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Estos son los pueblos medievales más bonitos de España para disfrutar en el "Puente de El Pilar"

Los municipios cuentan con una impresionante riqueza patrimonial, natural y gastronómica

Museo Cárcel de la Villa de Pedrada
Museo Cárcel de la Villa de PedradaTurismo SegoviaTurismo Segovia

Por delante hay cuatro días muy atractivos para disfrutar de la familia, el descanso y el ocio en alguno de los pequeños paraísos que ofrece España. Y es este jueves 12 de octubre arranca el "Puente de El Pilar" y miles de españoles ya tienen hechas sus maletas para realizar una escapada por alguno de los parajes de nuestro país.

Si aún no tiene pensado donde ir, hay una oferta suculenta de bellos lugares que no dejan indiferente a nadie, ya que cuentan con amplia riqueza patrimonial, natural y gastronómica. Son los pueblos medievales más bonitos de España, que tienen un alto grado de conservación y que permiten al visitante volver a la Edad Media.

Para los españoles los pueblos medievales más bonitos de nuestro país son: - Pedraza: Esta localidad segoviana está considerada como uno de los rincones más hermosos de España y se cree que la historia de esta villa medieval comenzó en siglo IV antes de cristo, ya que en la explanada del castillo se han encontrado restos de cerámica realizada a mano que podrían ser de poblaciones celtas.

Pedraza puede presumir de ser uno de los pueblos medievales mejor conservados de toda España. Además, desde 2014 forma parte de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España y en 2019 fue elegido el Pueblo Más Bello de Castilla y León. Además, cuenta con la declaración de "Monumento Histórico".

Entre sus atractivos destacan: - La Plaza Mayor: Es la quintaesencia de la Villa. Una plaza típica castellana, que se ha ido formando poco a poco a lo largo de los años. Irregular y algo anárquica, es una plaza hecha a retazos, con derribos aprovechados.

Plaza Mayor de Pedraza, Segovia
Plaza Mayor de Pedraza, SegoviaCivitatisShutterstock

Nadie la diseñó y es hermosa, una de las plazas mayores más hermosas de España. El conjunto más llamativo son las casas porticadas frente a la iglesia. Originalmente dos casas del siglo XVI convertidas luego en cuatro viviendas. Los soportales se añadieron con posterioridad una vez que los señores feudales abandonaron el castillo al perder sus privilegios sobre la Villa. De hecho, los fustes y capiteles de las columnas pudieran proceder del propio castillo.

- El Castillo: El castillo es una fortaleza edificada en el siglo XIII y reedificada en el siglo XV. De ese siglo es la torre del homenaje. Dentro del castillo, en la escalera que da paso al aljibe, se conserva el escudo de los Herrera, anteriores a los Fernández de Velasco. Los duques de Frías, condestables de Castilla, volvieron a reformarlo en el siglo XVI de donde data la estructura que actualmente se ve. A este castillo se vinculan sucesos históricos como la prisión de los hijos del rey de Francisco I de Francia desde 1525 a 1529 y también alguna que otra leyenda. En 1926, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauró una de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las gentes de Pedraza.

Vista de Pedraza desde su castillo.
Vista de Pedraza desde su castillo.Alfonso Masoliver

- Puerta o Arco de la Villa: Es la única puerta de acceso al municipio. Portones de álamo negro. Arco con dibujo de ladrillo mudéjar. En la parte superior central, escudo del Señorío de Velasco. En las paredes, a ambos lados de la puerta, esgrafiado.

- La Cárcel de la Villa: Edificio medieval del siglo XIII y reconstruido en el siglo XVI propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza que se abrió al público el 1 de abril de 1994 gracias al esfuerzo de la Fundación Villa de Pedraza, que desde entonces la gestiona y cuyos guías colaboradores se ocupan de mostrarla.

 

El visitante podrá ver cómo era una mazmorra, el cepo de pies para inmovilizar a los presos, un grillete para el cuello, la gran chimenea con escudo, los retretes de "caída libre", las lóbregas mazmorras de los pisos bajos y las originales celdas de madera, el camastro de los presos y un largo etcétera.

