Municipal
Barcelona encarecerá la tasa turística al máximo permitido: 4 euros por noche
El Ayuntamiento espera elevar la recaudación hasta los 115 millones de euros
El gobierno del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha propuesto incrementar el recargo municipal al impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos, conocido como tasa turística, hasta el máximo permitido, de cuatro euros por persona y noche.
Así lo ha afirmado este viernes el cuarto teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, quien ha anunciado que presentará la propuesta en el pleno municipal del mes de julio.
Valls ha detallado que, con esta subida, Barcelona pasaría de recaudar 95 millones de euros -75 millones del recargo y 20 millones del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos (IEETS)- a 115 millones de euros.
Este anuncio se ha realizado en el marco de una propuesta de ERC en el pleno, la cual ha sido aprobada por todos los grupos municipales, excepto PP y Vox.
Esta iniciativa presentada por los republicanos también insta a la Generalitat y al Parlamento de Cataluña a modificar la Ley 5/2020 de medidas fiscales y financieras para que el importe de este recargo pueda superar el actual.
Desde el 1 de abril de 2024, el consistorio recauda 3,25 euros por pernoctación en cualquier establecimiento y a los cruceristas, cantidad que se suma a la tarifa general que percibe la Generalitat.
En octubre de 2023, el gobierno municipal anunció su intención de aumentar de 3,25 a 4 euros el recargo para los cruceristas de corta estancia (menos de 12 horas) y pisos turísticos.
Sin embargo, en este caso la subida se aplicará en todos los conceptos, incluyendo hoteles de entre cuatro y cinco estrellas, el resto de equipamientos y establecimientos, y cruceristas de larga estancia (más de 12 horas).
"El pasado 12 de junio hicimos una solicitud formal de informe al Consejo Tributario para incrementar la tasa turística hasta los cuatro euros. Queremos presentar la propuesta en julio y, dependiendo de si hay alegaciones o no, la medida se podría aplicar entre octubre de este año y abril de 2025", ha especificado Valls.
El cuarto teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo ha precisado que la recaudación de este recargo turístico se destina a servicios como limpieza, seguridad y transporte, espacios de gran afluencia (EGA) y a la mejora de las infraestructuras feriales.
Por su parte, la líder del grupo municipal de ERC, Elisenda Alamany, ha alertado de que Barcelona "es una ciudad global que no quiere perder su esencia" y que este año "se encamina hacia un récord de turistas, con 36 millones de pernoctaciones".
Alamany ha recordado que en 2020, el Instituto de Economía de Barcelona y la Universidad de Barcelona elaboraron un estudio que cuantificaba el gasto no financiero que el consistorio tuvo que asumir en 2019 a causa del turismo.
"Las conclusiones fueron que el impacto neto fue de -4,68 % sobre el total del presupuesto. Estamos hablando de un impacto de 121 millones de euros en el presupuesto municipal, que con la inflación de los últimos años se sitúan en casi 146,2 millones de euros", ha puntualizado.
En este sentido, ha subrayado que la diferencia entre los 95 millones de euros de la fiscalidad turística y el impacto del turismo en la ciudad "deja una diferencia de casi 50 millones de euros que los barceloneses pagan con sus impuestos".
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