La joven que se ha propuesto llevar "salud digitalizada" a los pueblos pequeños

En estos tiempos que corren, con muchos pueblos de España vaciándose por la carencia de inversiones en ellos, pero también por la falta de expectativas para los jóvenes y por la ausencia de servicios para los mayores, es cuando, en teoría, más hacen falta ideas ingeniosas e iniciativas que dinamicen la vida en el medio rural, y no solo por parte de las administraciones públicas, sino también y sobre todo de la sociedad civil.

Proyectos que ofrezcan un futuro a los que empiezan e intentan labrarse un futuro en estas zonas, que mejoren la calidad de vida y bienestar de sus mayores y que, en definitiva, consigan el efecto contrario de lo que está ocurriendo ahora, que no es otra cosa que fijar población y atraer más gente para repoblar.

Y una de estas iniciativas es la que quiere poner en marcha Carmen González Beluche, una inquieta y audaz estudiante madrileña de tercer curso Ingeniería Biomédica de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, pero de raíces sorianas, en Fuentes de Magaña, el pueblo de su familia paterna ubicado en las Tierras Altas de Soria, donde ha pasado buena parte de su infancia, sobre todo en verano.

Pues esta joven de tan solo 21 años, amante del baloncesto -entrena a niños de edad benjamín del colegio María Inmaculada de Madrid-, no quiere quedarse de brazos cruzados y ha decidido aportar su granito de arena aprovechándose de sus conocimientos tecnológicos a través de un proyecto de telemedicina que tiene en marcha con el que no se resigna a ver como se vacían los pueblos y que persigue paliar la falta de médicos en los entornos rurales, sobre todo los más pequeños.

Una idea que quiere aplicar en esta localidad soriana de apenas un centenar de habitantes de forma experimental, con el objetivo de que, posteriormente, pueda servir de ejemplo y extenderse a todo el medio rural de España donde sea necesario.

Un proyecto que, de momento, le ha servido para conseguir una beca por parte de la multinacional tecnológica china Huawei que otorga para impulsar el talento femenino y que permitirá a Carmen continuar su formación.

¿Y en qué consiste esta iniciativa?

Pues, según cuenta Carmen a LA RAZÓN, se trata de un soporte de atención médica en la que se habilitaría una sala de consulta digital -con un profesional que serviría de intermediario entre el médico y el paciente y que podría ser un joven con estudios medios-, en la que las personas mayores en este caso, ya que se dirige principalmente a ellos, podrían interactuar con su médico para, por ejemplo, llevar a cabo su control rutinario.

"Hablamos de asistencia básica, como es el control de la medicación semanal, pero que mejoraría y mucho la calidad de vida en estos pueblos", apunta esta joven, convencida de que este proyecto sería un primer paso al que, si se añaden otras cosas, como el acceso a una vivienda económica, cajeros u otros servicios como supermercados, establecimientos de hostelería o comunicaciones, como una conectividad de super alta velocidad por satélite, se ayudaría a repoblar estas zonas.

"El teletrabajo y la teleasistencia ofrecen muchas posibilidades a los entornos rurales que deben aprovechar para revitalizarse", afirma, convencida de que este proyecto suscitará interés y podrá ampliarse al resto de provincias de la Comunidad.

Carmen asegura, porque lo conoce de primera mano cuando pasaba el verano con sus abuelos y veía que el médico solo pasaba consulta una vez a la semana, que este proyecto no solo ayudará a combatir la exclusión digital en los entornos rurales como es el caso de Fuentes de Magaya, sino que, además, permitirá también a las personas y familias originarias del municipio que, como la suya, no viven allí pero tienen una segunda residencia, que puedan volver a pasar allí largas estancias sin tener que preocuparse por nada "gracias a la salud digitalizada" y tranquilidad que ofrecerá este soporte.