Turismo
Esta es la comarca con mejores piscinas naturales y cascadas monumentales de España, según National Geographic
Su riqueza natural y patrimonial la convierten en uno de los mejores destinos para sofocar el calor veraniego
Por fin ha llegado el calor veraniego. Y con él la búsqueda de lugares para sofocarlo. La prestigiosa revista "National Geographic" lo tiene claro. De entre los muchos lugares que existe en nuestro país, la publicación asegura cual es la comarca que ofrece las mejores piscinas naturales y cascadas monumentales de nuestro país.
Una piscina naturalizada es aquella que utiliza un sistema de depuración sin químicos. Lo primero que debes saber es que al no utilizar productos químicos bañarse en una biopiscina o piscinas naturales es como hacerlo en un río o laguna. Quedan excluidas aquellas piscinas que utilicen un filtro ultravioleta, ultrasonidos, cobre, ion plata o todo aquello que sirva para matar las algas. También se incluirían las piscinas de sal porque tienen cloro.
Las ventajas para la salud que tiene el bañarse sin cloro o las ventajas de no tener productos químicos en la piscina son indiscutibles, como son:
- Es indescriptible la sensación de bañarse en la naturaleza, y eso es lo que se consigue con las piscinas naturales. La emoción que produce zambullirse en una piscina natural solo es comparable con la de bañarse en un río de aguas claras.
- En caso de tener piel atópica puedes preferir no bañarte en una piscina con cloro, porque no compensa después.
- La limpieza se produce de forma natural.
- El nivel de claridad del agua es regulable con la incorporación de filtros o de sistemas de limpieza.
- Poco o nulo mantenimiento.
- Sin productos químicos para tratamiento de aguas.
- Sin alergias ni alteraciones en piel, ojos y demás mucosas.
- Permiten la incorporación de peces y anfibios.
- Integración completa con el jardín.
- No es necesario el cambio de aguas.
Pues “National Geographic” ha elegido la comarca burgalesa de Las Merindades la mejor de España con estos recursos. Un destino ideal para disfrutar de unos días en familia, ya que a estas instalaciones se suman una gran riqueza natural y patrimonial.
Entre las piscinas naturales y cascadas monumentales la revista destaca:
- Ojo Guareña: El Complejo Kárstico de Ojo Guareña es con sus casi 100 kilómetros de desarrollo, el conjunto de cuevas más extenso de la Península Ibérica y uno de los 10 más grandes del mundo. La presencia de diversos niveles, algunos de los cuales están fosilizados y otros son hidrológicamente activos, dotan a esta zona del Complejo de un extraordinario interés morfológico, hidrológico, científico y didáctico. En su interior se han encontrado varios santuarios prehistóricos y 63 especies de invertebrados cavernícolas, de las cuales cuatro son exclusivos de estas cuevas.
El paisaje, de calidad única, se caracteriza por su relieve de cuestas formando un cejo calizo, que divide dos regiones biogeográficas bien diferenciadas, la Región Eurosiberiana y la Región Mediterránea. En la primera se corresponde con la zona norte donde se encuentran los Montes de Somo lugar de nacimiento de los ríos y arroyos que atravesando el verde valle han llegado hasta el cejo calizo y han formado la mayor red de cavidades conocida en España y una de las más importantes de Europa y del mundo, el Complejo Kárstico de Ojo Guareña.
Los ríos Guareña y Trema se sumen en sumideros para luego circular por el interior de las galerías formando un laberinto de cuevas y resurgir al exterior kilómetros más abajo. En la zona sur o región Mediterránea nos encontramos con valles pequeños dedicados al cultivo de cereal, pastizales artificiales, patatales, etc.
La fauna en este espacio presenta gran diversidad de especies, de las que destacamos las aves nidificantes que aprovechan los cantiles rocosos, como el águila real, el alimoche y los buitres leonados, también otras aves forestales como el azor, el gavilán, el halcón peregrino, el águila culebrera, o las rapaces nocturnas como el cárabo o el búho real.
Los mamíferos también están presentes en este espacio como el desmán de los pirineos, el lirón careto, la marta, la gineta, el gato montes, el jabalí, el corzo y la presencia puntual del lobo. Los murciélagos utilizan las cuevas como área de cría, refugio invernal o área de reposo.
La fauna más importante la encontramos en el interior de la Cuevas de Ojo Guareña, que hasta la fecha se han descubierto 115 especies, y publicado 16 especies endémicas de Ojo Guareña.
“National Geographic” resalta que “este universo kárstico siempre tiene una temperatura de 8 grados”, algo fundamental en esta época del año con intenso calor, así como “la Cueva Palomera, desde donde parte un recorrido de casi tres kilómetros entre rampas, simas y dolinas. El segundo, la Cueva y Ermita de San Bernabé, quizás la imagen más icónica de esta rareza natural ya que mezcla el encanto del entorno con la mano del hombre, en este caso en forma de santuario rupestre”.
- Orbaneja del Castillo: Situada en el Valle de Sedano y declarada Conjunto Histórico Artístico, esta villa descubre la belleza de sus calles y el precioso entorno natural que dibuja el Cañón del río Ebro.
