La Generalitat sanciona a la extrema derecha independentista por su discurso sobre inmigración

La consejería de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Cataluña ha sancionado con 10.001 euros a la líder de la formación ultraderechista e independentista Aliança Catalana, Sílvia Orriols, por unas declaraciones en un programa de televisión. Esta multa corresponde al expediente que la asimismo alcaldesa de Ripoll tenía abierto a través de la Oficina de Igualdad de Trato y No-discriminación, dependiente del departamento que dirige la republicana Tània Verge. En un programa de la extinta 8TV, Orriols mantuvo un debate con el catedrático Ramon Cotarelo donde versó, según la Generalitat, comentarios de índole xenófoba e islamófoba en un debate sobre inmigración. Conocido es el punto de vista de la alcaldesa respecto a la inmigración, que le valió para ganar unos comicios municipales y que ya ha anunciado su intención de seguir defendiéndolo en el Parlament tras las próximas elecciones autonómicas.

Algunas de las frases por las que ha sido sancionada la cara visible de Aliança Catalana son las siguientes: "Permitir la entrada masiva de inmigrantes musulmanes es un error que podemos pagar muy caro, pueden acabar imponiendo, cuando sean mayoría, la xaria -la ley religiosa musulmana-, la misogínia y la homofobia", "En una Cataluña islámica habría violaciones en grupo, mutilaciones genitales y matrimonios forzados", "Las instituciones fomentan el racismo desviando los recursos a la población migrada y desincentivando la natalidad autóctona", "Intentar preservar el grado de civilización que hemos conseguido con tanto esfuerzo y sacrificio no es racismo sino sentido común" o "La situación amenaza la continuidad de la identidad catalana".

La resolución contra Orriols todavía no es firme y la edil tiene tiempo de presentar alegaciones, como asimismo ha anunciado que hará. La alcaldesa ha denunciado a través de su cuenta de 'X' una "persecución política" por reivindicar sus opiniones, queja que también hace público a menudo Vox, cuarta fuerza política en el Parlament, a cuyos diputados tampoco se les permite versar opiniones en el mismo sentido. La líder de Aliança, según ha podido saber este diario, no tiene intención de pagar la sanción, y "está más que nunca comprometida con su discurso".