Las mejores excursiones con niños en los Pirineos de Cataluña

Los Pirineos son el mejor refugio y antídoto para los que en verano -ahora más con las olas de calores- no tienen ninguna intención de pasar días enteros con sombrillas, bajo el sol y en playas infestadas de gente. La cordillera ofrece todo lo contrario. Temperaturas mucho más aceptables y más tranquilidad. Descubrimos la primera parte de algunas de las mejores posibilidades de actividades con los pequeños.

1. Artiaga de Lin y Uelhs deth Joeu

En plena comarca del Vall d’Aran, lo que garantiza un entorno precioso. Se trata de una excursión de una hora de duración con una dificultad muy baja, y al final te encuentras cono de los paisajes más bellos y espectaculares de la zona. Es el nacimiento del río Jòeu. Muy recomendable seguir la ruta por un camino hasta el Plan Dera Artiga, con el refugio de Artiga de Lin. Justo al lado está la bonita cascada de Pomèro. En temporada baja nos podemos aproximar en coche pero durante los meses de verano el acceso a la Artiaga de Lin se puede hacer solo mediante un tren turístico que parte desde el aparcamiento de la ermita de la Mare de Deu de l’Artiga.

2. Pla de Beret y Montgarri

Considerada también como una de las mejores excursiones de la Vall d’Aran. La zona es una preciosidad y se puede distrutar todas las estaciones del año y de varias formas ya sea en raquetas de nieve, andando, en bicicleta, en trineos de perros o motos de nieve. Ruta circular de 10,6 km de longitud que recorre el río Noguera Pallaresa desde su nacimiento en el Pla de Beret hasta el santuario de Montgarri, en el extremo nororiental de la Val d’Aran, justo en su límite con el Pallars Sobirá y el departamento francés de Ariège. El itinerario comienza en el Pla de Beret, junto a la estación de esquí de Baqueira-Beret, en la divisoria de aguas entre la cuenca atlántica y la mediterránea. La ruta resigue el río Noguera Pallaresa por la vertiente soleada, recorriendo zonas de pastos, prados de alta montaña y pinares de pino negro hasta alcanzar el histórico santuario de Montgarri.

3. Parque Nacional de Aigüestortes y Estany Sant Maurici.Visita obligatoria, imprescindible. Uno de los paisajes más bellos de la cordillera y de todo el continente, una auténtica joya natural. Es el único parque nacional en Cataluña. Un espacio protegido de 41.852 ha. con más de 200 lagos (estanys), 4 cimas que superan los 3.000 metros y una decena que superan los 2.800 siendo una excelente representación de los principales ecosistemas que podemos descubrir en la alta montaña del Pirineo leridano.

Desde el pequeño pueblo de Espot salen los taxis 4×4 que conducen hasta el Estany de Sant Maurici. Desde allí una excursión familiar clásica de baja dificultad lleva hasta la Cascada de Ratera pudiéndose contemplar durante todo el camino un paisaje de alta montaña donde destaca la cima de pico de Els Encantats.

4. Valls d’Aneu

Es una subcomarca natural situada al noroeste del Pallars Sobirà . Comprende los términos municipales de Alt Àneu , Esterri d’Àneu , la Guingueta de Àneu y Espot. Está conformada por la alta cuenca del río Noguera Pallaresa , y se encaja entre los valles fronterizos de Boí , Aran y Cardós . Como centro del valle y lugar de confluencia de los otros valles más pequeños, Esterri d’Àneu es la predominante y el lugar donde se celebra el mercado. Paisajes fantásticos para toda la familia, con mucho pastoreo y quesos para degustar.

5. Las fallas de Isil

Un poco desconocida, quizá, pero en los Pirineos existe una fuerte tradición fallera. De hecho, está declarada Patrimonio cultural de la Unesco, y que tiene en las Valls d’Àneu y concretamente en Isil una de sus mayores manifestaciones. Como recuerdo de la celebración pagana del solsticio de verano, los fallers de Isil descienden de la montaña con troncos encendidos (fallas o teies), la corrua de la cual en medio de la noche se asemeja a una serpiente de fuego. La impactante celebración de las fallas de Isil de origen pagano tiene lugar cada noche de San Juan, solsticio de verano y culmina con la gran falla plantada en el centro del pueblo, la llamada Falla Major.

6. Iglesia de Sant Joan de Boi

Ya entrados en la Vall de Boi con niños viniendo del Pont de Suert y pasado el núcleo de Barruera un imperdibles total de la Vall de Boi y seguramente su atracción más emblemática es su conjunto románico reconocido Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000.

Estilizadas y elegantes y en un estado de conservación excepcional. Las Iglesias que forman parte de este patrimonio único son: de Sant Feliu de Barruera, la Nativitat de Durro, Sant Joan de Boí,Santa Maria de Cardet, Santa Maria de Taüll y, de especial interés, Santa Eulàlia de Erill la Vall y Sant Climent de Taüll, la más famosa de todas.

7. Täull

Con menos de 300 habitantes es el pueblo más “grande” y con más entidad de la Vall de Boí. Hoy totalmente volcado en el turismo y con numerosos alojamientos y tiendas, recorrer sus calles y casas empedradas situadas a 1.502 metros es una pura delicia, tanto como comprar los quesos o degustar los quesos con leche de cabra en la tienda del Petit Saüc.

En Taüll se encuentra además de Santa Maria la famosa y archiconocida: Sant Climent de Taüll. No os perdáis por nada alguna de sus sesiones devideo-mapping. A los niños les maravilla descubrir como gracias a las posibilidades de la técnica las pinturas de su famoso mural cobra vida. Las originales se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña MNAC de Barcelona. Tras el video mapping se pueden subir los seis pisos de la torre para divisar una de las mejores vistas del valle.