Ecoansiedad

250 000 tuits revelan que la crisis climática nos da miedo

Un estudio muestra que reducir el impacto ambiental de los edificios preocupa en Twitter cada vez más

Un edificio con paredes curvas hechas de madera y muchas ventanas
El edificio del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático es de madera y la calefacción viene solo del exceso de calor generado por los superordenadores que alojaMarco VerchCreative Commons

Hoy termina la COP 27, la Cumbre del Clima que se celebra cada año y nos recuerda la urgencia de tomar medidas que contengan el calentamiento global antes de que sea demasiado tarde. Se insiste en que no debemos rebasar una temperatura de 1,5 ºC mayor que los niveles preindustriales. Si lo logramos, el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos será menor, tendremos más seguridad alimentaria y más capacidad de adaptación.

En paralelo, crece la preocupación de la ciudadanía en torno a la crisis climática y a la capacidad de acción a nivel individual o institucional. Términos como “angustia climática” o “ecoansiedad” (definida como el “miedo crónico a un cataclismo climático” por la Asociación Estadounidense de Psicología) eran totalmente desconocidos hace pocos años, y ahora forman parte del vocabulario cotidiano de cada vez más personas.

Sentimientos a golpe de tuit

Pero el desasosiego acerca del clima no ha surgido de repente. Ha ido gestándose poco a poco a lo largo de los últimos ocho años, y aumenta cada vez que sale a la luz un nuevo informe de cambio climático. ¿Cómo es posible saberlo? Agregar los resultados de diversas encuestas pasadas puede ser complicado. Por eso, otra opción es buscar en la plataforma donde gran parte de la ciudadanía plasma sus opiniones diariamente: Twitter.

Un estudio publicado ayer ha analizado más de 250 000 tuits publicados entre 2009 y 2021 que incluyeran las etiquetas “#building” (construcción, en inglés) y “#emissions” (emisiones) para explorar las emociones que provoca la crisis climática en torno al sector de la construcción. Los resultados son claros: la negatividad que inspira la descarbonización de los edificios ha aumentado en más de un 30 % desde 2014.

Además, informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (más conocido como IPCC) publicado en 2015 estuvo asociado a un incremento del 60 % en las expresiones de “miedo”. Por su parte, tras la publicación de otro informe del mismo grupo en 2019, las expresiones de “tristeza” aumentaron en un 30 %.

El reto de la construcción

El estudio ha indagado en los tuits concretos que causaron aumentos súbitos en las reacciones emocionales, y revela que las principales preocupaciones giran en torno a cuatro pilares. Tres de ellos son la inacción hacia la reducción de emisiones, si el impuesto al carbón es justo y las preocupaciones sobre la degradación medioambiental. El cuarto se refiere a la politización de las normativas sobre la construcción de edificios, un debate que cobró especial importancia en Estados Unidos a finales de 2020.

Estos resultados ponen de manifiesto que el sector de la construcción es a la vez de los más importantes y de los más difíciles de descarbonizar. El informe del IPCC sugiere que restringir el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC requiere cambios rápidos y de gran calado en el uso de la energía, el diseño de los edificios e incluso la planificación de las ciudades y la infraestructura. Según la Agencia Internacional de la Energía, para lograr reducir a cero las emisiones netas del sector de la construcción en 2050, hay que actuar ya: para 2030, las emisiones directas deberán reducirse a la mitad y las indirectas en un 60 %.

Sin embargo, el reto es considerable puesto que en la construcción se mezclan personas, lugares y costumbres que dificultan el diseño de políticas justas para reducir las emisiones. El estudio argumenta que la democratización del proceso de descarbonización es un “reto crítico a escala local, nacional y global”.

Las cumbres del clima nos mueven

Para obtener estos resultados se han utilizado técnicas de procesamiento de lenguaje natural y de teoría de redes. Los datos muestran que las grandes cumbres sobre cambio climático iban asociadas a una mayor actividad en Twitter relativa al sector de la construcción. Por ejemplo, cuando se firmó el Acuerdo de París, que instó a este sector a reducir sus emisiones en todo el ciclo de vida de los edificios, aumentó la actividad. También lo hizo en torno al “Día de los asentamientos humanos” celebrado durante la COP 23, el discurso sobre financiación verde para residencias de ancianos en la COP 25 y el “Día de las ciudades, regiones y entorno construido” que formó parte de la COP 26.

Cumbres como esta, explica el equipo investigador, ponen de relieve lo complicado que es descarbonizar el sector de la construcción, y eso se refleja en el aumento de sentimientos negativos en las redes sociales. Pero la cara más positiva del estudio es que este tipo de eventos tienen un impacto real sobre la participación ciudadana, y eso puede animar a que el sector de la construcción se centre en la justicia climática.

De hecho, el equipo constata que se está produciendo un “cambio de paradigma” en el discurso acerca de las emisiones de la construcción, que ahora se enmarca en un contexto social y de justicia climática más amplio. ¿Servirá Twitter para poner la ecoansiedad en el centro del debate público? El equipo espera que así sea para que, desde la política, se enfatice la importancia de la acción climática en sectores tan complicados de descarbonizar como el de la construcción.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • A pesar de que la proporción de tuits negativos sobre el total ha aumentado desde 2014, los sentimientos positivos se han multiplicado a medida que ha aumentado drásticamente la actividad total en Twitter. En el periodo completo del estudio (2009 a 2021), los sentimientos positivos han sido normalmente más protagonistas que los negativos.

REFERENCIAS (MLA):