Opinión

Una Educación sin competencias digitales

"Formación profesional y universitaria cuenta con bajos conocimientos tecnológicos y escasas habilidades digitales"

Juan Carlos de Margarida, director de EcovaEstudios
Juan Carlos de Margarida, director de EcovaEstudiosEcovaLa Razón

Esta semana el Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León (ECOVAEstudios) presentó su Observatorio Digital correspondiente al año 2023, un análisis regional importante desde el prisma de la tecnología y sus avances. De hecho, por primera vez se ha contado con un dato nunca antes conocido: la inversión en Inteligencia Artificial (IA) realizada por empresas de la Comunidad fue de cerca de dos millones y medio de euros. Algo que hay que contemplarlo junto con el incremento en inversión en ciberseguridad, que ha rondado cerca del 200 por ciento motivado por el Kit Digital. Sin duda, estos datos nos muestran que la transformación digital es clave desde el punto de vista económico y social.

En este contexto, donde existe una ralentización de la economía global y del crecimiento económico de Castilla y León por la subida del euríbor, la desaceleración de las exportaciones y la disminución del consumo por parte de ciudadanos, entre otras variables, se hace del todo necesario la inversión en formación y capacitaciones tecnológicos como medio para agilizar la recuperación socioeconómica. En este sentido, es urgente que toda la población tenga acceso a la información y comunicación, pero sobre todo a la formación en competencias digitales para evitar la segmentación y separación de la ciudadanía.

Actualmente la formación profesional y universitaria cuenta con bajos conocimiento tecnológicos y escasas habilidades digitales, a lo que se debe sumar la falta de cualificación y de adaptación de competencias en el ámbito digital y de la formación dual. Por ello, se debe prestar especial atención a la formación digital en todos los ciclos académicos, desde la primaria hasta la formación profesional y universitaria; especialmente en aquellos Grados en el que el referente digital parece que no es determinante para el ejercicio de su profesión.

Pero para que el campo de la educación sea soporte del Estado del Bienestar, garantizando el crecimiento económico y social, es importante abordar una serie de desafíos que presenta la región, como son: la desaparición de las empresas que no se digitalizan, el incremento de las desigualdades que ahondan en la

denominadas “brecha digital”, así como la elevada tasa de temporalidad de determinados puestos de trabajo que no permiten el aprendizaje y formación.

Nadie puede poner en duda que el sistema educativo regional es un referente, algo que así se ha demostrado en los Informes PISA, pero debemos ser realistas al mencionar que es un sistema deficitario porque no forma en competencias y habilidades en el campo de la digitalización. Para que estos hechos cambien, es necesario que quien tiene competencias en materia educativas, es decir, el Gobierno nacional y los regionales, haga los cambios necesarios para adaptar los programas de estudios a las nuevas realidades que, en muchas ocasiones, han quedado al margen del legislador.