguridad y advirtió de que ya no solo se debe centrar en los procesos habituales, sino también en la seguridad intrínseca de las fábricas y en los procesos industriales. “Los ataques cibernéticos se ha profesionalizado y ya no se puede hablar de los hackers tradicionales. Ahora detrás de los ataques hay mucho dinero y una guerra”, aseveró, para destacar que su compañía ha sido una de las empresas que más ha invertido en seguridad para convertirse en un referente en todos los procesos de resolución de ataques.

Para Núñez Nava la tecnología avanza a un ritmo de tal magnitud que a veces parece imposible predecir cómo será el futuro, aunque a su juicio lo que está claro es que los vehículos, del mismo modo que las carreteras, serán más seguros, más conectados y más sostenibles. Por este motivo, a su juicio es fundamental que las empresas de automoción estén verdaderamente conectadas para compartir su conocimiento y sus desarrollos. “Somos competencia, pero hemos de trabajar en conjunto para llegar más lejos en nuestros objetivos. Esto nos permitirá ganar en competitividad y eficiencia”, aseveró.