Acuerdo de claridad

Aragonès lanza cinco preguntas para su nuevo referéndum de independencia

La JEC recrimina al presidente catalán su "electoralismo" con el acuerdo de claridad, promocionado desde la Generalitat

Cinco preguntas "para establecer las reglas del juego, para dar respuesta a la voluntad de la ciudadanía de decidir el futuro político del país". Así ha anunciado Pere Aragonès los interrogantes que ha trasladado a su grupo de expertos para que empiecen a esbozar el referéndum de independencia pactado que luego él pretende proponer al Gobierno coincidiendo con las elecciones generales.

Las preguntas son amplias, no abordan apenas ninguna concreción -salvo la última- y sirven para justificar el trabajo del nuevo sanedrín del Govern, que deberá emitir un informe a lo largo de este mes.

Una por una, son las siguientes:

¿Qué características tendría que incluir un acuerdo de claridad con el Estado español para resolver el conflicto político?

¿Qué mecanismos existentes en la política comparada permitirían aportar soluciones al conflicto político?

¿Qué actores políticos e instituciones deberían tomar la iniciativa con tal de implementar estas soluciones?

¿Qué función debería tener un referéndum sobre el futuro político de Cataluña, u otros mecanismos análogos, a la hora de resolver el conflicto político?

¿Qué características debería cumplir un referéndum sobre el futuro político de Cataluña, u otros mecanismos análogos, para tener la máxima legitimidad e inclusión y asegurar la validez y la implementación?

La última de estas cuestiones es la que el Govern ha planteado para que defina como debería ser la consulta que luego Aragonès quiere plantear al Gobierno. Aunque no incluyen la palabra "independencia" ni "autodeterminación", el presidente catalán sí que ha dejado claro en rueda de prensa que su voluntad es "poder votar en libertad el futuro de nuestro país" y el resultado "se debe poder implementar".

El siguiente paso, según la hoja de ruta de la Generalitat, será una mesa de partidos para junio, después de las municipales. De momento, todos las formaciones salvo los Comunes la han rechazado.

Toque de atención de la Junta Electoral

Aún sobre el referéndum pactado, la Junta Electoral Central (JEC) ha recriminado este miércoles al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, las valoraciones "electoralistas" que emitió en rueda de prensa de la semana pasada al anunciar su hoja de ruta basada en el acuerdo de claridad desde el propio Palau.

La JEC ha estimado parcialmente la denuncia de Cs, al considerar que las declaraciones de Aragonès en la rueda de prensa "vulneraron la prohibición" que establece el artículo 50.2 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) -que veta, en periodo electoral, cualquier acto organizado o financiado por los poderes públicos que utilice imágenes o expresiones similares a las utilizadas en sus campañas por alguno de los partidos que concurren a las elecciones-, aunque cree que "no procede la incoación de expediente sancionador".

Eso sí, ha instado a Aragonès a que "en futuros actos institucionales extreme su diligencia para evitar vulnerar el principio de neutralidad que los poderes públicos están obligados a respetar durante el proceso electoral" y a que "dicte las instrucciones oportunas" para que hasta las elecciones municipales del 28 de mayo "sean retiradas de los soportes institucionales de difusión las manifestaciones valorativas" objeto de denuncia.