
Energía
¿Qué postura tienen los partidos catalanes con las energías renovables y nucleares?
Mientras unos defienden la total transición hacia las renovables, otros defienden un mix energético como modelo más eficiente pero también limpio

La interrupción del suministro eléctrico que afectó a buena parte de España esta semana ha devuelto el debate energético al centro de la agenda política catalana. En un contexto marcado por el lento desarrollo de las energías renovables en Cataluña, los partidos han vuelto a mostrar sus diferencias en la Comisión de Acción Climática del Parlament.
Cataluña afronta un escenario complejo con el cierre progresivo de las centrales nucleares. Mientras tanto, la dependencia energética y el encarecimiento de los precios se convierten en una preocupación creciente. Las formaciones políticas han escenificado sus discrepancias sobre cómo abordar esta transición, especialmente tras el apagón del lunes.
Junts per Catalunya presentó esta semana una propuesta en la que reclamaba declarar como bien de interés público primordial las instalaciones de energías renovables. La iniciativa no recibió ningún apoyo en la votación, pero sí sirvió para reavivar el debate. El diputado Ignasi Prat denunció la "lentitud" en la transición energética en Cataluña y reclamó una apuesta decidida por la "soberanía energética" a través de las renovables. Junts criticó la falta de desarrollo de los proyectos ya previstos, las instalaciones fotovoltaicas apenas han alcanzado un 20% del objetivo y las eólicas un 50%, y acusó a la Generalitat de poner trabas a los promotores mediante una burocracia excesiva.
La izquierda “sostenible”
Las formaciones de izquierda mostraron su voluntad de avanzar hacia un modelo energético "sostenible", aunque con ciertas reservas respecto a la propuesta de Junts. PSC, ERC y En Comú Podem coincidieron en la necesidad de acelerar la transición, pero defendieron un modelo más equilibrado y participado.
El PSC subrayó el compromiso del Govern con la agenda verde. Por su parte, ERC pidió una planificación que evite impactos negativos sobre el territorio. En la misma línea, los Comuns expresaron su apoyo a una transición "democrática y con retorno social", y mostraron recelos hacia una posible concentración del sector en manos de grandes empresas privadas.
Para la CUP, el modelo debe pasar por una energética pública que garantice una gestión distribuida y pactada con las comunidades locales. El diputado Dani Cornellá acusó a Junts de "contradicción" por oponerse a macroproyectos en los territorios mientras pide su impulso desde el Parlament.
Vox y el PP insisten en el mix energético
Desde la derecha, Vox volvió a insistir en la necesidad de una transición "planificada y racional", que incluya un mix energético donde la energía nuclear siga teniendo un papel relevante. La nuclear fue declarada por Europa como energía verde, y se considera una energía barata, limpia, eficaz y eficiente. La diputada Mónica Lora criticó una transición "precipitada" y alertó del impacto ambiental de los grandes parques eólicos y solares sobre terrenos agrícolas. También cuestionó la coherencia de hablar de sostenibilidad dejando de lado la opción nuclear.
El PP, que recientemente propuso prolongar la vida de las centrales nucleares en Tarragona, se abstuvo en la votación, aunque su posición favorable a mantener estas infraestructuras es bien conocida. De hecho, constantemente apela a ello en el Parlament catalán y acusa a Illa de “darse un tiro en el pie” con el poco apoyo de las nucleares. De este modo, la postura del PP y de Vox no se decanta completamente por las renovables o por las nucleares, sino que defienden que ambas deben complementarse, pues las renovables no son capaces de garantizar un completo y total abastecimiento, y es en esos momentos en los que no sea capaz, cuando tienen que entrar en juego las nucleares.
El debate ha puesto de manifiesto las tensiones que atraviesan la transición energética en Cataluña: la necesidad de acelerar la implantación de energías renovables, el equilibrio territorial, la participación de la ciudadanía y el papel del sector privado. Las diferencias entre partidos reflejan visiones opuestas sobre la velocidad y el modelo con el que abordar este reto estratégico. Mientras tanto, la necesidad de garantizar el abastecimiento energético y de reducir la dependencia sigue siendo uno de los grandes desafíos para el futuro inmediato.
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