Se trata de uno de los pueblos que conserva uno de los conjuntos de arquitectura popular con mayor encanto y personalidad del norte de España. Las aguas del arroyo que brota de la cercana Cueva del Agua reflejan en su cristalina superficie, antes de precipitarse en una inolvidable cascada que divide el municipio.
La revista señala que “esta rareza natural ha hecho famoso a un pueblo que, en los últimos años, se ha convertido en un referente del turismo rural de la zona. Su principal reclamo es ver como la montaña se derrite a través de sus calles, dibujando una fantasía de pequeños saltos, cortinillas acuáticas y rumor constante. Pero esta notoria humedad no es la única forma de refrescarse”.
- Peñaladros: Escondida en la parte más profunda del Valle de Angulo se encuentra esta cascada formada por las aguas del río San Miguel. Con sus cerca de treinta metros de caída y con un entorno privilegiado que la rodea, esta cascada es uno de los lugares con más encanto paisajístico de la provincia de Burgos.
Para acceder a la cascada el visitante ha de dirigirte a la localidad de Cozuela, una vez pasado el caserío, continua el camino que sale a la izquierda de la carretera. El salto de agua se encuentra a unos 500 metros de Cozuela.
La publicación pone en valor que “para muchos es la cascada perfecta de Burgos. Basta ver la imagen para pensarlo así. Esta preciosa caída de agua de unos 30 metros de altura se encuentra en el valle de Mena, a muy poca distancia del pueblo de Cozuela. Sorprende que siendo una de las más bellas también sea una de las más ocultas. ¿La razón? La vegetación exuberante hace que la cascada pase desapercibida. Mención aparte, la carretera, que es sinuosa a más no poder”.
- Pedrosa de Tobalina: Su principal reclamo es la impresionante cascada creada gracias a las aguas del río Jerea, afluente del Ebro. Forma parte de las maravillas naturales de la provincia de Burgos, y no es para menos: sus más de 20 metros de altura, 100 metros de longitud y sus rincones naturales hacen de ella un lugar único.
Junto a ella se encuentra el mirador de la cascada de la Tobalina, desde donde se pueden obtener las mejores vistas del salto del Peñón y de la laguna. Justo al lado hay unas escaleras que llevan hasta un antiguo molino, que se ha logrado conservar.
“National Geographic” asegura que “al sur de Las Merindades, siguiendo el curso del río Jerea, se encuentra El Peñón, una cascada de 100 metros de ancho y 20 de alto que es tan bella que por sí sola sitúa en el mapa a la pequeña población de Pedrosa de Tobalina. No hay pérdida porque la cascada está dentro del núcleo urbano y hay un mirador desde la que contemplarla”.
- Tobera: Es uno de los parajes con más encanto de la comarca. Entre un bosque de quejigos aparecen bellas cascadas originadas por surgencias que brotan en lo alto. Muy cerca de ellas se encuentra el increíble conjunto que forman las ermitas góticas del Santo Cristo y Nuestra Señora de la Hoz , del siglo XIII, y el puente medieval sobre el río Molinar.
Este modesto río atraviesa los elevados montes de los Obarenes, creando una estrecha garganta de un alto valor paisajístico. Ha sido este desfiladero importante vía de comunicación, por donde transcurría una antigua calzada romana que unía La Bureba con Orduña y los puertos del Cantábrico. Tras salir del desfiladero, el río llega a la localidad de Tobera.
El Molinar debe su nombre a los molinos que aquí se encontraban y que aprovechaban la fuerza de sus aguas para funcionar. En el pueblo el río también se precipita al vacío en varias ocasiones.
La revista subraya que “En invierno, esta localidad cercana a Frías es famosa por la ermita de Santa María de la Hoz, un coqueto templo ubicado en una fotogénica grieta. Una estampa que se suele complementar con la fotogenia del río Molinar que, justo entre este punto y Tobera pega un brinco generando una coqueta catarata que redondea este idilio rural. Sin embargo, en verano es este accidente geográfico el que gana protagonismo, siendo el lugar perfecto para que los más valientes se atrevan a meterse en sus gélidas aguas e, incluso, para que solo los elegidos se inicien en el barranquismo”.
- Puentedey: El río Nela ha excavado a lo largo de millones de años un fantástico arco natural a través de la roca. Lo que el río hizo para continuar su camino hacia el Ebro, el hombre lo aprovechó para quedarse allí y crear un conjunto urbano de extravagante belleza, en el que resaltan la torre-palacio de los Brizuela y la iglesia de San Pelayo, con restos románicos.
Las gentes que poblaron estas tierras no dudaron en atribuir la grandiosidad de esta obra al mismo Dios, por lo que el pueblo que nació y creció sobre tan fabulosa obra se llamó Puente Dei, es decir Puente de Dios.
La publicación destaca que “en Puentedey los días pasan como si debajo de sus pies hubiera tierra firme. Pero no es así. De hecho, debajo de gran parte de esta localidad lo que hay es un río caprichoso, el Nela, que hace miles de años prefirió horadar la piedra en lugar de sortearla, creando un portentoso arco sobre el que se asienta la iglesia de San Pelayo y el palacio de los Fernández de Brizuela, los principales monumentos del lugar. Debajo, el caudal no solo acompaña a una zona de penumbra perfecta para los peores soles de julio, también es propicio para el baño, sobre todo en su cauce alto, antes de que la corriente se encuentre con su tramo más fotogénico”.
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