Elecciones catalanas
El independentismo perderá la mayoría en las elecciones catalanas según el CEO
La suma de los escaños que podrían sumar Junts, ERC y la CUP, según el barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió, no alcanzaría al secesionismo para poder formar gobierno
Según el primer barómetro del año del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), presentado esta mañana, refleja la hipótesis de una debilidad parlamentaria del independentismo nunca vista desde que Convergència i Unió optara por defender la secesión en tiempos de Artur Mas. Según este sondeo, las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo las ganarían los socialistas, encabezados por Salvador Illa, que obtendrían entre 35 y 42 diputados, superando los resultados que en 2021 les valieron para ser la primera fuerza en votos e igualar a ERC en número de escaños. La segunda posición sería de nuevo para ERC, que conseguiría entre 26 y 32 parlamentarios; y le seguiría Junts, que, sin conocerse de forma oficial en impacto que puede tener la candidatura del expresidente Carles Puigdemont, obtendría alrededor de 24 diputados. Muy lejos de los 32 que obtuvo en 2021, también como tercera fuerza en el Parlament.
Los escaños que según el CEO sumaría el independentismo, contando los 7 que auguran a la CUP, serían, en el más optimista de los casos, 63. La mayoría absoluta en el hemiciclo catalán se compone de 68 parlamentarios, por lo que un hipotético gobierno independentista debería a todas luces apoyarse en los comunes, que según estos datos sumaría 8 parlamentarios. Vox y el Partido Popular sumarían 9 cada uno, por lo que un gobierno de Salvador Illa solo podría salir adelante con el apoyo de Vox, hipótesis que también parece lejana. De cumplirse estos resultados tras la jornada electoral del 12-M, el PSC trataría de reeditar -y liderar- un tripartito con los comunes y con ERC, que sí suman una mayoría. De cualquier forma, el CEO expone una intención de voto al independentismo muy por debajo de las expectativas de sus líderes, que podría dejar sin gobernar a un partido secesionista desde que el ejecutivo catalán fue presidido por José Montilla y pone de manifiesto la pérdida de adeptos a la secesión entre la sociedad catalana.
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