Investigación VIH

Un estudio demuestra que potenciar un tipo de células del sistema inmune facilita la eliminación de células infectadas por VIH

Un grupo de investigadores de Vall d’Hebron ha comprobado que potenciando la actividad de las ‘natural killer’ mediante nanopartículas se favorecería la desaparición de la infección

Investigadores de Vall d'Hebron abren nuevas vías para combatir el VIH gracias a la inmunoterapia
Investigadores de Vall d'Hebron abren nuevas vías para combatir el VIH gracias a la inmunoterapiaVall d'Hebron

Uno de los grandes obstáculos para combatir el VIH es el conocido reservorio viral, que consiste en un conjunto de células infectadas que permanecen latentes hasta que se reactivan. Nuestro sistema inmune cuenta con herramientas para luchar contra el virus, pero como se trata de una infección crónica debido a esa activación continuada de células del reservorio, llega un momento que éste se agota y deja de responder con la misma eficacia.

En este contexto, los grupos de investigación en Enfermedades Infecciosas y CIBBIM-Nanomedicina. Nanopartículas Farmacocinéticas de Vall d’Hebron Instituto de Investigación pusieron en marcha un estudio dirigido a tratar de potenciar la actividad de las células natural killer (NK), que son un tipo de linfocitos del sistema inmunitario con capacidad para reconocer y matar células infectadas por virus y bacterias antes de la que la infección pueda seguir extendiéndose, así como células tumorales, para ayudar a eliminar los reservorios del VIH.

Al respecto, la doctora María José Buzón, responsable de la línea de Investigación Traslacional del VIH en el grupo de investigación en Enfermedades Infecciosas del VHIR, explica que “la inmunoterapia se está potenciando muchísimo en intentar eliminar los reservorios del VIH y la novedad de este estudio es que, si bien gran parte de la inmunoterapia se dirige a las células citotóxicas cd8 porque se sabe que tienen un poder antiviral muy potente, nosotros apostamos por las células NK, cuya función natural es eliminar tanto las células infectadas como las cancerígenas”.

En este contexto y conscientes de que “una de las cosas que sucede con las personas con VIH es que su sistema inmunitario está algo deteriorado y no funciona como debería funcionar”, los investigadores “buscan estrategias para revertir el agotamiento celular del sistema inmunitario”, y en este sentido, el estudio desarrollado en Vall d’Hebron “ha intentado hacer una herramienta que sea capaz de identificar las células infectadas y, al mismo tiempo, identificar las células NK, juntarlas y activar la célula NK para que mate a la célula infectada”.

Esa herramienta son unas nanopartículas, que “hacen como de puente entre las células natural killer y las infectadas, poniéndose en medio de ellas y las atrae para juntarlas y esto hace que se queden enganchadas”, comenta la doctora Buzón, quien al respecto aclara que “para matar, la célula inmunitaria necesita engancharse a la célula infectada o tumoral y muchas veces lo que pasa es que la célula inmunitaria toca pero no acaba de engancharse bien y, por lo tanto, no acaba de matar bien”. “Con esta herramienta lo que hacemos es que la célula inmunitaria, la NK, quede bien enganchada a la célula infectada y la acabe matando de forma más eficiente”,

Estas nanopartículas cuentan con un diseño muy novedosos que permite que éstas sean “biespecíficas y polarizadas, de forma que en un polo de la nanopartícula se expresan una proteína que es capaz de engancharse de forma muy eficiente a la célula NK y por el otro polo, ponemos otra proteína que se engancha de forma muy eficiente a la célula infectada”, cuenta la doctora Buzón.

Al respecto, el doctor Víctor Puntes, jefe del grupo CIBBIM-Nanomedicina.Nanopartículas Farmacocinéticas del VHIR, concreta sobre el carácter novedoso de dichas nanopartículas que “desde 1980 existe la derivación o conjugación de nanopartículas de oro, que son unas bolitas de oro que tienen el tamaño de una proteína o un poquito más grande, derivadas con anticuerpos, pero ahora hemos ido un paso más allá y hemos conseguido que en la misma nanopartícula haya dos tipos de anticuerpos, uno de los cuales reconoce la proteína CD16 que se encuentra en la superficie de las células NK y el otro reconoce la proteína gp120 que expresan las células infectadas, y que además se ordenen en dos dominios, lo que favorece forzar a la célula inmune a atacar a la célula infectada o tumoral”.

“Hasta ahora solo se había conseguido mezclar dos tipos de anticuerpos encima de la partícula, pero no ordenados en dominios, es decir todos los de un tipo juntos y todos los del otro, juntos, y eso es innovador, pero también es importante la manera en qué lo hemos hecho”, señala el doctor Puntes, quien al respecto indica que “hemos encontrado las condiciones en las que incubamos conjuntamente las nanopartículas con la superficie desnuda los dos tipos de anticuerpos, en las condiciones adecuadas, durante el tiempo adecuado a la temperatura adecuada de manera que hacemos que tanto las partículas como los anticuerpos sean un poco inestables, no estén a gusto en esa solución y quieran agregarse los unos con los otros”. “De esta manera, los anticuerpos buscarán la superficie del oro para absorberse y el sistema estará más relajado y también en condiciones de que los anticuerpos interactúen entre ellos, prefiriendo estar junto a otros anticuerpos similares que con uno diferente”

Así pues, esta tecnología “es el medio de conjugación, en el que, espontáneamente, se ordenan los anticuerpos en una partícula de una forma segregada y eso nos permite tener una partícula que detecta dos tipos de células diferentes favoreciendo que se junten y, cuando se juntan, la célula responsable se da cuenta de que la otra célula está infectada o es tumoral y procede a su eliminación”, explica Puntes.

Así pues, gracias a este estudio “se ha podido demostrar que el potenciar las células NK es una terapia que podría funcionar muy bien a la hora de eliminar las células infectadas, se ha demostrado que esta nueva tecnología sirve para aproximar dos tipos de células diferentes haciéndolas polarizadas y, por lo tanto, la nanotecnología se podría usar para diferentes tipos de células y esto nos abre diferentes alternativas”, indica Buzón para poner de relieve que “esta tecnología es aplicable a diferentes campos y cada uno de ellos tendría que adaptarla según las necesidades”. En este sentido, “puesto que las nanopartículas se inseminizan a las pacientes y, en algunos casos éstas podrían ser demasiado grandes para que penetren bien en según qué tejidos, que es donde están las células infectadas por VIH, una de las cosas que estamos haciendo ahora es hacer diseños muy pequeñitos, que se basan simplemente en anticuerpos biespecíficos, y lo estamos probando en ratones”, concluye la doctora