Gastronomía

Pedraza asentó sus inicios gastronómicos en los corderos asados para feriantes y los guisos de la fonda. Hoy ejerce una fascinación casi mágica entre los excursionistas que ofician el rito de los antiguos tratantes; pero también entre los gourmet más avezados que gustan de combinar sabores nuevos en un entorno exquisito, donde lo viejo y lo nuevo se tienden la mano. En repostería destacan los soplillos, el ponche segoviano y una muy variada bollería, todo elaborado artesanalmente en los hornos de nuestras tahonas.

- Puebla de Sanabria: La capital de la comarca zamorana de Sanabria se encuentra en un territorio al que la naturaleza ha dotado de especiales características defensivas, modeladas a lo largo de los siglos por el arroyo Ferrera y los ríos Tera y Castro, que la han dotado de su especial fisonomía de espigón. Además, su ubicación estratégica junto a la frontera con Portugal, hizo que esta plaza fuera desde antiguo una villa aforada, fortificada y amurallada, con un notable protagonismo en la formación histórica del territorio que la rodea.

La localidad, declarada Conjunto Histórico-Artístico, prosperó en la Edad Media como un enclave estratégico. Entre sus atractivos patrimoniales resaltan: - El Castillo: En la actualidad se trata de los recintos fortificados mejor conservados de la provincia de Zamora. Además participó de manera principal y directa en las guerras de Portugal que tuvieron lugar durante el siglo XVII, sufriendo durante ellas un deterioro considerable.

 

En su casco histórico sobresale la Torre del Homenaje que alberga la Casa de la Cultura, un biblioteca y un pequeño museo.

- La Plaza Mayor: Está presidida por un emblemático edificio del siglo XV en el que en estos momentos está situado el Ayuntamiento.

- Iglesia de Santa María de Azogue: Este templo combina estilos artísticos por las restauraciones sufridas, en su interior destacan su pila bautismal y su órgano y tiene adosada la ermita de San Cayetano.

En la parte baja del pueblo hay una agradable playa fluvial donde disfrutar junto al río Tera. Esto es solo un aperitivo del entorno natural de Puebla de Sanabria, ya que a pocos kilómetros se encuentra el Parque Natural del Lago de Sanabria. Este es el único lago de origen glaciar de España, el mayor lago natural de toda la península y el mayor lago de origen glaciar de Europa. Aquí se organizan cruceros y la gente se reúne en verano para refrescarse y pasar el día en un paraje natural único. En el mismo parque también está la laguna de los Peces que, pese a no ser la única, es la más grande. Para conocer el parque lo mejor es recorrer alguna de las múltiples rutas de senderismo y acudir a la Casa del Parque del lago de Sanabria.

Gastronomía

Uno de los atractivos más importantes no sólo de Puebla de Sanabria sino también de toda la comarca de Sanabria es su espléndida gastronomía basada en productos autóctonos de calidad. De las huertas generosas que forman parte de nuestro paisaje se obtienen los habones y las berzas que llenan ollas Sanabresas, siendo la base del caldo Sanabrés o caldo de berzas.

El pulpo a la Sanabresa, muy similar al de nuestros vecinos gallegos, forma parte de la tradición culinaria de la comarca, desde antiguo, siendo típico en las romerías. La trucha de sus ríos y el bacalao comparten un lugar de honor en los fogones Sanabreses. De un producto básico como es el pan nacen los farinatos, mezclado con lo mejor de las carnes de la comarca. Carnes de vacuno criadas de forma natural en los pastos de las sierras sanabresas, de las que podemos degustar la chuleta y el chuletón. Delicias de cerdo que en otros tiempos fueron la despensa invernal dando lugar a los chorizos, el mondejo y los sisos o picadillo, ingrediente principal de uno de los guisos más populares: los sisos con cachelos.

En los prados, en los linderos de los caminos y en los pinares de la Comarca se recogen gran cantidad de setas entre las que destaca por su calidad el Boletus Edulis de los pinares y la Macrolepiota Procera, popularmente conocida como “cucurril”, apreciada por su alto valor culinario. De las aguas frías y cristalinas de los regatos y riachuelos nacen las preciadas “morujas” presentadas en típicas ensaladas. Entre los postres más característicos, figuran las rosquillas asadas de sartén, las manzanas asadas, así como las torrijas y los buñuelos, dulces tradicionales de la Cuaresma, la lecha frita y el arroz con leche.

