Opinión

El frente contra Ayuso

La maniobra de la «armonización de las fiscalidad de las Comunidades Autónomas» no es otra cosa que una justificación para obligar a la de Madrid a subir los impuestos

Cataluña presenta una cara cada vez más contradictoria. La Comunidad que más transferencias ha recibido, la que más competencias exige, es la que ahora lidera la cruzada para suprimírselas al resto. Todo con el único fin de perjudicar a Madrid. No tiene sentido que los independentistas de ERC, aliados con el Gobierno socialcomunista de Sánchez e Iglesias, sean quienes manden en España cuando son ellos quienes quieren descomponerla.

La maniobra de la «armonización de las fiscalidad de las Comunidades Autónomas» no es otra cosa que una justificación para obligar a la de Madrid a subir los impuestos y encubrir así el gasto desmesurado y superfluo de otras, esencialmente la catalana cuya deuda asciende a casi 77.000 millones de euros, más del doble que los 33.000 millones de Madrid.

Eso sí, a ninguna de las regiones que se quejan de la fiscalidad se le ocurre copiar las políticas del Gobierno de Díaz Ayuso y de los que le precedieron de Esperanza Aguirre, de contención del gasto, rebaja de impuestos, fomento de la inversión y, con ello, de la creación de empleo. Todos, especialmente los independentistas, quieren más dinero, para gastar más, subirse los sueldos, crear embajadas por el mundo, celebrar referéndums ilegales y demás privilegios.

Es curioso que, precisamente, el PSOE de Sánchez, Podemos de Iglesias y ERC ataquen la política eficaz de Ayuso hasta dinamitarla y no solo pasen por alto sino que blinden al auténtico privilegio existente en España: el cupo vasco. Por no hablar del concierto.

El Frente Popular que nos gobierna, fracasó en su intento por destronar a Ayuso y no desiste en el empeño de obstaculizar su gestión. La rabia debe estar carcomiéndoles porque, lejos de lograr su fin, la presidenta madrileña ha salido reforzada del acoso. Así es la vida.