Sociedad

Las Mascaradas de invierno dan la bienvenida al año nuevo en Zamora

Esta cita tradicional se celebra aún en una veintena de localidades

Los Carochos de Riofrio de Aliste
Los Carochos de Riofrio de AlisteJ.L.LealIcal

Mascaradas tradicionales con personajes diablescos, cencerros y otros elementos característicos han dado este lunes la bienvenida al año nuevo en pequeños pueblos de la provincia de Zamora en los permanece arraigado un peculiar rito escénico para celebrar el comienzo de una nueva anualidad.

Dentro de las mascaradas de invierno que se conservan en una veintena de localidades de la provincia, el 1 de enero el protagonismo lo tienen los municipios de Montamarta y, sobre todo, Riofrío de Aliste, ya que tanto en la cabecera de este último ayuntamiento como en dos de sus anejos se han celebrado representaciones de máscaras que han destacado por lo variados de sus personajes y el protagonismo de los diablos.

En Riofrío de Aliste, la mascarada de Los Carochos ha sacado a las calles hasta once personajes que disfrazados han interpretado a lo largo de la mañana un ritual en el que los dos diablos, también denominados carochos, han acaparado la mayor atención de los asistentes por su llamativo disfraz.

Con su máscara de color negro, con labios y nariz rojos, una peculiar peluca y cencerros a la cintura, el diablo grande ha asustado al público con sus tenazas extensibles, acompañado del diablo chico.

En el alborotado primer día del año en Riofrío de Aliste también se han podido ver otros personajes carnavalescos divididos entre los guapos y los gitanos.

Entre los primeros han figurado el Galán, la Madama, el del Cerrón y el del Tamboril, mientras que en el segundo grupo se ha podido ver al Gitano, el Molacillo, el Ciego, el del Lino y la Filandorra, ésta última vestida con un peculiar traje hecho con tiras de tela de colores.

A cuatro kilómetros de allí, en Sarracín de Aliste, el protagonismo ha sido para Los Diablos, que con una obisparra de personajes de la mascarada parecidos a los de Riofrío, han recorrido las calles acompañados por la Filandorra, el Molacillo, el Ciego, la Filandorra y el Rullón.

En Abejera, también a unos pocos kilómetros de allí, es la tarde del primer día del año cuando se celebran los Cencerrones, con repetición de personajes como la Filandorra, el Ciego, el Molacillo, el Gitano, el Galán o la Madama y con elementos característicos también iguales a la de los pueblos cercanos, como los cencerros o las tenazas extensibles.

En Montamarta, a unos veinte kilómetros de la capital zamorana, el protagonismo lo ha tenido el quinto Orencio Casas, que ha encarnado el personaje del Zangarrón, una mascarada que, a diferencia de en los pueblos del municipio de Riofrío de Aliste, tiene un único protagonista y vuelve a representarse el día 6 de enero, informa Efe.