- La Alberca: El municipio salmantino se encuentra en el corazón de la Sierra de Francia, en la provincia de Salamanca. De hecho, estamos ante la primera localidad que fue declarada en España como Conjunto Histórico Artístico. Hay que remontarse hasta el año 1940 cuando recibía tal distinción.

Entres sus principales lugares que visitar se encuentran: - La Plaza Mayor: Se trata del gran símbolo de La Alberca. Fortificada y con un crucero de granito del siglo XVIII presidiéndola, es el centro de la vida en el pueblo y sus habitantes lo saben puesto que se esmeran en ciudar cada detalle de las fachadas balconadas y los comercios que en ella se encuentran. Y, entre todos los edificios y escudos de bella factura, destacan el Ayuntamiento y la Casa Ducal.

 

- La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: Es del siglo XVIII y de estilo neoclásico.

- Calles de La Alberca: La arquitectura serrana de La Aberca es de una belleza hipnótica. Y es que, sus callejuelas empedradas están repletas de casas construidas a base de piedra y entramados geométricos de madera. No te dejes engañar por su pequeño tamaño, te recomiendo dedicar varias horas para disfrutar de su arquitectura popular.

Gastronomía

La Alberca cuenta con sobrados productos naturales que junto con los del campo charro hacen de la comida tradicional y popular, una de las más ricas, sabrosas y variadas de la península. Las carnes uno de sus platos fuertes, con numerosas especies ganaderas, vacuno, caprino, ovino y porcino. “Cabrito Cuchifrito” y asado típicamente serrano que hacen las delicias de quien lo degusta. Dentro de las carnes tiene un lugar destacado, los embutidos, jamón de cerdo Ibérico, chorizo, salchichón, lomo, cabeza de lomo, curados al aire serrano.

Asimismo, son muy apreciados los hornazos, empanada a base de embutidos. El limón serrano hecho con limón, naranja, huevo duro y chorizo. Sus vinos, cosechas de la comara y los dulces de extraordinaria calidad realizados con productos naturales, turrones, obleas, perrunillas, miel y polen.

- Frías: La considerada como ciudad más pequeña del mundo cuenta con una riqueza patrimonial única entre las que destacan: - Castillo de los Duques de Frías: La principal visita en Frías es el Castillo de los Duques de Frías o de los Velasco. Está situado en lo alto del cerro de la Muela y se puede ver desde cualquier punto de la localidad. Su construcción data del siglo IX como fortaleza defensiva aunque la estructura que se observa en la actualidad es de finales del siglo XII y principios del XIII, durante el reinado de Alfonso VIII. Se puede acceder a su interior cruzando un puente levadizo sobre un foso. Alrededor del patio de armas se conservan restos de las antiguas dependencias, como estancias de servicios, graneros y bodegas. Desde la parte superior de la torre del homenaje las vistas de Frías y de sus alrededores son impresionantes.

- Casas Colgadas: Las casas colgadas son el principal emblema del municipio burgalés. Todas son de dos o tres alturas, y la mayoría de ellas conservan la bodega ya que Frías ha tenido una gran actividad vinícola a lo largo de su historia. Las casas cuelgan desde la roca y su fachada tiene entramados de madera. La calle Antonio Carpintero y la calle San Mayor de San Vítores son las mejores para observarlas en todo su esplendor. En la antigüedad estaban rodeadas por una muralla, de la que actualmente sólo quedan algunos restos y dos de las puertas, la de Medina y la del Postigo.

- Palacio de los Salazar: Situado en la plaza de Alfonso VIII, en la actualidad acoge la Oficina de Turismo de Frías. Conserva el escudo con las 13 estrellas de los Salazar.

- Puente Medieval: El puente medieval del pueblo tiene nueve arcos y 143 metros de longitud. A pesar de su nombre, su origen es románico. Fue en el siglo XIV cuando se le añadió una torre defensiva en la parte central. Quienes quisieran cruzar el puente tenían que pagar el derecho de pontazgo en función de su lugar de residencia y los bienes que portaran.

- Calzada Romana: Por Frías pasa una de las calzadas romanas más importantes de la Península Ibérica, que comunica el norte del país con la meseta castellana.

