Opinión
Aquellas gentes de la Transición
España pasó de un régimen autocrático a una democracia plena sin grandes convulsiones
Durante esta semana ha sido mucho lo escrito, publicado y emitido sobre la Transición de la que se han cumplido cincuenta años. Cada uno puede hacer el análisis histórico que mejor le parezca sobre lo acontecido, si lo sucedido fue o no suficiente, si algo se hizo mal, si el balance es completamente positivo, etc.
Lo cierto y verdad es que España pasó de un régimen autocrático a una democracia plena sin grandes convulsiones. Aquella España en la que se había ampliado una clase media, que tenía acceso a una vivienda, a un utilitario, etc., aunque en muchas ocasiones fuese a base de un gran esfuerzo personal, no estaba para volver a las andadas de lo que fue una guerra civil. Teníamos que llegar a la democracia, pero sin sobresaltos ni aventuras y así se hizo.
Y se hizo gracias a eso y a una serie de hombres que así lo entendieron y así lo plantearon, desde el Rey don Juan Carlos, cuyos errores posteriores no pueden hacer olvidar su papel en aquel momento, hasta personajes como Manuel Fraga que desde el franquismo llevaba años entendiendo que las cosas debían cambiar, a Santiago Carrillo, quien pese a su pasado en ese momento supo llevar al Partido Comunista a reconocer la monarquía y la bandera bicolor, pasando por ese hombre clave que fue Adolfo Suarez, o Felipe González, que llevó al Partido Socialista a desengancharse del marxismo, o quienes trabajaron más en la sombra como Torcuato Fernández-Miranda o Miguel Primo de Rivera que puso el peso de su apellido.
Entonces muchos no supimos comprender lo que sucedía, pero con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de que aquello era lo que había que hacer.
Hablo de esos hombres porque se lo merecen y también, por contraposición con lo que ahora vemos, con lo que ahora vivimos a diario. Un Parlamento convertido en una auténtica jaula de grillos, una carencia absoluta de altura de miras, una clase política que no pasa de mediocre. Mucha gente que fuera de sus partidos no serían, no son nada.
Da pena y vergüenza ajena en muchas ocasiones escuchar las noticias, oír sólo insultos y descalificaciones, propuestas demagógicas, alejadas del fondo de lo que preocupa a los españoles. Dicen que hemos aumentado la renta per cápita. ¡Faltaría más! Pero mucho más han aumentado los impuestos, los precios, es más difícil el acceso a la vivienda, o a un utilitario, como se decía antes.
Aquellos hombres de la Transición hicieron lo que tenían que hacer. De unos años a esta parte lo están destrozando todo, quieren que volvamos a las dos Españas para justificar mantenerse en el poder. Los españoles no nos merecemos la podredumbre en la que los actuales gobernantes nos han metido.