COVID-19

Un estudio confirma que la vacunación protege a las embarazadas de Omicron

Su efectividad a la hora de evitar complicaciones en mujeres gestantes con la pauta completa es del 74% y con la dosis de refuerzo, del 91%

Las mujeres embarazadas con la pauta completa y vacuna de refuerzo están protegidas en un 91% frente a los síntomas graves de la variante Omicron
Las mujeres embarazadas con la pauta completa y vacuna de refuerzo están protegidas en un 91% frente a los síntomas graves de la variante OmicronVall d'Hebron

La pandemia por la COVID-19 abrió un amplio debate acerca de la conveniencia de la vacunación para prevenir complicaciones derivadas de la infección, ya que había quien defendía que la inoculación comportaba más riesgos que beneficios.

Esta incertidumbre y las sospechas sobre las vacunas comercializadas por entonces para hacer frente al virus impactaron especialmente entre las mujeres embarazas, que temían efectos adversos sobre el feto.

En abril de 2021, se puso de evidencia que aquellas mujeres en estado de gestación que se infectaban por SARS-CoV-2 tenían un mayor riesgo de sufrir complicaciones y ahora, un estudio internacional en el que han participado 41 hospitales de 18 países, entre los que se encuentran Vall d’Hebron y el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, confirma que sucede lo mismo con la variante Omicron y que, en este caso, la vacunación ofrece una protección efectiva a las mujeres embarazadas.

En el contexto de este trabajo, coordinado por la Universidad de Oxford y publicado en la revista The Lancet, los investigadores estudiaron a 1545 gestantes diagnosticadas con dicha variante y 3073 sin infección durante noviembre de 2021 y junio de 2022, periodo en el que Omicron era dominante.

Los resultados pusieron de manifiesto, por un lado, que dicha variante durante el embarazo se asociaba a un mayor riesgo de complicaciones, especialmente entres las gestantes sintomáticas y no vacunadas. De hecho, se vio que los síntomas graves aparecían entre un 4 y 7% de las no vacunadas diagnosticadas con Omicron, sobre todo en aquellas con obesidad o sobrepeso, y en el caso de las mujeres embarazadas con una sintomatología más grave, aumentó especialmente el riesgo de preeclampsia, que es como se conoce a la hipertensión arterial durante la gestación.

Por otro lado, el estudio evidenció que la vacunación ofrecía una alta protección frente a los síntomas más graves de la COVID-19 y las complicaciones en el embarazo, de manera que estas mujeres tenían un bajo riesgo de requerir ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. Concretamente, la efectividad de la misma frente al desarrollo de síntomas grave se cuantificó en el 74% en pacientes con pauta completa y, en el caso de haber dosis de refuerzo, ésta alcanzó hasta 91%.

Las vacunas de mRNA, como Pfizer o Moderna, demostraron ser más efectivas en la prevención de los síntomas graves y de complicaciones durante al menos 10 meses desde la última inoculación, mientras que las vacunas con vectores virales, como AstraZeneca y Janssen, también dieron muestras de garantizar una protección adecuada si se había administrado dosis de refuerzo.

Ante estos resultados, la doctora Nerea Maiz, especialista del Servicio de Obstetricia del Hospital Vall d’Hebron e investigadora del grupo de Medicina Materna y Fetal del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), destaca que “el estudio claramente indica la necesidad de una vacunación completa, preferiblemente con dosis de refuerzo, para ofrecer protección a las mujeres embarazadas” y más por cuento en este trabajo no se observaron efectos secundarios por la inoculación ni en la madre ni en el feto o recién nacido, incluso habiendo recibido la vacuna durante la gestación.