 

- Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir y San Sebastián: Es el principal templo religioso de la localidad, y está ubicado en el casco antiguo. De la construcción primitiva románica apenas quedan algunos restos. La torre se cayó a principios del siglo XX y tuvo que ser levantada de nuevo. En los siglos XIV y XVI se añadieron la capilla del Santo Cristo de las Tentaciones y la capilla de la Visitación a la nave central.

Gastronomía

La localidad de Frías además de monumentos cuenta con una rica y variada gastronomía. Las Merindades es una comarca muy variada, lo que hace que sus tierras sean capaces de dotarnos de cantidad de productos de gran calidad con los que elaborar deliciosos platos.

Entre sus productos principales cabe destacar aquellos que proceden de la matanza del cerdo, tradición que aún hoy pervive en estos pueblos, con manjares como el chorizo, la morcilla o los torreznos.

Además su tierra provee de productos de gran calidad con sabores agradables dados por la naturaleza de la tierra y nuestras aguas, como las lechugas de Medina, las patatas o frutas de una calidad excepcional como las cerezas de las Caderechas.

Por el marcado carácter ganadero de la comarca burgalesa también destacan las carnes como la ternera con Marca de Calidad "Carne de las Merindades", el cordero o la carne de caza. En las zonas del norte y gracias a brillantes pastos, las vacas producen una leche de calidad especial con la que se hacen quesos, mantequilla y otros derivados. Con la mantequilla se realizarán algunos de los dulces más emblemáticos de la comarca que dejarán huella en nuestro paladar.

Otros productos que destacan en la comarca son la miel, sobre todo la de brezo, de color oscuro con un olor y sabor característicos. El chacolí, un vino blanco joven y de producción tradicionalmente familiar aunque cada vez aumenta un poco más su producción o el torto o rosca, producto típico del Domingo de Pascua que consiste en un pan relleno de chorizo que se hornea todo junto, dándole un sabor característico.

-Maderuelo: Esta villa segoviana está catalogada como Conjunto Histórico-Arstístico, y situada sobre una gran colina, rodeada por el embalse de Linares. Es el inicio de las Hoces del Río Riaza.

Entre sus atractivos se encuentran: - El Arco de la Villa: Entrada emblemática que protege el acceso suroeste. Aún conserva los cerrojos, la poterna y unas gruesas puertas de madera acorazada, con adornos y policromía, blindaje del siglo XV. Hasta principios del siglo XX disponía de foso y puente.

Este conjunto defensivo se configura con una entrada abovedada cuya abertura intramuros es un alto arco de medio punto y la exterior un arco apuntado. Adosado al arco exterior hay otro de medio punto, más alto, con un gran hueco central o buhedera y realiza la función de matacán para proteger el acceso.

- El Torreón del Castillo: Es uno de los últimos vestigios del castillo que protegía el acceso norte y fue habitado por los condes de San Esteban. Sufrió los despiadados efectos de numerosos rayos que han derribado parte de sus muros. Aún se aprecian la disposición cuadrada de este baluarte, en cuyo subsuelo existe un aljibe.

- La Iglesia-Palacio de San Miguel: Conjunto formado por la antigua parroquia del siglo XII sin culto, y una vivienda adosada, hoy privada. Sus muros formaron parte del conjunto defensivo oeste y ha sufrido profundas remodelaciones. En el siglo XV se adosó una segunda nave rectangular, rematada con una pequeña espadaña.

El campanario-torreón de la primitiva ermita románica de ábside semicircular, se convirtió en vivienda. En su sobrio interior existen varios enterramientos enmarcados en arcos góticos, destacando la lápida de la familia Hermosa. Reconstruida en 1981 gracias a la labor conjunta del Ayuntamiento y la Junta de castilla y León, se ha convertido en un edificio de gran actividad social y cultural.

- Ermita de la Veracruz: Nacida como parroquia quedó “reducida a mera ermita en la que se oficiaba misa todas las fiestas de la Cruz y de Apóstol” afirmaba Don Bartolomé de Alba en el siglo XVIII en una visita pastoral. Declarada Monumento Nacional en 1924, esta sencilla ermita templaria sorprendió al mundo por albergar uno de los mejores conjuntos de frescos románicos castellanos.

