Los molinos de viento que enloquecen a los conejos y les vuelve caníbales

España y Castilla y León se están llenando de molinos de viento, ante la inquietud de los que viven y trabajan en el medio rural, que ven como buena parte de medio de vida y subsistencia se está yendo por el váter, por el daño al paisaje que se está haciendo en unos casos, porque muchos vecinos que viven en estos lugares se están marchando al no aguantar el ruido que hace las aspas al menearse, por otro, y también por el daño que muchos animales están sufriendo.

Estos aerogeneradores están creando muchos problemas en bastantes puntos de España, como por ejemplo en Teruel, debido al impacto visual, el ruido, la sombra que perjudica cultivos y las aves protegidas que chocan contra las aspas y mueren. También porque algunos de estos molinos les han colocado en lugares naturales protegidos, como ha pasado con unos que colocaron en el límite del Parque Natural Fuentes Carrionas-Fuente el Cobre, en la provincia de Palencia, que ya es zona protegida y un lugar que vive del turismo medioambiental que puede verse afectado.

Es la cara "B" de estos parques eólicos y plantas fotoovoltaicas que han conseguido poner en pie de guerra a los vecinos de muchas comarcas afectadas por toda la geografía española.

Es el caso que ocupa a esta información y que afecta a un ganadero de la provincia de Valladolid, que ha alzado la voz en televisión, concretamente en el programa "Cuatro al Día" para denunciar lo que le está pasando en su granja ubicada en el municipio de Valverde de Campos, un pueblo de apenas un centenar de habitantes, a causa de estos molinos de vientos, uno de los cuales se encuentra a tan solo 179 metros y, otro, a 336 metros de sus instalaciones

Y es que, según explicaba este ganadero de nombre Nacho Gago, la colocación de este parque eólico junto a su explotación cunícula, de nombre Potosí, en la que se dedica a la crianza del conejo, está provocando que sus conejos, literalmente, se estén volviendo locos e incluso caníbales.

El criador aseguraba estar desesperado y al límite. De hecho, señalaba que su producción se ha reducido a más de la mitad, lo que ya le ha provocado más de 2,2 millones de euros de pérdidas, y tiene claro que si no hay una solución pronto a este asunto, que pasaría porque se paralizaran las dos máquinas que tiene junto a su granja moviéndose todo el día, o tendrá que presentar un concurso de acreedores.

"No aguanto más, la situación es ya insostenible", clamaba este ganadero en directo, mientras apuntaba directamente a estos molinos de viento como causantes de que muchas de sus conejas se estén muriendo de estrés por los ultrasonidos y las vibraciones que producen las aspas del aerogenerador al moverse, o de que a otras les haya generado infertilidad e incluso otros animales estén enloqueciendo y se hayan convertido en carnívoros.

Problemas y efectos secundarios que ha confirmado un reciente estudio elaborado por la Universidad de Valencia.

Una situación que está poniendo en una situación crítica a una empresa que dirige Ángela Gómez, madre de Nacho, con más de 20 años en el sector y que se ha convertido en un referente llegando a tener varios premios por su capacidad de trabajo y de inversión.

«Están masacrando al animal y a nuestro negocio pero pelearemos hasta el final", asegura.

Apoyo del campo

Desde Ismur Castilla y León, la asociación de mujeres de la organización agraria Unión de Campesinos Castilla y León (Uccl) se han puesto del lado de esta granja y han denunciado la gravísima situación por la que está atraviesa por los daños causados por los aerogeneradores de un parque eólico de Naturgy cercano a su explotación.

En un comunicado aseguran que esta explotación es la segunda granja de conejos más grande de la comunidad y una de las seis de mayor tamaño en España habiendo realizado una inversión de dos millones de euros. Si bien, ahora se encuentra en preconcurso de acreedores por los daños que los motores provocan a los animales.

"Desde que el parque eólico se instalara en Valverde de Campos, la granja Potosí ha perdido el 50% de su producción, pasando de producir 300.000 conejos al año a apenas superar los 150.000 y con previsión del cierre si la situación no se arregla, viendo como los animales sufren infertilidad, cambios en el comportamiento volviéndose carnívoros y alta tasa de mortandad", advierten desde Ismur CyL, donde recuerdan que la legislación actual establece una distancia mínima de 500 metros entre los molinos y cualquier contrucción, pero en este caso la distancia es menor, a 179 metros y otro a 330 metros,

La Asociación pide también a la Administración autonómica que se implique en este asunto y dé alguna solución.