Medio Ambiente

La Junta acusa al Gobierno de «trilero» con el último censo del lobo

Suárez-Quiñones asegura que no aceptan manipulaciones de supuestos científicos y las OPAS lamentan que se castigue a los ganaderos por cuestiones "ideológicas"

Una manada de lobos
Una manada de lobosEuropa Press

Frente común de la Junta y de las organizaciones agrarias de Castilla y León contra el último censo del lobo ibérico en España. que refleja un total de 333 manadas, un 12 por ciento más que en 2019, por lo que el Gobierno de España va a comunicar a la Comisión Europea que el cánido «continúa en situación desfavorable».

Las respuestas han sido contundentes, comenzando por el Ejecutivo regional, donde el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aprovechando la entrega de material logístico a distintas entidades en la comunidad, cargaba contra el «trilerismo· del Gobierno con un informe «sacado de la chistera». «No vamos a aceptar manipulaciones de supuestos científicos» y recordaba las decisiones europeas y del Congreso al respecto.

El Gobierno «está tratando y va a tratar de impedir por todos los medios» que el lobo vuelva a ser gestionado por las autonomías, porque «se resiste a cumplir la decisión europea y la decisión de las Cortes Generales Española», por lo que «va buscar los subterfugios y manipulaciones» que pueda encontrar para impedir que que se pare la «sangría de 6.000 cabezas muertas al año por el lobo en Castilla y León e impedir que se dé un respiro a los ganaderos ante una situación insostenible», lamentó.

Desde Coag, manifestaba su malestar con esta decisión a la vez que critican al Gobierno por abandonar a los ganaderos «sin pudor» en su «brega diaria y sanguinaria contra el lobo». El presidente de Asaja, Donaciano Dujo, por su parte, indicó que el Ministerio de Transición Ecológica «no trabaja en el tema del lobo por razones lógicas de viabilidad o de protección de los ganaderos, sino por «motivos ideológicos». Y el secretario general de la UPA Castilla y León, Aurelio González, consideró que este último censo del lobo es «un intento desesperado» del Gobierno de «evitar su control en los territorios».