
Cataluña
La Generalitat deja solo un 20% de espacio en la universidad al castellano y otras lenguas
El Ejecutivo catalán justifica el plan como una forma de “garantizar el derecho del alumnado a recibir la docencia en catalán"

El Govern de la Generalitat de Cataluña pretende que el castellano ocupe solo un 20% de las horas lectivas en las universidades catalanas. Así se desprende de la respuesta que da la consellera de Recerca i Universitats, Núria Montserrat, a una pregunta parlamentaria del grupo de Vox sobre los criterios que justifican la obligatoriedad del uso del catalán en la docencia universitaria. En su contestación, el Ejecutivo autonómico defiende el objetivo de que el 80% de las asignaturas de los grados universitarios sostenidos con fondos públicos se impartan en lengua catalana, dejando solo un 20% del espacio al castellano y a otras lenguas.
El Departament de Recerca i Universitats sostiene que esta proporción responde a un acuerdo «compartido, debatido y consensuado» entre el Govern y las universidades catalanas, alcanzado en el marco del Consell Interuniversitari de Catalunya. Según el texto remitido al Parlament, el propósito del plan es «garantizar que el catalán sea la lengua de uso mayoritario en los grados sostenidos con fondos públicos», es decir, que el catalán sea la lengua predominante en la universidad.
Un objetivo, no una imposición
La Generalitat insiste en que este 80% no constituye una imposición, sino un «objetivo» dentro del Pla d’enfortiment de la llengua catalana en el sistema universitari i de recerca de Catalunya, vigente para el periodo 2022-2025. El documento, subraya el Govern, no contempla sanciones en caso de incumplimiento, ya que se trata de una «meta compartida» entre las instituciones académicas. Cada universidad, añade, debe elaborar su propio Pla d’increment de la docència en català (PIDOC), adaptado a su contexto sociolingüístico y a su punto de partida particular.
El ejecutivo recalca que no existe ninguna obligación directa sobre el profesorado o sobre las facultades, sino una orientación general para «mejorar la oferta de docencia en catalán». Aun así, el Govern deja claro que el propósito final es que ocho de cada diez asignaturas se impartan en catalán, lo que en la práctica limita considerablemente la presencia del castellano en las aulas universitarias.
Uno de los principales argumentos de la Generalitat es la defensa de los «derechos lingüísticas del estudiante», es decir, el derecho del alumnado a recibir la docencia en catalán. Según el Govern, el establecimiento del 80% de docencia en esta lengua «es perfectamente compatible» con la oferta de asignaturas en castellano o en otras lenguas, y tiene como finalidad garantizar que los estudiantes puedan cursar sus estudios en catalán si así lo desean.
El texto remitido al Parlament subraya que las universidades catalanas ya disponen de una «oferta amplia de asignaturas en lengua castellana», lo que, según el Govern, prueba que no hay discriminación ni exclusión del castellano. Sin embargo, no se especifican cifras concretas sobre el número de asignaturas impartidas en castellano ni sobre su distribución en los diferentes grados.
Planes de acogida
La Generalitat dedica una parte importante de su respuesta a explicar las medidas de acogida lingüística y cultural dirigidas a los estudiantes procedentes de fuera del ámbito catalanohablante.
Según el Govern, las universidades cuentan con programas de bienvenida que incluyen cursos gratuitos de catalán de nivel inicial, actividades culturales y programas de voluntariado lingüístico o de intercambio, con el objetivo de facilitar la integración del alumnado extranjero o castellanohablante.
Durante el curso 2023-2024, asegura el documento, más de 15.000 estudiantes participaron en estas actividades. El Ejecutivo presenta estos datos como prueba del «éxito» de sus políticas de inmersión y del compromiso del sistema universitario catalán con la difusión de la lengua y la cultura propias.
Un plan sin sanciones
En su respuesta, la Generalitat recalca en varias ocasiones que no se prevén sanciones para aquellas universidades que no alcancen el 80% de docencia en catalán. El plan, señala el Ejecutivo, «no tendría sentido dentro del marco del Plan de fortalecimiento, que es fruto de un gran acuerdo del sistema universitario y de investigación de Cataluña». No obstante, el texto deja claro que las universidades se comprometen a adoptar las medidas necesarias para lograr ese porcentaje, en función de sus posibilidades y de su contexto lingüístico.
En este sentido, aunque no existan castigos formales, el Govern espera un esfuerzo activo por parte de las universidades para incrementar progresivamente el uso del catalán en las aulas, reduciendo de forma indirecta el espacio del castellano en la enseñanza superior.
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