Elecciones municipales

Manuel Valls no será candidato a la Alcaldía de Barcelona en 2023

El exprimer ministro francés admite que su proyecto caduca, aunque no clarifica su futuro

Manuel Valls abandonó el PS tras las presidenciales de 2017
Manuel Valls abandonó el PS tras las presidenciales de 2017Enric FontcubertaEFE

Una vez y no más. La andadura política del exprimer ministro francés va camino de terminarse en 2023, al menos en Barcelona. Manuel Valls anunció anoche en una entrevista en betevé, la televisión municipal de la capital catalana, que no volverá a optar a la Alcaldía en 2023. Es decir, no será candidato a las elecciones municipales de dentro de dos años.

El dirigente admitió ayer que su iniciativa política, la plataforma Barcelona pel Canvi que creó expresamente para asaltar el Consistorio y arrebatar la vara de mando a Ada Colau -a quien se la acabó entregando-, “tiene fecha de caducidad” y deberá reinventarse sin él, sin concretar cómo ni con quién.

Eso sí, Valls quiso dejar claro que Barcelona pel Canvi no fue su proyecto personal y que cuando finalice el mandato él ayudará “de forma política, pedagógica e intelectual” en un proyecto para la capital catalana que tenga una visión metropolitana, aunque de nuevo sin especificar cómo. De hecho, el dirigente evitó responder si volverá o no a Francia cuando deje el Ayuntamiento de Barcelona pese a que recientemente ha asegurado que su deseo es quedarse en suelo catalán.

De entregar la Alcaldía a Colau a romper con Cs

Con las elecciones de 2023 como horizonte si no hay sobresaltos -dos años en la política actual dan para mucho-, Valls cerrará un breve y polémico paso por la arena municipal barcelonesa después de su intento fallido de liderar el Partido Socialista francés. Siempre en las quinielas fallidas para formar parte del Gobierno de Emmanuel Macron, Valls decidió dar el paso y presentarse a la Alcaldía de Barcelona en 2019. Aterrizó con fuerza en la capital catalana, lanzó una importante campaña con su plataforma para tratar de asaltar el Consistorio de la mano de Ciudadanos y Albert Rivera que se fue desinflando poco a poco hasta quedarse en seis concejales tras las elecciones.

Después de basar gran parte de su campaña en confrontar directamente con Ada Colau, el giro de guion llegó a última hora, cuando Valls -junto a Eva Parera y Celestino Corbacho- decidió facilitar la investidura de la alcaldesa y el consiguiente Gobierno de Barcelona en Comú y el PSC para evitar que Barcelona cayera en manos independentistas, en concreto de Ernest Maragall (ERC).

Este factor, junto a las duras críticas de Valls a Vox -se enfrentó con el propio Rivera por la “foto de Colón”- provocó la ruptura entre la plataforma municipalista del dirigente francés y el partido naranja. “Fui uno de los primeros en decir que era necesario un cordón sanitario a Vox. Soy el adversario de todos los nacionalpopulismos, Vox y parte del separatismo catalán. El nacionalismo siempre nos lleva a la confrontación y al supremacismo”, aseguró ayer en la entrevista en Betevé.

El tumultuoso estreno de Valls terminó con él y Eva Parera, exdirigente de Unió, solos en un grupo separado de Ciudadanos en el Consistorio. Ahora, Parera será diputada en el Parlament al concurrir como número tres del PP de Alejandro Fernández.