
Crisis de Gobierno
Puigdemont suspende relaciones con el PSOE y exige una reunión en Suiza
El líder de Junts ha dicho que Pedro Sánchez no goza de su confianza y que ya no ayudará al Gobierno "a salir del paso, como hemos hecho en el pasado"
El presidente de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha anunciado que rompe relaciones con el Gobierno de España, al menos en negociaciones sectoriales. Así lo ha dicho en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva del partido, en la que ha afirmado que "hasta que no se resuelva la crisis de la moción, no podemos seguir negociando con alguien que no tiene nuestra confianza". Además, ha anunciado que "se hará una reunión extraordinaria en Suiza para mediar y verificar" el grado de cumplimiento de los acuerdos, ha anunciado, como el de reconocer "si hay o no conflicto político en Cataluña".
La decisión de Puigdemont, dice, obedece a la decisión de la Mesa del Congreso de aplazar la resolución de la moción de confianza presentada a finales de 2024 por Junts. "La decisión de la Mesa es una decisión política. El PSOE ha entendido que no era una simple amenaza, sino que íbamos en serio y que la opción de ruptura era real", ha dicho el líder independentista, quien ha celebrado que, al menos, no se ha rechazado la moción de su grupo parlamentario.
Por otro lado, Puigdemont ha señalado la contradicción de los socialistas en cuanto al supuesto conflicto político de Cataluña, evidenciado en el hecho de que la reunión "se esté produciendo en el exilio y no sea una reunión normal".
Para él, es incompatible que el PSOE, al negociar con Junts, reconozca la existencia de "un conflicto político histórico" con Cataluña y la necesidad de resolverlo pero que, el mismo partido (el PSC), cuando gobierna en Cataluña, diga que no existe tal conflicto: "O hay un conflicto político histórico que tiene que ser resuelto, o no lo hay, pero las dos cosas a la vez no pueden ser", ha señalado el expresidente catalán. "Como eso no está claro, nosotros continuamos queriendo saber si el PSOE cree en nuestro acuerdo, tanto en su letra como en su espíritu", ha explicado.
¿Qué significa la suspensión de las negociaciones sectoriales?
Puigdemont ha concretado que no se sentarán a negociar los Presupuestos Generales del Estado. Tampoco apoyarán ningún decreto por convalidar en el Congreso, así como cualquier iniciativa legislativa que proponga el Ejecutivo o cualquier cosa que no tenga nada que ver con Cataluña. "Hay que entender la gravedad de la situación", ha subrayado.
Pero, eso sí, los postconvergentes seguirán negociando el traspaso de las competencias en inmigración del Estado a la Generalitat, así como la promoción del catalán en las instituciones europeas para que el idioma sea oficial en la UE. También le darán apoyo a cualquier medida que vaya a favor del programa electoral de Junts y "de los intereses de Cataluña". "No estamos instalados en la postura del no a todo, pero tampoco volverá a pasar lo que hemos hecho en el pasado de ayudar al Gobierno a salir del paso".
Una de las carpetas que quedarán afectadas, por ejemplo, será la reducción de la jornada laboral, que Yolanda Díaz quiere impulsar para situarla en 37 horas y media y que no cuenta con unanimidad en la Moncloa.
Para "descongelar" esta situación, Puigdemont ha dicho que el Gobierno tendrá que cumplir todo aquello que había pactado con Junts, es decir, avanzar en el autogobierno de Cataluña, y resolver el supuesto "conflicto político histórico" concretándolo en la ley de amnistía. Sin embargo, Puigdemont ha dicho, en referencia a las palabras de Marlaska de que el acuerdo en inmigración no incluirá el control de las fronteras, que se trata, entonces, de un "no acuerdo".
Además, ha cargado contra el Ministro de Interior refiriéndose a él como "el ministro de los espías, el ministro de los infiltrados" y ha concluido con que "el Gobierno tiene un problema con este ministro".
No se plantea una moción de censura
Del mismo modo, Puigdemont ha insistido en que lo que Junts propone es únicamente una cuestión de confianza para oficializar que ya no confían en Sánchez. Una medida para la que, dice, no ha hablado con el PP.
Preguntado por el apoyo a una posible moción de censura, el expresidente del Govern ha dicho que, aunque "no tiene sentido continuar una legislatura así, tampoco planteamos una moción de censura, pues eso sería cambiar un gobierno por otro".
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