 

- Ermita de Castroboda: Templo construido a finales del siglo XVIII que los vecinos levantaron con su esfuerzo para albergar a la patrona de Maderuelo. En su edificación se usaron los materiales de la ermita de San Roque, situada en el mismo lugar al lado del cementerio, quizá porque este santo es el protector contra la peste, siendo ahora la Virgen de Castroboda, la que vela por el eterno descanso de los hijos difuntos de la Villa. Interesante edificio construido en estilo neoclásico con interior barroco decorado con yeserías.

También resulta interesante callejear entre los pasajes empedrados, sin rumbo fijo, dejándose envolver por el sonido de la naturaleza. Y así, por arte de magia, podemos disfrutar de unas vistas impresionantes del embalse de Linares o descubrir una catapulta medieval situada en la Bajada Alcacer, justo a espaldas de la iglesia de Santa María.

Maderuelo y el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza se han convertido en el paraíso de los aventureros, ya que se puede practicar piragüismo, windsurf, darse un paseo en barca, pescar o bañarse. También se pueden hacer excursiones a caballo, numerosas rutas de senderismo o bicicleta de montaña y observaciones ornitológicas.

Gastronomía

Uno de los platos estrella de la zona es el jugoso cordero lechal asado. Además, los quesos y el vino también son perfectos para disfrutar de una experiencia gastronómica plena, sin olvidarse de la morcilla y otros productos de la matanza.

- Calatañazor: Esta localidad soriana se alza en la cima de una roca que domina la vega del río Milanos. Villa de intensa historia fronteriza, en un entorno privilegiado de bellos espacios naturales, que tiene su máximo exponente en su sabinar, uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta.

Sus empinadas calles de trazado medieval y sus humildes casas fabricadas con entramado de madera de sabina, encestado de ramas con barro, adobe o en el mejor caso de ladrillo, configuran el aspecto medieval formando un conjunto armónico de gran belleza. En los alrededores se localizan los restos de Voluce, asentamiento celtibérico cargado de historia y de leyenda. Del antiguo castillo se conserva un lienzo y la cimentación de las paredes del patio de armas. Desde él se puede contemplar la extensa llanura hoy llamada «Valle de la Sangre». Además de su casco urbano destaca la iglesia románica de Nuestra Señora del Castillo, así como la ermita de la Soledad, también románica con puerta sin tímpano.

 

La localidad comparte gastronomía tradicional con el resto de la provincia soriana, una comida contundente que calme el frío que arrecia durante el invierno. Son típicos los entrantes con setas, la sopa castellana, el queso o la morcilla dulce de Soria. Por su parte entre los platos principales los reyes son los asados castellanos, pueden ser de cordero o cochinillo, pero en cualquier caso son exquisitos, así como los torrezno. También es destacable la caldereta, las migas pastoriles o los platos de caza...

Para maridar esta excelente comida, nada mejor que un vino con Denominación de Origen Ribera del Duero. Los postres típicos ponen el dulce broche final, como es el caso de las rosquillas, empiñonados o sobadillos.

- Castrillo de los Polvazares: Esta localidad leonesa perteneciente al municipio de Astorga, en la comarca de Maragatería, fue declarada en 1980 Conjunto Histórico-Artístico de alto valor monumental.

Se trata de un pueblo de calles empedradas y casas blasonadas conserva íntegra su arquitectura popular. La piedra y arcilla roja de sus fachadas contrasta con los vivos colores de los portones y ventanas: azules, verdes y blancos. Tonos que descubren un pasado arriero a los turistas que atraviesan la calle Real, columna vertebral de la villa.

 

Es una de las paradas obligadas en la ruta del Camino de Santiago Francés. Dentro del pueblo se puede encontrar la Iglesia parroquial de Santa María Magdalena, construida en el siglo XVIII, cuenta con una torre con campanario, y está situada en la plaza con el busto dedicado a la escritora Concha Espina, quien visitó Castrillo de los Polvazares en 1912 para documentarse, pues estaba preparando su novela ‘La Esfinge Maragata’.

En los alrededores del pueblo se encuentra la ruta del Prado de San Juan, un agradable paseo por bosques y prados cercanos al pueblo. Otro lugar de interés es el pequeño Parque de Castrillo, que está situado en la ribera del río, y es una agradable zona verde que recibe a visitantes y peregrinos.

