Astronomía
Captan por primera vez el choque de dos planetas
Los restos de los dos exoplanetas de hielo emitieron luz hasta mil días después del choque.
Al igual que ocurre con el universo a pequeña escala, el mundo de lo macro da imágenes sorprendentes. Desde el Telescopio James Webb y una de las imágenes más esperadas, hasta la fotografía con la mayor resolución de la historia. Y ahora llega otro hito: la primera vez que se logra observar la colisión de dos planetas.
Un equipo internacional de astrónomos observó la curvatura de luz de una estrella y notó algo extraño: todo el sistema había duplicado su brillo en longitudes de onda infrarrojas. Los expertos analizaron el brillo de la estrella, bautizada ASASSN-21qj en honor a la red de telescopios que la detectó por primera vez, durante los dos años siguientes hasta que se desvaneció.
En un estudio, publicado en Nature, los científicos señalan que la explicación más probable es que dos exoplanetas gigantes de hielo chocaron, produciendo el brillo infrarrojo detectado por la misión NEOWISE de la NASA, que utiliza un telescopio espacial para buscar asteroides y cometas.
“Para ser honesto, esta observación fue una completa sorpresa para mí -afirma Matthew Kenworthy, líder del estudio -. Cuando originalmente compartimos la curva de luz visible de esta estrella con otros astrónomos, comenzamos a observarla con una red de otros telescopios. Un astrónomo señaló en las redes sociales que la estrella se iluminó en el infrarrojo más de mil días antes del desvanecimiento óptico. Entonces supimos que se trataba de un hecho inusual”.
Se espera que en los próximos años la nube de polvo comience a extenderse a lo largo de la órbita, una que sería visible tanto con los telescopios espaciales como con los terrestres. El objetivo final es observar de cerca lo que sucederá a continuación en este sistema.
“Nuestros cálculos y modelos informáticos indican que la temperatura y el tamaño del material brillante, así como la cantidad de tiempo que ha durado el resplandor, es consistente con la colisión de dos exoplanetas gigantes de hielo – concluye Zoe Leinhardt , coautora del estudio -. Será fascinante observar lo que suceda a continuación. En última instancia, la masa de material alrededor del remanente puede condensarse para formar un séquito de lunas que orbitarán alrededor de este nuevo planeta”.
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