El Gallinero

Las peticiones deben ser proporcionales

A los empresarios no les conviene abandonar la proporcionalidad, para no correr el riesgo de no ser tomados en serio

La gravedad de la pandemia, las consecuencias económicas, letales para muchos sectores, y la incertidumbre acerca del futuro, pueden acarrear peticiones poco razonables. Es comprensible por la inseguridad que provoca la realidad y el desasosiego de las expectativas.

Me refiero a alguna de las peticiones formuladas por empresarios especialmente castigados por este maléfico virus, como los del ocio, solicitando ser vacunados con prioridad sobre el resto de los ciudadanos. No parece comprensible ese privilegio. En primer lugar, porque no es un sector de servicio esencial para la comunidad. En segundo, por cierta insolidaridad con quienes asistan a esos locales o festivales.

Algo parecido, en este apartado por lo que pueda haber de deformidad, la petición de 200 millones de los hoteleros o las de los hosteleros.

Dicho esto, esa negritud, por más comprensible que sea, no puede hacernos perder la cabeza y emular a Groucho March cuando relataba su lista de peticiones y añadía, a modo de estrambote «... y dos huevos duros».

He defendido desde este gallinero y en tertulias a sectores como el de los hosteleros, entre otros. Considero que han sido criminalizados injustamente y que podían haberse conjugado simultáneamente las restricciones con la apertura de locales. Ahora bien, no les conviene perder el sentido de la proporcionalidad porque corren el riesgo de no ser tomados en serio. Así es la vida.