Gastronomía

Es la cuna del cocido maragato. Cuenta la leyenda que desde la época de los arrieros, el famoso cocido maragato no se empieza a comer como es habitual, sino al revés: primero la ración de carne, hasta siete variedades, luego la verdura que consta de garbanzos, patata y berza, y por último la sopa.

- Santillana del Mar: Los orígenes de la actual Santillana del Mar se remontan al siglo VIII, época en la que un grupo de monjes que llevaban consigo las reliquias de una mártir llamada Juliana, se asentaron en una zona deshabitada cerca de la aldea de Planes, situada a los pies del monte Vispieres.

Esos monjes construyeron una pequeña y sencilla ermita en la que expusieron las reliquias que habían transportado. En ese momento comienza un proceso de apropiación de tierras, donaciones de los fieles y privilegios concedidos por el reino asturleonés para el fomento de larepoblación de la zona. Todo esto contribuyó al establecimiento de un cenobio, regido por un abad y entorno al monasterio se fueron construyendo edificios que servían de cobijo para los agricultores, dando lugar a una villa que tomó el nombre del centro religioso: «Sancta Luliana«, la actual Santillana.

Hoy Santillana del Mar es un centro de referencia en el litoral cantábrico, por su importante actividad turística, que se asienta en su riqueza patrimonial y paisajística, y en la amplitud de sus manifestaciones culturales.

La excelente conservación del patrimonio histórico no hace de Santillana una villa anclada en el pasado, si no que la empuja a continuar evolucionando y convertirse en uno de los mayores focos de actividad cultural de Cantabria. Un lugar de reunión, de exposición, de congresos y de arte, que sobre su vibrante pasado no deja de mirar al futuro.

Muchos son los atractivos de esta localidad cántabra como: - La Colegiata de Santa Juliana: Tiene su origen en la expansión del antiguo monasterio del mismo nombre, a mediados del siglo XII. Fue construido por un grupo de monjes para contribuir a la repoblación de la zona y crear una pequeña ermita en la que exponer las reliquias de la mártir Juliana, que traían consigo . Por aquel entonces la aldea toma el nombre del monasterio: “Sancta luliana”, que declinó en la actual Santillana.

Hoy en día no se conservan restos del monasterio primitivo. Se supone que era una sencilla construcción de piedra con ábside rectangular y cubierta de madera, a semejanza de otras edificaciones visigóticas o mozárabes. De la estructura actual destaca la iglesia, de estilo románico influenciada por las corrientes del sur, a partir del paso del Camino de Santiago por las provincias de Burgos y Palencia.

- La Santillana Medieval: La Alta Edad Media es el periodo en el que se inicia la evolución demográfica, urbanística y artística de Santillana del Mar que la ha llevado hasta nuestros días. Tras la construcción de la abadía de Santa Juliana, en el siglo IX, Santillana comienza a convertirse en un centro de gran importancia económica y religiosa.

El desarrollo urbanístico se produce entorno a la que pasaría a ser colegiata de Santa Juliana y a lo largo de la conocida como calle del Rey, actualmente dividida en las calles del Río, Cantón y Carrera. De esta época también es la creación de la actual calle de Juan Infante, que dirigiéndose hacia la plaza del Mercado (hoy plaza Mayor), conforma la distribución urbanística actual de Santillana en forma de “Y”.

Las construcciones más representativas de este periodo son las torres del Merino y Don Borja, ambas de estilo gótico y carácter militar. La primera fue la sede del merino, representante del rey, desde que en 1209 se concediera a Santillana la capitalidad de las Asturias de Santillana, que abarcaba toda la zona occidental de la actual Cantabria excepto Liébana.

Otros edificios iniciados en esta época son la casa de Leonor de la Vega, madre del primer Marqués de Santillana y la torre de los Velarde.

- Cueva de Altamira: La cueva de Altamira, uno de los máximos exponentes del arte rupestre paleolítico, se encuentra en el municipio de Santillana del Mar. Los visitantes pueden conocer el arte y la prehistoria de Altamira en el Museo de Altamira, una institución para la conservación, investigación y difusión de la cueva de Altamira y su prehistoria.

