Día Mundial de la Menopausia

"Hay que visibilizar la menopausia para entenderla y acompañar mejor"

Muchas mujeres sufren debido al impacto de los síntomas en su calidad de vida y bienestar emocional, pero no acuden al especialista porque éstos se han tendido a normalizar y además desconocen que hay intervenciones para minimizar sus efectos

Los primeros síntomas de la menopausia son los sofocos, pero hay otros como pueden ser alteraciones en el sueño y también estados de humor alterados
Uno de los primeros síntomas de la menopausia son los sofocos, pero hay muchos másGtres©GTRESONLINE

Habitualmente, perimenopausia y menopausia se asocian a los sofocos y las sudoraciones, pero este proceso de transición de la mujer está vinculado a muchas más afectaciones para la salud y el bienestar, que pueden tener un gran impacto en su la calidad de vida aunque muchas veces no se conocen, no se tienen en consideración y, en consecuencia, no se tratan.

Atrofia vaginal, sequedad de la piel y mucosas, alteraciones urinarias, disminución de la lívido, cambios corporales, alteraciones del sueño, niebla mental y lapsus de memoria, impacto en el estado de ánimo...Son hasta unos 200 síntomas los que se conoce a día de hoy y éstos, en algunos casos, pueden alterar de forma muy significativa la vida laboral, social, de pareja y personal de muchas mujeres, las cuales, ante la falta de información y concienciación acerca de la menopausia y sus posibles afectaciones, tanto a nivel social como entre los profesionales de la medicina, pueden sentirse muy solas durante un proceso de transición que ya de por sí puede resultar impactante.

De hecho, según un estudio realizado por Dexeus Mujer a más de 800 mujeres de entre 38 y 69 años, el 80% admite sufrir algún síntoma de la menopausia y una de cada dos reconoce que dichos síntomas repercuten en su calidad de vida, sin embargo, solo el 30% de las encuestadas dice haber recibido asesoramiento específico sobre menopausia por parte de su ginecólogo.

Al respecto, la doctora Desirée Trama, ginecóloga especialista en menopausia de Dexeus Mujer, señala que "a nivel social no acabamos de entender que la salud ha de dejar de ser tabú" y, por ende, la menopausia, que, entre otras cosas, "se asocia a factores tan importantes como un incremento del riesgo cardiovascular, principal causa de muerte entre las mujeres en la postmenopausia; un deterioro cognitivo, porque las hormonas tienen un efecto protector sobre el sistema nervioso, el cardiovascular, los huesos...; la neblina mental, que puede afectar al día a día de estas mujeres, así como a a su rendimiento laboral y estado anímico, entre otros".

En definitiva, "la menopausia es una transición normal en las mujeres, pero ello no significa que tengamos que normalizar que ésta afecte de forma tan significativa a sus vidas", destaca la ginecóloga, quien comenta que "durante este proceso, muchas mujeres, que a veces admiten que ni siquiera se reconocen, dicen no sentirse acompañadas", ni por su entorno ni a nivel médico, por ello, para la doctora Trama, "es clave visibilizar esta transición para entenderla mejor y así poder acompañar mejor" a la mujer que afronta la perimenopausia, cuando ya pueden aparecer los primeros síntomas, así como la menopausia y la postmenopausia.

Soledad por desconocimiento

Y es que además, muchas veces, estas mujeres que están sufriendo a causa de los síntomas de este proceso de transición podrían tener una mejor calidad de vida y bienestar emocional si estuvieran bien acompañadas y orientadas, pero, desafortunadamente, es frecuente que éstas no busquen una atención especializada ni reclamen ese acompañamiento por la tendencia generalizada a normalizar los síntomas, que muchas veces ni siquiera se asocian a este proceso de transición, y minusvalorar el impacto de la menopausia. Cabe recordar que se estima que en torno al 50% de las mujeres en esta fase vital sufren ansiedad y entre un 33% y un 35%, depresión.

Al respecto, la doctora indica que "hay que dar visibilidad para que quien lo necesite, acuda a nosotros, a los especialistas", que no necesariamente van a recurrir a la medicación para minimizar o eliminar los síntomas, sino que existen diversas intervenciones para promover el bienestar y la calidad de vida de las mujeres en esta fase vital sin tener que prescribir hormonas. "Hay muchas cosas que podemos hacer para que ellas no tengan que pasar por eso", asegura Trama.

Es cierto que en los casos de insuficiencia ovárica prematura, es decir cuando la regla desaparece antes de los 40 años, el tratamiento hormonal con estrógenos y progesterona está indicado -siempre tras valorar y analizar cada caso en particular-, mientras que en mujeres con una menopausia temprana, que se corresponde con la que llega entre los 40 y 45 años de edad, esta terapia también se pone sobre la mesa como una medida preventiva.

Sin embargo, a partir de los 45 años está indicada en un menor número de casos y principalmente para tratar la sequedad vaginal, la sintomatología que afecta de forma significativa a la calidad de vida y para prevenir la osteoporosis en mujeres con factores de riesgo. En cualquier caso, "las actuales terapias, que ya no usan hormonas sintéticas, como anteriormente, sino que ahora se basan en hormonas bioidénticas, tienen escasos y poco significativos efectos secundarios". "En algunos casos, pueden producir retención de líquidos, molestias gastrointestinales, si la terapia se administra por boca hay un aumento del riesgo de trombosis, mientras que respecto al cáncer de mama, no hay un incremento significativo del riesgo de desarrollarlo", explica la doctora.

Además, en muchas ocasiones es posible minimizar o eliminar los síntomas sin tener que recurrir a estas terapias, incluso en algunos casos basta con un cambio de hábitos. Por ejemplo, un 90% de las mujeres en esta transición vital sufren lo que se conoce como síndrome genitourinario por la falta de estrógenos, el cual además es progresivo. A consecuencia del mismo, pueden padecer incontinencia urinaria e infecciones urinarias de repetición, dolor durante las relaciones sexuales, retraso de la excitación sexual y el orgasmo, sequedad vaginal...

Ante esta situación, al margen de ser muy importante que la pareja entienda estos cambios, existe la posibilidad de recurrir a lubricantes, hidratantes, cremas con estrógenos o incluso medicina regenerativa para solventar estas situaciones, pero muchas veces las mujeres ni siquiera conocen estas opciones y es frecuente que los profesionales, tampoco.

La importancia de un especialista

Tal y como indica la doctora Trama, "la mayoría de médicos no tiene formación en menopausia". "De hecho -recuerda la ginecóloga-, hay estudios que apuntan que en Estados Unidos solo un 30% de las residencias de ginecología tienen en su currículum aprender acerca de la menopausia". Ante esta realidad, para ella es clave que "cuando una mujer que se encuentra en este proceso de transición no se sienta escuchada ni acompañada, acuda a un especialista, que pueda ofrecerle una atención integral y sepa entenderle, guiarle y orientarle, porque a día de hoy no es necesario tener una mala calidad de vida ni malestar por la perimenopausia, la menopausia o la postmenopausia".

"A la consulta llegan mujeres con 70 años que llevan años pasándolo mal y siguen pasándolo mal", asegura la ginecóloga para a continuación advertir que, al margen de que éstas podrían haberse ahorrado, o como mínimo haber convivido con buena calidad de vida con toda esa sintomatología asociada al proceso de transición, muchas veces ya es tarde para la terapia hormonal, que tiene una ventana de oportunidad desde los primeros síntomas hasta 10 años después de los mismos.