Parlament

Crisis en Junts: expulsan a la diputada que denunció acoso por razón de género

Cristina Casol se incorporará al Grupo Mixto en el Parlament tras renunciar a entregar su acta de diputada y pone de manifiesto la ruptura entre Turull y Borràs por definir la hoja de ruta de la formación

El secretario general de JxCat Jordi Turull (i) y la presidenta del partido, Laura Borràs
Junts avala expulsar a Cristina Casol del grupo parlamentario tras su denuncia de presunto acosoMarta PérezAgencia EFE

La dirección de Junts ha votado esta mañana en la sede del partido la expulsión del mismo de una de las diputadas de la formación en el Parlament de Cataluña, Cristina Casol. La parlamentaria ilerdense había denunciado a su grupo en la Oficina de Igualdad del Parlament por presunto acoso por razón de género y la empresa externa que llevó a cabo la investigación concluyó que "no había hechos probados" que determinaran las alegaciones de Casol pese a que se describe un "fuerte ambiente de tensión" y "machismo cultural arraigado" en el seno de los posconvergentes. "Hay una base fuertemente patriarcal", señala el informe respecto a las dinámicas de trabajo de Junts en la Cámara catalana.

La decisión se ha tomado tras una reunión de la ejecutiva del partido que ha empezado a las 10 de la mañana y a la que Casol ha acudido sola 20 minutos más tarde. De los 23 miembros del órgano directivo, 15 han votado favorablemente a la expulsión de la diputada del partido y únicamente ocho de ellos han defendido la permanencia de la diputada. Fuentes de Junts afirman a este diario que la cumbre se ha desarrollado "con mucha tensión y lágrimas" y causa de ello es la proximidad de Casol con la expresidenta de la Cámara y presidenta de Junts, Laura Borràs, que fue apartada de sus funciones por el propio Parlament al ser investigada tras participar en una trama de corrupción por la que fue posteriormente condenada. La dirigente representa el ala más beligerante de los posconvergentes con el Estado en contraposición al Secretario General, Jordi Turull, menos incómodo con el "peix al cove" al que pretende regresar la formación, según parece, tras sus pactos con el PSOE en Madrid.

Previamente al encuentro, Casol ya había trasladado tanto a Turull como al presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, que no entregará su acta de diputada pese a ser expulsada del partido y en contra de lo que la propia formación le había "pedido". Será el grupo parlamentario quien ejecute la destitución, presumiblemente en las próximas fechas, para que Casol se incorpore como diputada no adscrita en el Grupo Mixto, formado exclusivamente por parlamentarios del Partido Popular al no haber alcanzado el número de escaños previsto en el reglamento para poder formar grupo propio en la presente legislatura.

Casol no fue la única que interpuso la denuncia por acoso en el Parlament, para más inri. La también diputada y secretaria segunda de la Mesa, Aurora Madaula, alegó haber sufrido "violencias silenciosas" por parte de algunos de sus compañeros y tomó el mismo camino que su compañera de bancada, con quien también comparte afinidad por la excandidata Borràs. La presidenta del Parlament, Anna Erra, instó a Madaula a "reflexionar sobre su decisión" y del dictamen pertinente, en esta ocasión, todavía no se ha tramitado al encontrarse la secretaria segunda de la Mesa de baja. Madaula ha participado de forma telemática en la reunión, no obstante, y ha defendido los postulados de su todavía compañera Casol, a expensas del reencuentro de ambas en el Grupo Mixto.

Ni Borràs ni Turull han considerado oportuno hacer declaraciones a la salida de la ejecutiva. La versión oficial de la dirección del partido es que "no hay machismo en Junts" y atribuyen estos acontecimientos al debate político interno en el que están sumidos los posconvergentes y a las "difamaciones y filtraciones externas", en base a las cuales la formación tiene la intención de emprender medidas legales. La expulsión de Casol, sin embargo, ha puesto de manifiesto la crisis interna de una formación dirigida con mando a distancia y sin una deriva definida entre los dirigentes terrenales de la misma, que pierde adeptos entre los votantes de la derecha catalana elección a elección mientras extorsiona con éxito al Gobierno de Pedro Sánchez.