 

- Castro de El Cincho: El yacimiento arqueológico del castro de El Cincho, ubicado en la localidad costera de Yuso, es un asentamiento característico de la Edad del hierro (conocido en la antigüedad como oppidum).Se localiza en un alto dominante de 273 m de altura que se erige frente a la costa, a escasos 1,95 km de distancia de ésta y a menos de 1 km de Santillana del Mar. El topónimo que da nombre al monte (cincho), y por ende al enclave, proviene del latín cingo (proteger, cubrir, circundar, rodear, ceñir) que hace referencia al cinturón amurallado en torno a la cima. La superficie total del poblamiento supera las 6 hectáreas.

Gastronomía

La gastronomía de Santillana del Mar se caracteriza por sus platos a base de carne y pescado, así como por sus postres. Entre los platos típicos de Santillana del Mar se encuentran el cocido montañés, el cachopo, el pollo a la sidra y el merluza a la cantabria. Los postres típicos de Santillana del Mar son el flan de nata, el bizcocho de nata y el helado de nata.

- Campo de Criptana: Este municipio de Ciudad Real la hizo universal Miguel de Cervantes, al convertir sus molinos de viento en el santo y seña de esta localidad manchega. Campo de Criptana es un pueblo de la provincia de Ciudad Real con un padrón de habitantes que oscila alrededor de los 14.000 vecinos. Un municipio en plena Mancha que hace su día a día en torno al campo (cereal y viñas principalmente) y sus pequeñas y medianas empresas de muy diferentes sectores. La riqueza principal de esta localidad está en los propios criptanenses que saben vivir el presente con todas sus innovaciones y mirar el futuro con prudencia sin perder de vista una herencia de siglos que valoran, conservan y cuidan.

El municipio está situado en un lugar privilegiado en la comunicación norte y sur de España. Situada a poco más de hora y media de Madrid en un recorrido prácticamente completo de autovía. Igual para con su comunicación con el Levante español y la costa mediterránea o con el sur, Andalucía.

Entres sus atractivos se encuentra: - La Sierra de los Molinos: Es el paraje sobre el que se levantan los famosos molinos de viento. Se trata de la cima de una colina donde el espacio abierto asegura el viento que movería en su tiempo las aspas de más de 30 molinos que allí se encontraban. Rodeados de estos gigantes quijotescos la Sierra de los Molinos ofrece unas vistas amplias e infinitas de La Mancha solo delimitadas por el lejano horizonte. Nadie debe perderse los atardeceres criptanenses desde esta cima donde el cielo, nubes y sol ofrecen un espectáculo maravilloso.

 

En la cima el visitante también puede encontrar restarurantes donde poder disfrutar de una buena comida o aperitivo con vistas. Es una visita obligada que no defrauda a nadie. A la zona se puede acceder en coche y autobús y existe un espacio adecuado para su aparcamiento.

- Barrio del Albaicín: Un conjunto de calles estrechas y empinadas que en forma de pequeño laberinto se extiende a los pies de la Sierra de los Molinos. Resulta agradable y curioso subir desde el centro de Campo de Criptana hasta los molinos recorriendo este barrio a través de escalinatas y entre el blanco y el azul añil de casas y zócalos.

Desde el Albaicín criptano se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas de los molinos que por la noche aparecen como gigantes iluminados. Las noches de verano son paso obligado para subir hasta la Sierra en busca de aire fresco y de un encuentro entre amigos en alguno de los restaurantes y locales de copas que se ubican en la parte alta del barrio.

Las vistas hacia la planicie manchega se abre desde el Cerro de la Paz que forma parte del barrio del Albaicín.

Gastronomía

La gastronomía típica de Campo de Criptana y comarca está influenciada por la cocina tradicional manchega y destacan platos tradicionales como el gazpacho, el pisto manchego, la caldereta de cordero, las migas del pastor, los huevos revueltos con cebolla, las sopas de ajo, las gachas con tropezones, judías con perdiz, cordero y carnes a la brasa, asadillo, morteruelo, duelos y quebrantos o el queso manchego, por supuesto.

En lo que respecta a postres típicos del territorio, destacan las flores manchegas, el arroz con leche, los mantecados, el mojicón o los buñuelos de viento.

Para acompañar todas estas delicias gastronómicas nada mejor que la amplia variedad de vinos tintos, blancos o rosados con Denominación de Origen La Mancha.