Tradiciones

El Zangarrón de Sanzoles abre las mascaradas de invierno en tierras zamoranas

El Tafarrón y la Madama de Pozuelo de Tábara (Zamora) recogen el 'aguinaldo' casa por casa hasta mañana

El Tafarrón por las calles de Pozuelo de Tábara
El Tafarrón por las calles de Pozuelo de Tábara J. L. LealIcal

La mascarada de El Zangarrón que tiene como protagonista a un estrafalario personaje que recorre las calles y persigue a los vecinos de Sanzoles (Zamora), ha abierto este martes en esa localidad de la comarca de Tierra del Vino el ciclo de mascaradas de invierno de Zamora.

Al igual que en Sanzoles, la celebración de San Esteban ha sacado a las calles mascaradas en otros puntos de la provincia como El Tafarrón en Pozuelo de Tábara, La Filandorra en Ferreras de Arriba, Los Caballicos en Villarino Tras la Sierra o la Visparra de Vigo de Sanabria.

Todas estas fiestas de máscaras forman parte del acervo cultural de unas celebraciones simbólicas relacionadas con el cambio de solsticio, el paso a la vida adulta o la dicotomía entre el bien y el mal que perviven en pequeños núcleos de población de la provincia de Zamora.

En el caso del Zangarrón de Sanzoles, que está declarado fiesta de interés turístico regional, el protagonista de la mascarada ha recibido, antes del amanecer y con temperaturas bajo cero, a los quintos del pueblo, que le han acompañado en todo el recorrido alertando de su presencia con cencerros.

El Zangarrón ha vestido una máscara negra con nariz roja, bigote y perilla, cintas de colores llamativos a modo de pelo, un traje de cuadros marrones y blancos, mandil, un zurrón rojo para recoger las propinas y un palo con tres vejigas de cerdo hinchadas con el que amenaza con golpear a quien se encuentra en su camino.

Tanto a la salida del Zangarrón a las calles a primera hora de la mañana como en la procesión de San Esteban tras la misa del mediodía, los quintos han cobrado protagonismo con el baile del Niño a ritmo de castañuela en presencia del enmascarado personaje.

La fiesta se prolonga durante toda la jornada, con una comida "del mutis" en la que los quintos han debido guardar silencio y la salida del Zangarrón de nuevo a las calles por la tarde, esta vez sin compañía de los quintos.

Frente a un único personaje enmascarado en Sanzoles, en Pozuelo de Tábara han sido cuatro los que han protagonizado la mascarada: el Tafarrón, la Madama, el alcalde mayor y el alcalde menor.

De ellos, el Tafarrón, que da nombre a la mascaradas, es el principal y el más llamativo al vestir un traje de juntos secos, un cinturón de cencerros y una máscara negra a la espalda con cuernos de cabra y orejas de liebre.

La tarde del día de Navidad, al igual que ocurre con el Zangarrón de Sanzoles, el Tafarrón de Pozuelo de Tábara se pone en marcha hasta la noche, tras la cena y vestir antes del baile. Aunque es el día 26 cuando los alcaldes, ataviados de forma habitual, y el Tafarrón y la Madama van casa por casa para hacer la tradicional cuestación.

Además del Tafarrón y la Madama, participan dos alcaldes, cuatro mayordomos y otros tantos entrantes, gaitero y tamborilero. El Tafarrón, que golpea con pelota y castañuelas a quien no da el aguinaldo, lleva una espectacular máscara de latón pintada de negro, con toques de rojo en ojos, boca, orejas y pómulos y dos pequeños cuernos y orejas de liebre. La mayor parte del tiempo, la lleva colgada a la espalda.

“El Tafarrón y la Madama tienen que estar muy atentos y no olvidarse de ninguna casa, pues se consideraría como un desprecio a sus moradores, que siempre los esperan y suelen invitarles a tomar algo”, explicaba el investigador y experto en mascaradas, fallecido recientemente, Bernardo calvo. La mascarada se prolonga los días 27 y 28 de diciembre.

En Ferreras de Arriba, los protagonistas de la Filandorra también son cuatro, dos personajes que representan al bien, llamados los guapos, y dos al mal: la Filandorra -de traje negro con cintas de colores y sombrero- y el Diablo -con máscara negra y cuernos de cabra-.

En Villarino tras la Sierra han sido tres jóvenes los protagonistas de una mascarada en la que han encargado al Pajarico y los dos Caballicos mientras que por la tarde en Vigo de Sanabria se celebra la Visparra que concluye con la quema del Ciego.

La provincia de Zamora cuenta con una veintena de mascaradas tradicionales, la mitad de las cuales se celebran el 26 de diciembre o el 1 de enero.