Fin de semana
Este es el espectacular campo rosado de Cataluña que parece sacado de Japón
Miles de hectáreas de árboles frutales, especialmente del melocotonero, se concentran en este pequeño municipio de Lleida
Una auténtica postal de Japón en la Cataluña más interior. Aitona, una minúscula localidad de la provincia de Lleida, concentra miles de hectáreas de árboles frutales, especialmente de melocotoneros. Un negocio agrícola y turístico en auge en este arranque de primavera, con los árboles floreciendo y dejando un paisaje que cada año atrae a más visitantes a la zona.
Es más, este fin de semana es uno de los últimos en los que contemplar el color rosáceo en su máximo esplendor en los campos de Lleida. En verano, el verde intenso será el protagonista mientras que el amarillo aparecerá en otoño. De hecho, la espectacularidad de la floración de los melocotoneros empieza a finales de febrero hasta finales de marzo, con su momento álgido en estos primeros días de primavera.
Bajo la marca Fruiturisme, la cooperativa de la zona organiza a junto al Ayuntamiento de la localidad varias rutas guiadas en autobús o en bicicleta, distintas actividades y degustaciones gastronómicas alrededor de los árboles frutales de Aitona e incluso la posibilidad de apadrinar un árbol. Este mismo domingo hay una excursión solidaria sobre dos ruedas -en bicicleta- por la zona. Su objetivo es "aprovechar la excelente calidad" de los melocotones y sus tres variedades derivadas -la nectarina, del paraguayo y de la platerina- para "promocionar el campo aitonense como destino turístico y generar nuevas oportunidades de desarrollo económico del territorio".
También hay varias rutas libres, de pocos kilómetros y escasa pendiente para contemplar el color de unos campos únicos en Cataluña. Por ejemplo, la primera excursión parte del municipio de Aitona, es circular y transcurre a orillas del río Segre. De 6 kilómetros, se recorre en 1 hora 15 minutos aproximadamente.
La segunda posibilidad es subir hasta la Ermita de estilo románico de San Joan de Carratalà, desde donde se puede admirar la riqueza agrícola del valle en una salida de 4 kilómetros y medio.
Y, por último lugar, Fruiturisme recoge también el Camino Verde Natural Aitona-Soses, un recorrido entre los dos pueblos de casi 10 kilómetros que bordea el río Segre.
Aitona es un pueblo de poco más de 2.500 habitantes situado en la ribera baja del río Segre, a un paso de Alcarràs y a prácticamente 200 kilómetros en coche desde Barcelona. La localidad está enfocada en la agricultura con el cultivo de olivos, almendros, trigo y cebada, además de los mencionados árboles frutales.
El espectáculo de colores por la floración de los melocotoneros de Aitona es comparable a los famosos cerezos del Jerte (Cáceres).
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