Escapadas veraniegas
Una mirada al "museo vivo" del Valle de las Caderechas
Un Centro de Interpretación en Salas de Bureba busca dar a conocer más este enclave burgalés
La localidad burgalesa de Salas de Bureba, a 50 kilómetros de la capital, puso en marcha en abril el Centro de Interpretación del Valle de las Caderechas, que se sitúa un edificio rehabilitado de dos plantas, ubicado en el corazón de la localidad, y que busca dar a conocer la flora y fauna de este enclave burgalés, que se sitúa al norte de la provincia y que comprende a más de una docena de pueblos. La red de Museos Vivos-Living Museums es la encargada de gestionar este centro, lo que permite la entrada a sus instalaciones los 365 días del año.
A través de la plataforma web y un sistema tecnológico smart, los visitantes pueden realizar de forma individualizada la reserva en el museo que deseen, el día y a la hora que más les convenga. El sistema les envía un código de acceso que utilizan luego para abrir las puertas de los museos, encendiéndose de forma automática en el interior luces y cualquier otro elemento audiovisual o de sonido que ayuda a completar la visita sin necesidad de un guía.
Un sistema que permite a pueblos pequeños como el de Salas, abrir espacios como este, y dar a conocer las maravillas del Valle de las Caderechas. El edificio, de dos plantas, tiene por el momento ocupada solo la de la parte superior, donde el turista accede tras insertar el código. Allí, una serie de paneles explicativos, fotografías y un vídeo divulgativo dan la bienvenida a los turistas, que podrán conocer más a fondo los secretos del Valle.
“El objetivo es dar a conocer el Valle. Su fauna, su flora, los monumentos importantes que tiene, las rutas de senderismo”, afirma el alcalde de Salas, Rubén Saiz, que señala que aunque el Valle es conocido, les gustaría que se conociese más, y por ello desde su Ayuntamiento han “apostado bastante” por este proyecto. Un proyecto que abrió sus puertas hace relativamente pronto, a lo largo del mes de abril, tras años de trabajo.
Saiz recuerda que empezaron a trabajar en él en 2020, el año de la pandemia. Esto complicó y atrasó mucho la obra, y no fue hasta el pasado año cuando se decidió que Museos Vivos gestionase las entradas de los visitantes. “Es una buena herramienta, porque en un pueblo pequeño es imposible tener a nadie abriendo y cerrando museos”, afirma. Según datos de Museos Vivos, el Centro ya ha registrado cerca de 400 visitantes, una cifra que esperan que siga creciendo este verano.
El Valle de las Caderechas se sitúa al norte de la provincia, en la comarca de La Bureba. Un espacio que sus propios vecinos definen como “ideal” para hacer senderismo, disfrutar del paisaje y de los aromas de sus caminos. Gracias a su protegida ubicación, cuenta con un microclima que lo convierte en “propicio” para un extenso cultivo de cerezos y manzanos. Un paisaje que cada año visitan centenares de personas, atraídos por su fama y las espectaculares vistas que ofrece.
El Centro de Interpretación de Salas es consciente de este éxito, y por ello, en diferentes paneles explicativos da a conocer las maravillas de Las Caderechas, tanto su entorno, como su flora y fauna. Destacan sus cultivos frutales, ya que en este entorno se dan las mejores condiciones para el cultivo de cerezo, y abril es uno de los meses que más visitas recibe la zona por la floración de los cerezos.
De hecho, tal y como se explica en el Centro de Interpretación, uno de los factores que favorece el “éxito” de estas cerezas es la “tardía época de recolección”. Su periodo de maduración es más lento que en otras zonas más calurosas de España, y esto provoca que los frutos cojan más sabor y dulzor, al estar más tiempo en el árbol.
La zona de producción de la cereza y la manzana reineta del Valle de las Caderechas está amparada por su correspondiente Marca de Garantía, un distintivo que garantiza la procedencia y gestión sostenible del cultivo, tanto de los manzanos como de los cerezos de este territorio burgalés.
Un mapa del Valle explica a todos aquellos que se acerquen a visitar el Centro de Interpretación, cuáles son los puntos clave del valle, desde iglesias, acueductos, panorámicas y pintorescos pueblos. Un recorrido que consideran “ideal” para un fin de semana. El mapa incluye también códigos QR sobre los lugares más emblemáticos de cada pueblo, de forma que los visitantes puedan aprender más sobre ellos.
Tal y como explica el alcalde del pueblo, el Centro es relativamente nuevo, ya que lleva muy poco tiempo abierto al público, y tienen intención de utilizar la primera planta para acoger exposiciones de todo tipo. Asimismo, esperan dar a conocer más este museo sobre Las Caderechas, y que más gente se anime a visitarlo.
Museos Vivos
Museos Vivos abrió sus primeros museos en 2018, aunque experimentó un mayor crecimiento tras la pandemia, y registra ya más de 80.000 visitantes, aunque calculan que finalizarán el verano con 100.000 visitantes. Así lo afirma el coordinador técnico de Museos Vivos, Miguel Fernández, que destaca la “enorme progresión” de esta red de museos en los últimos años.
La red de Museos Vivos cuenta hoy con un centenar de museos, 93 de ellos en Castilla y León, seis en Gailia y otro en República Checa. Asimismo, destacan que de los 93 que hay en la Comunidad, alrededor de 50 se ubican en la provincia de Burgos.
Esta iniciativa, gestionada por grupos de desarrollo rural de Castilla y León, busca ofrecer una alternativa turística para poner en valor el patrimonio cultural, etnográfico y medioambiental de los pequeños municipios de Castilla y León. Según indica Fernández, “lo más probable” es que a partir del mes de septiembre se puedan incorporar más territorios y grupos de acción local.
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