Explosión de alegría en Castilla y León por el Mundial de fútbol femenino

El fútbol español vuelve a dar alegrías a la afición y a un país necesitado de buenas noticias. Pero, en este caso, ha sido el fútbol femenino el que está de enhorabuena.

Las chicas de Vilda son las nuevas campeonas del mundo de fútbol femenino tras derrotar en la gran final a Inglaterra por 1-0 en un extraordinario partido de las españolas, que fueron mejores, pelearon y se dejaron la piel para lograr su primera estrella, y eso que fallaron un penalti.

Una victoria que se está festejando en las calles de toda España y también, como no, en Castilla y León, con Valladolid como epicentro de las celebraciones en estos momentos, en la Fan Zone que se ha colocado para seguir el partido en la Acera Recoletos de la capital vallisoletana, repleta de gente, ataviada con camisetas de la selección españolas, las caras pintadas con los colores rojo y gualda de España y numerosas banderas que han dado un gran colorido a esta mañana veraniego de agosto, con mucho calor, que no impedía que se celebrar con júbilo el primer y único gol de la final de Olga Carmona, tras una jugada excepcional de equipo qu elo tuvo todo, recuperación, rapidez a la contra, conducción, pase al hueco y disparo cruzado, así como las celebraciones tras el pitido final.

Las jugadoras entrenadas por Jorge Vilda aguantaron bien las acometidas de la selección inglesa y tras un córner atajado en el minuto 105' por la guardameta española, Cata Coll, la colegiada decretaba el final del encuentro que otorga su primer mundial de fútbol femenino a España.

El propio alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, tampoco se ha querido perder este acontecimiento histórico y ha disfrutado y sufrido junto a los demás seguidores presentes el devenir de esta gran final.

Aparte de la Acera Recoletos en Valladolid, el patio del Monasterio de San Juan en Burgos, o las plazas mayores de Segovia, Soria y Aranda de Duero, fueron los lugares elegidos por las distintas corporaciones municipales para instalar las pantallas, con la colaboración de Iberdrola en el caso de la capital vallisoletana, y donde se congregaron, desde varios minutos antes del inicio del encuentro, cientos de aficionados dispuestos a sufrir, vibrar y celebrar con el triunfo histórico de la selección.

En Burgos se ha doblado la previsión inicial de asistentes ante la pantalla gigante, de medidas seis por tres, ya que en principio se habían instalado sillas para unas trescientas personas en un patio del Monasaterio de San Juan, aunque finalmente el número de asistentes se ha calculado en unos seiscientos.

Los aficionados han podido tomar un refrigerio con agua, refrescos, galletitas saladas y patatas fritas proporcionadas por diversos patrocinadores.

Varios cientos de segovianos se han concentrado en la plaza Mayor de la ciudad para disfrutar con la victoria de la selección española en la final del Campeonato del Mundo a través de la pantalla gigante que colocó el Ayuntamiento.

La Plaza Mayor de Soria ha albergado a unas doscientas personas, sobre todo jóvenes, parte de ellas con banderas y vestidas con camisetas de la selección durante todo el partido.

Algo menos de un centenar de personas se ha dado cita en el pabellón de la Rosaleda de Benavente (Zamora) para seguir el partido, ataviados con bufandas, banderas y camisetas del conjunto español.

Los benaventanos han vibrado con el encuentro que se ha podido ver en pantalla gigante proyectado en el videomarcador del pabellón de la Rosaleda, al que se ha accedido libremente y al que ha acudido sobre todo un público familia

El camino general ha sido largo, también el particular de esta selección con el conflicto de las 15, el enfrentamiento de algunas de las mejores jugadoras con el seleccionador que ahora es campeón del mundo, Jorge Vilda, que ha contado con algunas de esas futbolistas en el equipo. Una situación más, y no pequeña, que manejar a las que ya de por sí tiene la preparación de un Mundial.

Este Mundial se ha convertido en el mundial femenino de fútbol con más espectadores de la historia y ha batido el récord de asistencia a un partido de fútbol en Australia, alcanzando los 75.784 espectadores que asistieron a presenciar el debut de Australia ante Irlanda.

Un gran triunfo colectivo para la historia. Y ahora a disfrutar