Aragonès rechaza el órdago de Junts de negociar conjuntamente los Presupuestos del Gobierno

Nueva sesión de equilibrismo en el Parlament por parte de Esquerra, con un ojo en el Palau de la Generalitat y el otro en el Congreso de los Diputados. Pere Aragonès, presidente de un Govern netamente independentista en coalición con Junts, es a su vez el líder del partido clave para la gobernabilidad de España. Una dualidad que este miércoles se ha evidenciado en la cámara catalana a cuenta de la negociación de los presupuestos Generales del Estado tras el acuerdo en el seno de la Moncloa entre el PSOE y Unidas Podemos.

El partido de Puigdemont, apenas 48 después de que su líder quedara libre tras declarar en Cerdeña, ha querido poner en un aprieto a Aragonès al mezclar los temas estrictamente de actualidad política con el caso del expresident y las euroórdenes. Y en este contexto, los posconvergentes han exigido al republicano un “frente común” en el Congreso para negociar los presupuestos. Una reclamación que no es nueva -incluso fue objeto de disputa en los numerosos desencuentros antes de formar Govern- pero que ahora Junts redobla aprovechando el efecto Puigdemont.

Pere Aragonès ha esquivado el envite, se ha salido por la tangente y ha emplazado a los posconvergentes únicamente a negociar “propuestas concretas”. Un “no” de facto a las exigencias de máximos de Junts. “Adelante, tengan propuestas concretas para avanzar y lo que puede hacer el Govern es negociar”, ha respondido el president a sus socios de la Generalitat.

Eso sí, el republicano ha puesto el foco en Puigdemont y ha elevado el tono ante Junts para exigir a Pedro Sánchez una ley de amnistía. “La lucha del exilio nos da la fuerza para pedir una ley de amnistía”, ha asegurado antes de asegurar que “lo que plantea el juezLlarena no es aceptado fuera de la jurisdicción española " y de pedir directamente una “solución política” para el líder posconvergente.