Día Mundial de la Lucha contra el Sida
Los casos de VIH en Cataluña caen a la mitad en diez años
El número de infecciones se estabiliza en los últimos años, pese al ligero repunte en 2022 respecto al año anterior
Coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el Departamento de Salud detalló este viernes que en Cataluña hay 32.579 personas viviendo con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Según datos del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las ITS y SIDA, el número de nuevos diagnósticos en 2022 fue de 460, lo que representa una tasa de 5,9 casos por cada 100.000 habitantes. Estas cifras demuestran una situación de estabilización del número de nuevas infecciones y una reducción a la mitad respecto a hace una década.
En el periodo 2011-2021, se observa una paulatina disminución en el número de nuevos diagnósticos del virus, pasando de 11,8 casos por cada 100.000 habitantes en 2011, hasta los 5,6 casos en 2021, estabilizándose en 2022. Este descenso gradual en la cifra de los casos es atribuible a la expansión del tratamiento, que desde 2015 lo recibe toda persona diagnosticada, independientemente a su condición clínica, así como al aumento del uso de la profilaxis pre exposición al VIH (PrEP), entre otras causas.
De los nuevos casos, la principal vía de transmisión, que representa un 57,7 %, se produjo en hombres que tienen sexo con otros hombres, y un 35,7 % fue en hombres y mujeres heterosexuales. El 83,5% de los infectados son hombres, que representan una tasa de 10 casos por 100.000 habitantes, mientras que las mujeres tienen una tasa de 1,9 en esa escala.
Para hacer frente a esta problemática, Cataluña dispone del Plan de acción frente al VIH y otras ITS 2021-2030, que impulsa el Departamento de Salud, con objetivos y actuaciones a desarrollar en materia de prevención de nuevas infecciones. Según la consejería, las medidas del plan son fundamentales para reducir la incidencia de la infección por el virus y de otras enfermedades de transmisión sexual, facilitar el acceso precoz al tratamiento y mejorar la calidad de vida de los infectados.
Una de las estrategias más eficaces en la prevención del virus, aseguran, es el uso del PrEP, la pastilla preventiva del VIH. Es un tratamiento que, según informan, supone una estrategia de salud pública muy efectiva para prevenir el virus en personas con elevado riesgo de infección si tienen un contacto. Desde que entró en la cartera de servicios públicos a finales del 2019, el número de beneficiarios de esta no para de crecer. Según datos de Salud, en el 2022 se administró a 9.000 personas en 21 dispositivos sanitarios de toda Cataluña, la mitad de todo el Estado.
Por su parte, el Hospital Clínic de Barcelona ha renovado su unidad para el tratamiento de personas con VIH, el Sida y otras enfermedades infecciosas. Este viernes, el consejero de Salud, Manel Balcells, acompañado de responsables del hospital, visitó las nuevas instalaciones, que atienden una nueva infección por VIH cada cinco días, según cifras del centro. «Nos queda mucho trabajo por hacer, cada vez habrá más personas con VIH por encima de los 50 años. Debemos abordar los efectos a largo plazo del virus en los pacientes, la cronicidad y sus efectos», aseguró Balcells. También remarcó que el abordaje del VIH se tiene que hacer desde diferentes ámbitos, empezando por la prevención, hasta el tratamiento eficaz y la identificación de todas las personas portadoras.
La renovación ha sido posible gracias a una donación de 1,2 millones de euros de un ciudadano anónimo que ha hecho al hospital, específicamente para mejorar el tratamiento del VIH y la enfermedad del sida. La unidad hace seguimiento de unas 7.000 personas que tienen el virus, y este año ha iniciado el seguimiento de otras 417, de las cuales 75 son pacientes de nueva infección.
Las nuevas instalaciones cuentan con 400 metros cuadrados, una docena de despachos para consultas y cuatro espacios para administración de tratamientos. También disponen de un laboratorio para procesar muestras para los pacientes que reciben tratamientos antirretrovirales, tanto estándares como de estudios o ensayos clínicos.
En paralelo, el hospital tiene desde el 2018 un programa para identificar personas que practican sexo usando químicos o drogas para tener relaciones sexuales más prolongadas, conocido como «Chemsex». Esta práctica, según el jefe de la unidad de VIH-Sida, Josep Mallolas, aumenta la posibilidad de transmisión de enfermedades, ya que se tiende a tener sexo con más gente y durante más tiempo. Actualmente, la unidad hace el seguimiento a 300 personas, la mayoría con infección de VIH, y constata una disminución de prácticas de «Chemsex» y un mejor control de problemas psicológicos en ese grupo.
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