
Descubrimiento
Este descubrimiento lo cambia todo: un mineral alienígena que es inmune al calor y reescribe el conocimiento científico
Un mineral extraterrestre de un meteorito desvela una conductividad térmica constante al calentarse, abriendo nuevas vías industriales

Un equipo internacional de investigadores ha desvelado las propiedades de un mineral de origen extraterrestre hallado en un antiguo meteorito. Este hallazgo, de calado científico, plantea interrogantes sobre las leyes de la conducción del calor tal como se conocen en la Tierra, desafiando las nociones convencionales de la física.
Concretamente, el material estudiado es una forma de dióxido de silicio, conocida como tridimita de sílice. Esta sustancia fue extraída de un meteorito que impactó en Alemania en el año 1724, y su análisis detallado ha revelado comportamientos térmicos que se apartan de lo observado en cualquier mineral terrestre conocido hasta la fecha.
Asimismo, la singularidad de esta tridimita radica en su estructura atómica. A diferencia de los materiales terrestres, que se clasifican claramente como cristales (con una red atómica ordenada) o vidrios (con una estructura amorfa y desordenada), este mineral meteórico no encaja en ninguna de estas categorías, situándose en un punto intermedio.
Un mineral con propiedades térmicas singulares
De hecho, este mineral no sigue las reglas conocidas de la conducción térmica cuando es sometido a elevadas temperaturas, un fenómeno que ha sido objeto de estudio en una publicación de la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Lo notable es que, mientras los cristales suelen disminuir su conductividad térmica al calentarse y los vidrios la aumentan, la tridimita mantiene una conductividad térmica constantesegún apuntan desde Futurism. Esta capacidad, que algunos describen como "a prueba de calor", lo convierte en un objeto de estudio de considerable interés para la ciencia de materiales.
Por otro lado, la complejidad de su estructura atómica anómala es fundamental para entender su comportamiento térmico único. Los investigadores han comprobado que la forma en que los átomos están dispuestos, ni completamente ordenados como en un cristal ni completamente desordenados como en un vidrio, es lo que permite esta conductividad constante. Además de en meteoritos, esta particular forma de dióxido de silicio ha sido también localizada en la superficie de Marte, lo que amplía su relevancia astrofísica y la búsqueda de minerales con propiedades excepcionales fuera de nuestro planeta.
En este sentido, los científicos responsables de la investigación ya vislumbran aplicaciones prácticas para materiales con propiedades similares, especialmente en entornos de temperaturas extremas. Sugieren que estos podrían emplearse para un control más eficiente y estable de las temperaturas en procesos industriales de gran envergadura. Un ejemplo palpable sería la producción de acero, una industria que libera anualmente mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y representa el siete por ciento de las emisiones de carbono en Estados Unidos, donde una mejor gestión térmica podría tener un impacto ambiental de calado.
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