La batalla vecinal de Sant Antoni salpica a Collboni: "Nos ha mentido"

Se veía venir que los vaivenes del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, con la ronda de Sant Antoni podría traerle su primer conflicto vecinal. Y así ha sido. Vecinos de la Ronda de Sant Antoni, en Barcelona, se mantienen firmes en su lucha para que el Ayuntamiento retome el proyecto de reforma acordado en 2018, que fue descartado a favor de una propuesta de BComú justo antes de las elecciones. Estos vecinos se sienten completamente engañados por los socialistas, especialmente por Collboni, a quien acusan de mentir.

Durante la campaña electoral, Collboni prometió revocar la reforma de la ronda, lo que llevó a los vecinos a realizar una intensa campaña a su favor. "Es plausible que gracias a nosotros esta gente tenga la alcaldía", lamenta José María Cifuentes, portavoz de la Plataforma de Vecinos de la Ronda de Sant Antoni, quien cree que la reforma fue usada como moneda de cambio en un pacto entre el PSC y los comunes después de las elecciones generales de 2023.

La propuesta definitiva para la ronda de Sant Antoni contempla la creación de una plaza y la conservación del paso del autobús. El gobierno municipal espera tener el proyecto ejecutivo listo para marzo, una vez se haya retirado la losa de hormigón, para que la reforma pueda comenzar en verano. Sin embargo, los vecinos están estudiando acciones legales y han pedido una reunión urgente con Laia Bonet, primera teniente de alcaldía de Urbanismo, quien hasta el momento no ha respondido a su solicitud.

En la plataforma que defiende esta propuesta se encuentran diversas entidades como AV Raval, Som Sant Antoni, Sant Antoni Comerç, Encants de Sant Antoni, Dominical de Sant Antoni y el Mercado de Sant Antoni. No obstante, también se está constituyendo una nueva asociación que representará únicamente a los vecinos de la ronda, y esta entidad estudiará los pasos legales a seguir y llevará el caso al Síndic de Greuges.

Los vecinos defienden que la reforma incluya un carril bus de doble sentido, un carril bici, espacios de carga y descarga, así como vías para el tránsito de ambulancias y taxis. Cifuentes compara su aspiración para la calle con el paseo de Sant Joan, criticando el proyecto de pacificación que se ha aprobado.

Por su parte, diversas entidades de Sant Antoni también exigen que se mantenga el proyecto consensuado en 2018 y manifiestan su preocupación por la demora en el proceso de adjudicación de los trabajos, temiendo que se pretenda cancelar el proyecto.

El líder del Partido Popular en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, ha expresado su apoyo a los vecinos y ha señalado que los políticos no pueden decir una cosa durante la campaña y luego hacer lo contrario. El PP presentará una iniciativa al Pleno Municipal para que los grupos se posicionen al respecto, y espera que una amplia mayoría del Ayuntamiento respalde el proyecto original consensuado en 2018.

El pasado 13 de julio, el gobierno socialista anunció que el proyecto de la Ronda de Sant Antoni seguiría adelante siguiendo el modelo de la ex alcaldesa, Ada Colau, una decisión que sorprendió a muchos debido a la falta de apoyo de la mayoría de los vecinos y comerciantes. La primera teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, justificó la decisión alegando que ya había un proceso de limitación en curso y que el gobierno optó por respetarlo por responsabilidad.

En respuesta a los incumplimientos electorales y las promesas no cumplidas de Collboni, un grupo de vecinos y comerciantes se reunió para protestar y acusarlo de mentir durante la campaña electoral. En un comunicado, recordaron que en un acto en Sant Antoni, Collboni y el PSC prometieron revertir el proyecto de los comunes y licitar el suyo de 2018 en sus primeros 100 días como alcalde.

La comunidad vecinal exigió una reunión urgente con Laia Bonet para obtener explicaciones, pero hasta el momento no han recibido respuesta.

Los problemas en la ronda de San Antonio llevan años preocupando a los vecinos, quienes denuncian la presencia de contaminación acústica, el aislamiento de los servicios públicos, la falta de espacio para la carga y descarga de los comercios, problemas de movilidad, botellones nocturnos, robos y dificultades con la circulación de patinetes eléctricos.