
Historias
¿Por qué hay 13 ocas en el claustro de la catedral de Barcelona?
Esta imagen desconcierta a muchos, que se preguntan el motivo de su presencia en un lugar tan solemne y espiritual

Barcelona es una ciudad llena de historia, arte y rincones que sorprenden a propios y extraños. Sus calles esconden innumerables curiosidades, desde vestigios romanos hasta símbolos medievales que aún perduran. No es de extrañar que sea una de las ciudades más visitadas del mundo, atrayendo a millones de turistas cada año, fascinados por su arquitectura, su cultura y sus leyendas.
Uno de los lugares más emblemáticos y visitados es el Barrio Gótico, el corazón medieval de la ciudad. En él se encuentra la imponente Catedral de Barcelona, un templo gótico que cautiva a quienes lo visitan. Conocida también como la Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulàlia, su construcción se llevó a cabo entre los siglos XIII y XV, y su espectacular fachadaneogótica se completó en el siglo XIX.
Además de su imponente estructura y su interior repleto de detalles artísticos, hay un elemento que no pasa desapercibido para ningún visitante: en su majestuoso claustro, habitan 13 ocas blancas. Esta imagen desconcierta a muchos, que se preguntan el motivo de su presencia en un lugar tan solemne y espiritual.
El misterio de las 13 ocas
La presencia de estas aves en un recinto religioso ha despertado la curiosidad de generaciones de visitantes. La explicación se encuentra en la historia de Santa Eulàlia, patrona de Barcelona. Según la tradición, Eulàlia era una joven cristiana de Barcelona que, en el siglo IV, sufrió martirio por negarse a renunciar a su fe durante la persecución de Diocleciano. Se dice que soportó 13 tormentos antes de morir, uno por cada año de su corta vida.
Entre los suplicios que padeció, las crónicas relatan que fue desnudada y paseada por la ciudad, arrojada a un tonel con cristales y cuchillas, e incluso crucificada en una cruz en forma de aspa. Finalmente, fue decapitada, convirtiéndose en una mártir cristiana y en la protectora de la ciudad. Desde entonces, su figura ha estado ligada a la historia de Barcelona y a su catedral, donde reposan sus restos en una cripta bajo el altar mayor.
Las 13 ocas que residen en el claustro de la catedral simbolizan los años de vida de Santa Eulàlia y su sacrificio. Se cree que en la época medieval, las ocas también cumplían una función práctica en los claustros, ya que alertaban con su ruido ante cualquier intruso. Esta peculiar tradición se ha mantenido a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un emblema del templo y en una de las imágenes más icónicas para quienes visitan este rincón del Barrio Gótico.
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