Cultura

Jueves de "Esperanza" en Zamora con Las Edades del Hombre

Cuenta atrás para que arranque una nueva edición de la mejor exposición de arte sacro del mundo en la capital zamorana

El secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, José Enrique Martín, presenta el cartel de la vigésima octava edición de la exposición, que se inaugurará en Zamora el próximo mes de octubre. Intervienen la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco; el obispo de Zamora, Fernando Valera; el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez.
El secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, José Enrique Martín, presenta el cartel de la vigésima octava edición de la exposición, que se inaugurará en Zamora el próximo mes de octubre. Intervienen la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco; el obispo de Zamora, Fernando Valera; el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez.María LorenzoIcal

Cuenta atrás para que se dé el pistoletazo de salida a la muestra de arte sacro más importante del mundo, Las Edades del Hombre, cuya vigésima octava edición se inaugurará este jueves próximo en Zamora, donde se celebrará la exposición que llevará por título 'Esperanza', con la Catedral zamorana y la iglesia románica de San Cipriano como sedes.

La inauguración tendrá lugar a las 12.30 horas y en ella está prevista la presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, así como la del responsable de la Fundación Las Edades del Hombre, Luis Argüello, arzobispo de Valladolid además de presidente de los obispos españoles.

Al acto acudirán igualmente otras autoridades y representantes eclesiásticos, políticos, civiles y sociales provinciales y autonómicos, según ha informado la Fundación.

Una muestra que se ha convertido en el principal foco de atracción turística de Castilla y León junto al Camino de Santiago. De hecho, desde la primera edición en 1988 en la Catedral de Valladolid son más doce millones de personas las que han visitado todas y cada una de las sedes de esta magna exposición de arte sacro, que ha recorrido toda la comunidad e incluso ha estado en Galicia, y ue ha mostrado al mundo más de 5.300 piezas en este tiempo.

Será la segunda vez que Zamora, tras la de 2001, albergue esta muestra que se prolongará hasta el 5 de abril de 2026.

La exposición empieza en la Catedral, continúa hasta San Cipriano atravesando la Rúa pero el eje del Románico baja hasta el río, hasta La Horta, y sube con la Esperanza cuando cruza el Puente, Balborraz, en la mañana del Jueves Santo.

Entre los aspectos más importantes de la exposición, cabe señalar que contará con un preludio y tres capítulos además de incluir piezas de algunos de los grandes maestros del arte español como Juan de Juni, Gregorio Fernández, El Greco y Zurbarán.

La novedad que supondrá el contar con un espacio propio para los escolares desde el que se intentará acercar la arquitectura sacra a los alumnos y mostrarles cuál es su mensaje. Será en la iglesia del Carmen de San Isidoro, como lugar de recepción de grupos escolares y familias y tercer espacio de la muestra.

El Gobierno de Mañueco destinará más de un millón de euros a esta exposición, tanto para todo lo que rodea a la misma como a las labores de restauración, conservación y promoción del patrimonio. Un dinero al que habrá que sumar otros 150.000 euros a la exposición y 50.000 euros más a través del Patronato de Turismo, según desvelaba Javier Faúndez, presidente de la Diputación de Zamora.

El cartel de la XXVIII edición está compuesto por una ilustración de una corona de espinas de la que brota la conocida como flor del espino. Se trata de una metáfora visual de cómo, incluso en la más profunda oscuridad, hay motivos para la esperanza. Es triunfo ante la adversidad.

La tonalidad verde de las espinas y de la tipografía alude a la representación tradicional de la esperanza establecida en el imaginario popular.

El cartel está acentuado por el tono magenta propio de las flores, que se convierten en las protagonistas conceptuales del diseño. El fondo blanco sólido –solo alterado por la propia sombra de la corona de espinas- evoca el carácter etéreo de la esperanza y permite una composición limpia y sencilla con un fuerte desarrollo conceptual.

Esa idea permanece también en el diseño y composición del grafismo: las letras se entrelazan unas con otras en una construcción orgánica propia de la naturaleza vegetal. La ultima sílaba se muestra destaca en otro color en una complicidad al nombre de Zamora y a la exposición RemembranZa, que tuvo lugar en 2001.