"Hay que multiplicar por tres las donaciones de plasma, de las que dependen muchos enfermos"

No había llegado aún a cumplir el año cuando Dídac ingresaba de urgencia en el hospital a causa de una infección bacteriana, que le provocó un paro sistémico por el que tuvo que permanecer seis semanas en la UCI y sufrió la amputación de una de sus piernas. Tras aquel episodio, el niño fue diagnosticado de la enfermedad de Burton, una inmunodeficiencia muy poco frecuente debido a la cual su cuerpo, falto de defensas, se vio incapacitado para hacer frente a la infección.

Desde ese momento, "Dídac sigue un tratamiento con gamma globulina, que es un hemoderivado que le proporciona las defensas que lleva en la sangre y para cuya elaboración se necesita plasma", explica su padre, Miguel Ángel. Sobre el proceso para administrar esta tratamiento, comenta que habitualmente se hace de forma endovenosa, lo cual requiere de unas dos o tres horas y el desplazamiento del paciente al hospital, sin embargo, en el caso de Dídac, la infusión del mismo se realiza de forma subcutánea. "Desde que él tenía cuatro años lo hacemos en casa por vía subcutánea y eso nos lleva unas tres o cuatro horas, pero en el caso de mi hijo, puede aguantar un mes sin necesidad de volver a hacer el tratamiento y, en cualquier caso, no necesitamos desplazarnos al hospital", indica Miguel Ángel.

A día de hoy, Dídac, que ya tiene 17 años, lleva una vida normal para un chico de su edad, esquía y es el segundo entrenador de un equipo de futbol de niños, pero quizá ha de ser más cuidadoso que el resto de chicos de su entorno con las medidas higiénicas para evitar infecciones, porque él es más vulnerable. De hecho, "en una ocasión ya ha tenido que estar ingresado un mes y los antibióticos van siempre con él", pero ese es un mal menor para lo que pasaría si Dídac no siguiera su tratamiento. "Sin la medicación, lo más probable es que ya estuviera muerto", comenta su padre, quien señala que "cuando tenía un año, ya vimos lo que le podía pasar".

Así pues, la salud y, probablemente, la vida de Dídac depende de un tratamiento para cuya elaboración se requiere plasma, un líquido de la sangre por el que corren unas proteínas esenciales para la vida de las que algunas personas no disponen por diferentes patologías, las más comunes de las cuales son las inmunodeficiencias, y las cuales no se pueden fabricar de forma artificial y, por lo tanto, solo se pueden conseguir a través del plasma. De ahí la importancia de las donaciones.

Al respecto, la doctora Rosa Vallés, directora del Programa para la autosuficiencia en plasma-Banco de Sangre y Tejidos, recuerda que con el nivel actual de donaciones "solo cubrimos el 39% de los pacientes que necesitan tratamientos elaborados a partir de plasma, de manera que hemos de buscarlo en otros países" y, como puso de manifiesto la pandemia, "necesitamos ser autosuficientes".

Objetivo: autosuficiencia

Por eso es importante promover la donación de plasma, porque si bien éste se puede conseguir también a través de una donación de sangre convencional, el volumen que se obtiene es totalmente insuficiente para cubrir la demanda. Sin embargo, mediante "una plasmaferesis, que es el proceso por el que se extrae sangre a un donante, la cual pasa por una máquina que la centrifuga para quedarse con el plasma y retornar todo lo demás, se consigue más del doble de volumen de plasma que con una extracción de sangre", apunta la Dra. Vallés. Es cierto que la donación de plasma requiere más tiempo que la de sangre, puesto que se puede prolongar durante unos 45 minutos, pero también es cierto que ésta permite una recuperación más rápida del donante, que además podrá volver a donar a las dos semanas. Es más, "si das sangre, al mes puedes dar plasma y si das plasma, a las dos semanas puedes donar plasma y sangre, es decir que una cosa no va en detrimento de la otra", indica la doctora.

Por todo ello, desde el Banco de Sangre y Tejidos han apostado de forma decidida por sensibilizar y concienciar a la población acerca de la trascendencia de las donaciones de plasma y, aprovechando la celebración de la Semana de las Inmunodeficiencias Primarias, han lanzado el Reto Cataluña Plasma 2025. "El objetivo es llegar a las 50 mil donaciones de plasma en 2025 y continuar creciendo en 2026" aclara Vallés, lo cual pasa por "un aumento del número de donantes y de las veces que cada uno de ellos dona". Es decir que, para cumplir el objetivo marcado y alcanzar el autoabastecimiento, teniendo en cuenta que en 2022 se llevaron a cabo 21.692 donaciones de plasma, "es necesario conseguir multiplicar por tres las donaciones".

El reto se traduce pues en una "intensificación continuada del trabajo de difusión de la donación de plasma", que además, durante esta semana, irá acompañada de campañas de donación en diferentes puntos de Cataluña, porque, como señala Vallés, "hay muchos enfermos que dependen de las donaciones de plasma" y, a diferencia de lo que sucede con la sangre, "esa dependencia es continuada ya que necesitan tratamiento de por vida, mientras que con la sangre, la necesidad es puntual, aguda".