Restricciones a la vista

Alerta por la sequía en Cataluña: los pantanos alcanzan su mínimo histórico

El Meteocat constata en los últimos 30 años la autonomía se ha vuelto más seca y más árida con un incremento de las temperaturas de un grado

Cataluña declara la emergencia por sequía en 24 municipios de Girona y Tarragona
Cataluña está a las puertas de implantar restricciones al agua doméstica en diciembreEuropa Press

El volumen de agua almacenada en los embalses de Cataluña está en camino de caer por debajo del nivel mínimo registrado durante la sequía de 2008, cuando las cuencas internas de la región tenían apenas un 21,05% de su capacidad de agua almacenada. Este dato se convierte en un recordatorio preocupante de la fragilidad de los recursos hídricos en la región y de la necesidad urgente de tomar medidas para abordar la sequía.

La sequía de 2008 fue un evento sin precedentes en Cataluña, y el nivel de agua almacenada en los embalses llegó a su punto más bajo en todo el siglo XXI, con solo 146,24 hectómetros cúbicos de agua. En comparación, en el presente año, las cuencas internas registran un 21,3%, y se prevé que en pocos días caiga por debajo del nivel de la sequía de 2008, a pesar de los esfuerzos de las desalinizadoras, que en 2008 aún no existían o no estaban conectadas a la red.

A todo esto hay que sumarle que el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) ha constatado que en los últimos 30 años la autonomía es más cálida y más árida, y que ha habido un incremento medio de 1 grado centígrado en comparación con el periodo 1961-90.

En rueda de prensa este jueves, la directora del Meteocat, Sarai Sarroca, y el catedrático de Geografía de la UB, Javier Martín-Vide, han presentado 'L'Atles Climàtic de Catalunya 1991-2020. Termopluviometria mitjana', que refleja los cambios en comparación con el trentenio anterior.

Sarroca ha afirmado que Catalunya "hoy es más cálida y árida que en el último trentenio, con un incremento de 1 grado", y ha añadido que el mapa que presentan homogeneíza los datos a escala de 100 metros por 100 metros, y está disponible online.

La situación es aún más preocupante si se observa el mínimo histórico de sequía que se remonta a 1989-1990. En ese período, los embalses de las cuencas internas de Cataluña alcanzaron tan solo el 19,1% de su capacidad total, con apenas 117,48 hectómetros cúbicos almacenados a mediados de noviembre de 1989. Aunque en términos de volumen de agua almacenada, la situación actual es ligeramente mejor que en 1989, se debe tener en cuenta que en ese momento aún no existía el embalse de la Llosa del Cavall.

La sequía que afecta a Cataluña en 2023 no es un problema aislado. Numerosos municipios se enfrentan a restricciones de agua a medida que los recursos hídricos disminuyen. Actualmente, 36 municipios se encuentran en fase de emergencia debido a la sequía, mientras que 476 municipios están en fase de excepcionalidad.

El sistema Ter-Llobregat, que abastece a una gran parte de la población de Cataluña, aún no ha alcanzado los niveles desastrosos registrados durante la sequía de 1990. A fines de marzo de 2008, los embalses de Sau, Susqueda, Baells, Llosa y Sant Ponç tenían un total de 125,17 hectómetros cúbicos almacenados, lo que representaba un 20,45% del total. En comparación, esta semana han alcanzado el 22,32% del total, lo que sugiere que, aunque la situación es crítica, todavía no ha superado los niveles de sequía de 2008.

Sin embargo, los embalses del Ter (Sau y Susqueda) han alcanzado mínimos del siglo XXI, con un 20,37% de agua almacenada a finales de marzo de 2008. A pesar de esta situación excepcional, los embalses del Ter todavía tienen un valor significativamente superior a los mínimos históricos de la sequía de 1990, cuando apenas almacenaban menos de 50 hectómetros cúbicos de agua, el 11,18% de su capacidad total.

La falta de lluvias en el horizonte agrava aún más la situación. El anticiclón se mantiene firme en los próximos días, y las perspectivas de lluvia son escasas en un momento en que tradicionalmente se esperaría un aumento de las precipitaciones en Barcelona y Cataluña.

Recursos y medidas para afrontar la sequía

La sequía actual en Cataluña plantea un desafío sin precedentes, y las autoridades están explorando diversas soluciones para abordar esta crisis hídrica. El director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, aboga por invertir en infraestructuras a largo plazo para abastecer el suministro de agua, pero también señala la necesidad de considerar todas las posibles soluciones en una situación de emergencia.

Uno de los avances más significativos desde la sequía de 2008 ha sido la expansión de la desalinización de agua. La construcción de la planta de Prat de Llobregat, la más grande de Europa para el abastecimiento urbano, ha permitido aumentar significativamente la capacidad de producción de agua dessalinitzada en la región.

Además, se planea ampliar aún más la capacidad de la dessalinitzadora de la Tordera, que pasaría de 20 hectómetros cúbicos al año a 80, igualando la capacidad de la planta de Prat. También se proyecta la construcción de una tercera planta en la conca del Foix, en Cunit, para aumentar aún más la producción de agua dessalinitzada.

Paralelamente, se ha intensificado la regeneración de agua, con planes para duplicar el número de Estaciones de Regeneración de Agua (ERA) en los próximos seis años, lo que permitiría reutilizar el 20% del agua depurada.

30 meses sin lluvia

La falta de lluvia es uno de los desafíos más significativos de la sequía actual en Cataluña. Mientras que en la sequía de 2008 se encadenaron más de 16 meses sin precipitaciones destacables en las cabeceras de los ríos catalanes, en la situación actual se acumulan más de 30 meses sin lluvias importantes. Esto ha llevado a una disminución crítica de los niveles de agua en los embalses, exacerbada por la alta demanda de agua durante el verano debido a las altas temperaturas.

La gestión del agua se ha vuelto aún más crítica en la situación actual, con restricciones de agua en numerosos municipios y la declaración de emergencia de sequía como una posibilidad real. La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha destacado que con las reservas actuales, es posible llegar a la situación de emergencia en diciembre. Esto significa que es fundamental tomar medidas drásticas y sostenibles para abordar la sequía y garantizar un suministro adecuado de agua a la población.

La sequía en Cataluña no se limita a unos pocos municipios; es un problema que afecta a millones de personas en la región. En las cuencas internas gestionadas por la ACA, solo 13 municipios se encuentran en situación de normalidad, mientras que 105 están en alerta, 477 en excepcionalidad y 36 en emergencia. Esto significa que alrededor de 7,5 millones de personas viven en municipios con restricciones de agua.

En las cuencas del Ebro, que abarcan la mitad oeste y sur de Cataluña y representan el 8% de la población, la situación es algo mejor, pero todavía lejos de ser óptima. Los embalses están, en promedio, por encima del 31% de su capacidad, pero la sequía sigue siendo un desafío en toda la región.

Para abordar la sequía actual y futuras crisis hídricas, se deben tomar medidas a nivel local. Esto incluye la implementación de normativas que obliguen a las nuevas construcciones a utilizar sistemas de aprovechamiento de aguas grises, como el que se ha adoptado en ciudades como Sant Cugat del Vallès.

El aprovechamiento de aguas grises, que implica recoger y tratar el agua de duchas y lavabos para su reutilización en sistemas de riego o inodoros, puede reducir significativamente el consumo de agua en los hogares. Los municipios deben promover medidas que fomenten la conservación del agua, como el riego eficiente y la regulación de los consumos superfluos, como el riego de grandes jardines.